Hoy se operará del tendón de Aquiles el defensor rojiblanco, Juan Marcelo Fontana. Luego de la grave lesión sufrida en una práctica, el jugador pidió permiso para hacerse los estudios en Rosario. "Tengo un médico de confianza, así que decidí venirme aquí. Previamente hablé con el cuerpo técnico, con los dirigentes, y, por supuesto, con los médicos de Unión, que me atendieron en forma excelente apenas me lesioné. Les agradezco porque ellos me entendieron y aquí estoy. Eso sí, me opero y vuelvo a hacer la recuperación en Santa Fe", dijo el defensor.

Con el resultado de ayer, se terminó la racha de partidos sin derrota de Unión, que llevaba 12 encuentros sin perder. Además, también se acabó la racha de derrotas consecutivas de El Porvenir, que llegó al partido con Unión con cuatro al hilo.

Unión jugará el domingo a las 20.30 con Defensa y Justicia, a la vez que solicitó a Huracán de Tres Arroyos que el partido se juegue el viernes 18, ya que posteriormente los rojiblancos deberán recibir la visita de Ferro. Asimismo, los dirigentes tatengues confirmaron que el club fue multado con el valor de 120 entradas por tres fechas, a raíz de los últimos incidentes, a la vez que recibió amonestaciones.

Si bien Unión le ganó hace dos años a El Porvenir (aquel recordado partido en cancha de Lanús, con el gol del "Memo" Torres) en condición de visitante, hace casi 40 años que no lo hace en la cancha de Gerli. La última victoria rojiblanca en ese estadio se remonta al año 1966, el del primer ascenso a Primera División. Esa vez, Unión le ganó a El Porvenir por 3 a 1, con goles de Ciacia, Mansilla y Lapalma.

César Guidoni salió de la cancha en el momento en que El Porvenir había marcado el cuarto gol. El partido demoró unos tres minutos en reanudarse y por eso dio cinco de descuento al final. La razón fue que el árbitro se descompuso y fue de urgencia al baño. Regresó de inmediato y continuó dirigiendo sin problemas hasta el final. Antes del partido, en diálogo con El Litoral, tuvo frases contundentes: "A veces, los mismos jugadores quieren salvar la ropa y apuntan a algún fallo del árbitro. Yo he visto a un delantero trenzarse con un defensor del equipo contrario adentro de la cancha, y una vez terminado el partido, en el vestuario, andar a los abrazos y riéndose de la situación. A veces, los jugadores se tiran y no sabés si lo hacen a propósito o si realmente están lastimados". También se refirió a su situación personal: "El año pasado me eligieron el mejor árbitro de la B, Olé me puso 10 en el partido entre Belgrano y Huracán, pero todavía no dirigí en primera", señaló, a la vez que se declaró amigo del santafesino Carlos Ferreira.