NUESTROS RECUERDOS
Un pistolero de ley
En Gimnasia y Esgrima de Ciudadela hubo un equipo de fútbol que hizo historia. Se lo llamó "Los Pistoleros" y brillaron en la década del treinta.

Héctor Giúdici, de 86 años, es uno de los "Pistoleros" de la época que marcó un capítulo distinto en el club Gimnasia y Esgrima del populoso barrio de Ciudadela. El hombre reconoció que nunca se supo a ciencia cierta quién fue el que los nombró "Pistoleros", pero la historia marca que el nombre nació como producto de un equipo de fútbol que arrasaba con sus rivales. Alguien comentó después de un partido que había ganado el club, que "estos muchachos te matan a tiros" y como consecuencia de eso los llamaron "Pistoleros".

-¿Se acuerda de los jugadores que conformaban ese famoso equipo?-Seguro, eso es algo que no podemos olvidar jamás. "Paco" Mors, fue un arquerazo, quiero destacarlo, y después estaban "Carlucho" Lebrón, Distéfano, Alberto Lebrón, el hermano del anterior, "Flaco" Amadei, "Fito" Juárez, "Chinchivira" Muñoz, "Negro" Salas, el "Macho" Loyarte, José Quinteros y la "Vieja" Eusebio. -¿Usted formó parte de ese equipo?-Sí, más tarde. Ellos comenzaron en el '31 cuando yo tenía 11 años y junto a otros muchachos de mi clase íbamos a la cancha para verlos jugar. La verdad es que eran realmente buenos porque, así como a veces perdían, cuando ganaban lo hacían marcando una diferencia enorme sobre los rivales de turno. Siendo muy joven me tocó hacer reemplazos y eso fue un verdadero orgullo. Me paraba de volante tapón, porque era bajito de estatura, pero muy movedizo. Cada vez que lo hacía, recibía elogios. -Obtuvo logros importantes...-El sólo hecho de jugar al fútbol ya era un logro. Lo que voy a contar es un dato muy curioso. Jugamos un torneo con el equipo "Pistolero" que tenía jugadores de segunda categoría. Llevábamos 35 partidos invictos, entre triunfos y empates, y llegó el momento de definir el torneo. Ese día jugamos en cancha de Ferro, que estaba en 4 de Enero y Mariano Comas, y el rival era Independiente. Es de no creer, ya que perdimos y encima con un gol en contra. Independiente, que era un gran equipo, salió campeón y nosotros, que llegábamos invictos, terminamos segundos con el único partido perdido. La jugada fue muy simple: el wing de los rivales desbordó a gran velocidad y cuando pudo mandó un centro rasante y Sequeira, que había jugado poco en Gimnasia, se la llevó por delante dejando a nuestro arquero sin reacción. Así terminó el partido y, mientras ellos festejaban el torneo, nosotros estábamos destrozados mirándonos a la cara, tratando de buscar explicaciones a lo sucedido. -¿Trabajaba mientras fue jugador?-Seguro, y vivía con el sueldo de bancario. Estuve 35 años en el Banco Provincia y mis hijos, luego, siguieron mis pasos en el mismo trabajo. -Y en el fútbol...-Los varones fueron simpatizantes, pero no jugadores. Hicieron deportes como hacen todos, pero no se destacaron. -¿En qué otro deporte se destacó?-énicamente en fútbol. La verdad es que después de retirado de la actividad me puse a dirigir. Lo hacía en partidos amistosos, ya que conocía muy bien la reglamentación de la época y me gustaba el desafío. Un buen día me llamaron para que dirigiera una práctica en el club Gimnasia y, como no podía ser de otra manera, accedí y en la mitad del partido de práctica cobré una falta que había considerado normal y un jugador se enojó de tal manera que me metió un golpe de nocaut. Ese día abandoné el arbitraje y desde entonces no volví a hacerlo. Con el muchacho terminó todo bien, como si nunca hubiera pasado nada, pero de la trompada jamás me pude olvidar. -Sigue a los actuales "Pistoleros"...-Siempre voy a la cancha para ver ganar al equipo. En esta temporada, precisamente, nos dieron una alegría grande después de varios años. El plantel hizo un excelente trabajo para poder conseguir el tan ansiado campeonato que compone la lista de nueve que se consiguieron desde que participamos en los torneos de la Liga.

La familia.

Don Héctor Giúdici estuvo casado con doña Miriam y juntos tuvieron cuatro hijos: Luis Ángel, Graciela Margarita, Héctor Raúl y José María. Este último es sacerdote y desempeña sus tareas en la localidad de El Trébol, mientras que los otros tres hijos fueron empleados del Banco Provincia y luego se trasladaron a dependencias del gobierno provincial.

Juan Carlos Haberkon[email protected]