En esa zona, sobre la ruta 34, hay más de 600 mil cabezas. Todo el departamento San Cristóbal es líder en ganado vacuno en la provincia, con 1,4 millones de existencias.
En pleno corazón ganadero de la provincia, en una parte del departamento líder en existencias (San Cristóbal), entre Ceres y Curupaytí, está llegando a su fin la campaña de vacunación contra la aftosa, que había comenzado el 15 de setiembre.
En esa zona, cuyo eje es la ruta nacional 34, hay más de 600 mil cabezas, sobre un departamento que tiene 1,4 millones.
El presidente de la Fundación San Cristóbal Noroeste, Santiago Pedro Mottura, a cargo de la sanidad bovina en una jurisdicción que comprende Ceres, Hersilia, La Rubia, Arrufó y Curupaytí, fue consultado por El Litoral.
"En 1999, el país fue declarado libre de aftosa; pese a ello, cuando en 2001 la enfermedad resurgió en el país, la zona no se libró de su temible reaparición", cuenta.
"Ese año apareció un foco en La Rubia" relata René Prida, empleado de la Sociedad Rural. "El foco se anilló, se aisló, y comenzó la revacunación masiva.
"En campos de Ceres y Hersilia también se presentaron animales enfermos. Esas explotaciones se cercaron del mismo modo para impedir la propagación de la epidemia". No hubo que sacrificar animales.
Un peligro
Asimismo, las firmas rematadoras locales comercializan muchas cabezas que provienen de provincias limítrofes. Entran, por año, entre 80 y 90 mil terneros oriundos de Chaco, Formosa y Corrientes.
"Para el virus no hay fronteras", afirma personal del Senasa. Porque el virus de la aftosa es difícil de manejar; lo transporta un pájaro, una liebre, un perro, el viento. Es de libre dispersión.
Por ello, sostienen las fuentes consultadas, debe trabajarse en conjunto con los países limítrofes, y si bien hay convenios firmados a nivel Mercosur, se avanza muy lentamente en esa coordinación en lo que atañe a la profilaxis.
"No podemos saber qué nivel de vacunación existe en ciertos puntos de otras naciones que lindan con la nuestra y hay realidades complicadas en cuanto a su manejo. En Formosa, suele vacunarse a lazo porque se carece de instalaciones adecuadas. También allí hay ganado que va y viene desde Paraguay, a diario, cruzando por el río", describe el presidente de la Fundación San Cristóbal, Santiago Pedro Mottura.
La vacunación
En esta campaña de vacunación que llega a su fin, interviene la fundación que Mottura dirige. La entidad tiene una sección administrativa y otra técnica, y ésta se encarga de controlar el tema vacunación, la que se realiza a través de veterinarios contratados.
El precio de la vacuna en el país, por cabeza, oscila entre 1,20 a 1,90 pesos, dependiendo de los gastos y el profesional interviniente.
"En nuestra zona, la Fundación fijó un precio uniforme de 1,50. La campaña duró 45 días; arrancó el 15 de setiembre y terminó el 31 de octubre. La lluvia de jueves y viernes puede haber originado atraso en algún campo aislado, pero en las horas inmediatas las 300.000 cabezas que se contabilizan a nivel fundación, se hallarán vacunadas", finaliza Mottura.
En esa área trabajaron 14 veterinarios intra UEL, radicados entre Ceres y Curupaytí, los que cubren un 90 % de la inmunización y unos 35 profesionales registrados que pertenecen a otras localidades y efectuaron el 10 %.
Sonia Catela