Señores directores: Días atrás, los alumnos del Liceo Municipal de esta ciudad organizaron un abrazo simbólico al edificio en defensa de la educación artística, convocando a los docentes, padres y a la comunidad en general. Tuve la oportunidad de ver la dignidad con que se organizó este acto brindándoseme, además, un ensayo abierto de la banda del Liceo Municipal integrada por jóvenes de la institución. Todo esto me mostró el maravilloso capital humano que allí dentro trabaja y estudia.

Lo lamentable fue ver todo lo otro: un edificio cuya fachada fue pintada este año, pero que por dentro muestra falencias que ponen en peligro la integridad de quienes concurren al mismo, techos que se caen a pedazos (la remodelación de la que se hizo tanta propaganda fue sólo del ala norte en donde se corrían serios riesgos de derrumbe), ambientes mefíticos e insalubres por falta de insumos, escasez de material idóneo para trabajar, un solo matafuegos para un edificio de tres pisos y una sola salida para 2.600 alumnos que asisten a diario. (¿Dónde quedó el control exhaustivo que se hizo en enero pasado?)

Ahora yo me pregunto: ¿Dónde está la falla que hace que en esa institución los alumnos deban hacer magia para estudiar?

Y aprovecho para decirle al Sr. intendente que aproveche la generosidad de estos jóvenes, quienes le dan la posibilidad de no convertirse en un nuevo Aníbal Ibarra, acusado desde la tragedia de Cromagnon de negligente y corrupto.

Susana C. Lassig

DNI. 3.989.203.

Señores directores: Días pasados tuve la suerte de ser invitado a una reunión, donde tres conferencistas, muy fundamentados y preparados, se explayaron sobre la existencia y el nacimiento del hombre desde su concepción, única e irrepetible.

Donde fueron expuestos los tres pilares fundamentales de nuestra preciosa vida, la verdad divina, la razón natural y la justicia humana e individual.

Ahora bien, a pesar de lo indiscutido de estas razones, percibo que hacemos muy poco y si algo logramos, es demasiado exiguo en estos tiempos que vivimos, y no es suficiente por lo que necesita nuestra sociedad o quizás el mundo.

El gravísimo problema que es la eliminación de una vida, como el aborto, necesita de esfuerzos constantes y ordenados.

Compruebo en la gran mayoría de las personas de buena voluntad cuando tocamos este tema, sea en nuestra ciudad, o en provincias del interior que periódicamente visito por trabajos, la conciencia que se tiene de lo nefasto y terrible que es abortar estos angelitos.

Creo que ésta es una etapa histórica que nos toca vivir. Nuestros descendientes estarán orgullosos o decepcionados, por lo que habremos hecho sobre este delicado tema, donde está en juego nada menos que la vida de un bebé. El más precioso e indefenso de los estados de vida, de los seres humanos.

Sin más, y esperando nos dejemos iluminar por Dios y a su vez comprometernos con todo, en esta hermosa y sublime obra, los saluda atentamente.

Oscar R. Galván

DNI: 6.035.107.