Diego Armando Maradona confirmó ayer públicamente que declinará el ofrecimiento que le realizó el presidente de AFA, Julio Humberto Grondona, ratificando de esta manera la información que había surgido en la víspera respecto de su decisión. "No creo que éste sea el mejor momento para integrarme al seleccionado argentino", avisó el propio Maradona para confirmar lo que entre bambalinas había anunciado, después de la emisión de su último programa televisivo, el lunes pasado.

"Quiero dejar en claro que no voy a tapar a nadie y lo quiero liberar a Julio (Grondona), porque yo sé que me quiere bien y desea integrarme al grupo del seleccionado, pero no es ésta la ocasión", remarcó Diego.

El aviso del astro futbolístico llegó justo un día antes de que Grondona viaje a Suiza, para sumarse a la delegación argentina, que desde las 12.45 de mañana, afrontará un trascendente compromiso, aunque sea de carácter amistoso, ante Inglaterra.

Precisamente el titular de AFA había anunciado la semana anterior, al finalizar la única reunión que mantuvo con Diego en el predio de AFA, en Ezeiza, que Maradona iba a ofrecer una conferencia de prensa junto a José Pekerman la semana próxima, después del partido del miércoles ante Qatar, en Doha.

Según estas afirmaciones, Maradona y Pekerman anunciarían en ese encuentro con los medios la incorporación del astro al cuerpo técnico, aunque en ningún momento "Don Julio" aclaró cuáles serían sus funciones.

Y en ese punto, radicó el principal inconveniente para concretar en estos momentos el acceso del "10" al Seleccionado: la intangibilidad de las funciones que le competirían. Es que Diego siempre dijo que quería tener incidencia en las decisiones que se adoptaran en la Selección, desde la designación de jugadores hasta el estilo de juego.

Pero por contrapartida, Grondona siempre aclaró que "cualquier función que cumpliera Maradona, no debía menoscabar la autoridad de Pekerman".

Y estas expresiones, inevitablemente contrapuestas por más buena voluntad que pusieran las partes, iban a entrar en colisión a la primera de cambio. "Si a mí me pasara algo así, renunciaría. No lo podría aceptar", apuntó pocos días atrás el ex seleccionado nacional Carlos Salvador Bilardo. "El técnico es uno solo", resaltó desde la experiencia el campeón mundial en México 1986.

En tanto Pekerman hizo, desde que se llevó a cabo esa reunión en Ezeiza, "mutis por el foro", aunque tomó parte de ella junto a su ayudante, Hugo Tocalli. No habló ese día en el predio afista, tampoco lo hizo antes de partir, el pasado domingo por la noche, rumbo a Ginebra, y tampoco por estas horas en Suiza. Sin embargo, fuentes vinculadas con el cuerpo técnico que encabeza José deslizaron que no aceptaría intromisiones en su tarea de conducción del equipo nacional.

Por lo pronto en Suiza, ayer Pekerman le puso una cara ofensiva al equipo que jugará ante el poderoso conjunto inglés, cuando realizó la principal práctica de fútbol previa al partido, colocando la siguiente formación: Abbondanzieri; Zanetti, Ayala, Samuel y Sorín; Maximiliano Rodríguez, Demichelis y Cambiasso; Riquelme; Tévez y Crespo.

Esto quedó en un circunstancial segundo plano ante el "no" de Maradona, pero con él de por medio, este partido con Inglaterra, al margen de su significado emblemático, cobrará tanta importancia como si fuera por los puntos, ya que especialmente para los argentinos, habrá mucho más en juego que el orgullo y el prestigio.

En Qatar

La AFA anunció que el encuentro amistoso que sostendrá el seleccionado argentino el próximo miércoles 16 ante el de Qatar se disputará desde las 17 hora local (11, hora de Argentina). El encuentro, que se desarrollará en el Alssad Stadium de Doha, podría ser el último que dispute en el año el conjunto de José Néstor Pekerman, siempre que no se consiga un rival para enfrentar en diciembre en la Argentina.