El compromiso con un legado

La Asociación Amigos de Santa Fe la Vieja se ha unido a la labor conjunta iniciada por el gobierno de la provincia para proponer ante la Unesco que el Parque Arqueológico Ruinas de Santa Fe la Vieja pase a integrar la lista de bienes Patrimonio de la Humanidad.

Como institución integrada por voluntarios, deseamos fervientemente que el Parque Arqueológico, cuyas ruinas fueron localizadas y exhumadas por don Agustín Zapata Gollán en 1949, forme parte de los bienes inscriptos en el Patrimonio Mundial.

Nos sentimos comprometidos con este desafío, que contribuirá a la preservación del sitio y a la valorización de nuestra identidad multicultural.

Para los santafesinos, los muros de adobe, remanentes de una ciudad colonial silenciosamente abandonada durante cuatrocientos años, son la memoria viva de nuestras huellas de identidad marcadas a través de los siglos. Y el testimonio de sus ruinas y su paisaje, indicios que consolidan nuestra cultura mestiza, continuada a través de los siglos por el trabajo, la persistencia y la dignidad de los pobladores de la región.

Los remanentes del pasado

Santa Fe la Vieja y su entorno se definen en cada una de las tejas desenterradas, las tapias anchas, los fragmentos de cerámica, las medallas, la representación de una traza ordenada en una cuadrícula y hasta en ese misterio de su traslado -del que han quedado escasos testimonios escritos.

Los santafesinos asignamos a estos rastros de nuestro pasado una particular significación, porque son símbolos del nacimiento de una ciudad que es modelo de multiplicidad étnica, mestizaje y complementación cultural.

Los noventa miembros voluntarios que constituimos en la actualidad la Asociación estamos comprometidos con la preservación de este pasado y convencidos de la necesidad de proteger a la ciudad vieja y transmitir su legado espiritual y material.

Amigos ante el infundio

Inspirados en este compromiso, nacimos como institución cuando los Amigos se reunieron, por primera vez, el 5 de julio de 1953, antes de la exhumación de las ruinas, con el propósito de hacer público su apoyo a la tesis de don Agustín Zapata Gollán sobre la localización del sitio.

En aquellos días, una polémica planteada por algunos investigadores acerca de la ubicación de la ciudad colonial arrojaba dudas acerca de la veracidad del descubrimiento de don Agustín Zapata Gollán. La polémica, teñida de infundios, se acalló al pronunciarse en favor del descubrimiento la Academia Nacional de la Historia. A partir de entonces nuestra institución fue fiel a este legado y, a través del tiempo siempre intentó preservarlo del olvido.

Recreando el pasado

Santa Fe la Vieja también es un ámbito educativo que cumple una función dentro del aprendizaje escolar. En lo que va de este año visitaron el Parque más de 14 mil personas, la mayoría de ellos escolares y estudiantes.

Atendiendo a esta significación, la Asociación Amigos realizó algunos emprendimientos conjuntos con el Archivo General y el Departamento de Estudios Etnográficos y Coloniales -ambos organismos dependientes de la provincia de Santa Fe-, acompañados por las instituciones hermanas, la Asociación Conmemorativa de la Primera Yerra y el Centro de Estudios Hispanoamericanos.

Para que los visitantes recreen con imaginación lo que fue la vida cotidiana de los vecinos de la primitiva Santa Fe, la Asociación Amigos dio continuidad a un antiguo proyecto de don Agustín Zapata Gollán. Con el aporte financiero de la Fundación Rafael del Pino de Madrid -que donó 80 mil dólares, en homenaje a doña Rafaela de Vera Muxica, virreina santafesina en el Río de la Plata, de quien don Rafael del Pino es descendiente- construyó en el predio la recreación de una vivienda del período colonial.

Los santafesinos aportaron la parte intelectual del emprendimiento que se realizó con la financiación española. Intervino en el proyecto un equipo santafesino integrado por historiadores, arqueólogos, artistas, arquitectos y mano de obra local.

Ciudad multicultural

La vivienda de doña María Esquivel, esposa de Sebastián de Vera Muxica, es una construcción que recrea el modo de vida de una de las principales familias de Santa Fe la Vieja. El microcosmos de la vida familiar en donde convivían los diferentes estamentos de la sociedad santafesina de aquel tiempo, cuyo mestizaje cultural se refleja a través de las réplicas de enseres y objetos de cerámica.

Para la realización de la casa ambientada se tomaron como fuente las investigaciones arqueológicas de decenas de viviendas excavadas por don Agustín Zapata Gollán. Se respetaron la disposición y las medidas usuales de las habitaciones, construcción, materiales y formas de implantación en el terreno.

Con respecto al mobiliario, los detalles se basaron en los testamentos e inventarios preservados y, para aquellos datos de los que no existen registros visuales ni descriptivos, se apeló a la iconografía americana y española de ese tiempo. En el entorno se plantaron un jardín y una huerta con especies típicas traídas de Asunción del Paraguay, además de hierbas autóctonas.

Matices y texturas

Basada en rigurosa información histórica suministrada por los investigadores del Museo Etnográfico, la institución encomendó al artista plástico local Angel Werlen y al arquitecto Francisco Bartolini la construcción de una maqueta, que fue ubicada en la planta baja del Museo de Sitio.

La obra, de aproximadamente 30 m2, muestra a la ciudad, con sus proporciones y en escala, en años previos al traslado a su actual emplazamiento a mediados del siglo XVII. La ubicación de la maqueta dentro del hall central del Museo permite a los visitantes observar el trazado cuadricular de la ciudad desde distintos puntos de vista, la plaza desde donde confluían las calles principales, como también los solares asignados a los edificios relevantes, propios de la ciudad hispanoamericana: el Cabildo, la iglesia Matriz, la iglesia de la Compañía de Jesús, la casa del gobernador, la iglesia de San Roque, donde asistían los naturales y los esclavos.

La inmensidad del espacio

Como en Santa Fe la Vieja predominaban los espacios abiertos, en medio de los cuales se ubicaban las viviendas, se creyó necesario incluir en la maqueta las sutilezas del paisaje y reflejar la dimensión humana de su arquitectura, además de poner énfasis en las características semirrurales de las viviendas y en la correspondiente ubicación del núcleo original de vecinos, según la distribución de los solares proyectada para el asentamiento urbano.

La memoria de un pasado

Hoy, gracias al compromiso de aquellos Amigos fundadores, llevamos más de cincuenta años esforzándonos por la preservación del Parque Arqueológico de Santa Fe la Vieja.

Como dice Luis María Calvo, director del Museo Etnográfico, "la localización de las ruinas por don Agustín constituyó un acontecimiento de trascendental importancia en la historia de la colonización del continente sudamericano".

Con esa convicción, para defender y preservar el valor arqueológico y espiritual del Sitio, los actuales Amigos de Santa Fe la Vieja renovamos día a día nuestro compromiso con este legado.

Bregamos por su conservación, como también por la continuidad y el avance de las investigaciones arqueológicas en el lugar. Y lo hacemos convencidos de la necesidad espiritual de preservar el patrimonio fundacional que nos legaron aquellos primeros "hijos de la tierra" y que hoy constituyen los indicios certeros de nuestra identidad.

Ma. del Carmen Caputto**Presidenta de la Asociación Amigos de Santa Fe la Vieja.