Un centenar de santafesinos que integran los 28 comités de cuencas que funcionan en la provincia, debatían, al cierre de la presente edición, posibles modificaciones a la ley que regula su actividad. El ministro de Asuntos Hídricos, Alberto Joaquín, presidió la reunión en la que el tema central fue la presentación de distintos aspectos de las políticas hídricas en la provincia: desde las llamadas megaobras de los acueductos a los cambios que se plantean en el nivel legislativo, para que la provincia cuente con un Código de Aguas.
El funcionario dio la bienvenida a las autoridades de los comités presentes, señaló que el punto más significativo de los cambios propuestos en la normativa es la institucionalización de las cuencas hidrográficas, bajo el concepto de unidad de gestión.
La ubicación geográfica de esta provincia hace a sus habitantes especiales conocedores del padecer de quienes viven aguas abajo. Tal realidad se evidencia entre otros, en los casos del sistema internacional del Río de la Plata, los sistemas hídricos interprovinciales tales como los ríos Salado y Carcarañá, los Bajos Submeridionales y la cuenca Laguna La Picasa.
Por lo tanto, cualquier intervención humana en este tipo de ámbito es generadora de un importantísimo impacto tanto en su funcionamiento como en los actores involucrados, lo que indudablemente obliga la previa consideración de las acciones a realizar.
La gestión de los recursos exige eficiencia, y ésta sólo se consigue si la solución de los problemas se encara a través de la planificación. El Estado debe anticiparse a los problemas y estar preparado para solucionarlos o mitigarlos, y no correr detrás de ellos.
Ante esta situación, desde el ministerio se ha resuelto "institucionalizar las cuencas hidrográficas como unidad de gestión, previendo para ello la creación de un consejo consultivo integrado por representantes de la cartera, de los comités de cuenca aguas abajo, representantes distritales y organizaciones de productores".