En una declaración de arenga y rotundo optimismo tras la derrota, el entrenador de Boca Juniors, Alfio Basile, sentenció que los campeones superan los problemas y cuando surgen "aparece el verdadero equipo".

"Los campeones superan todos los problemas -afirmó-, así que tenemos que ganar los partidos que faltan. Siempre depende de nosotros, faltan quince puntos. Le tengo plena fe de que el equipo siga ganando".

Según Basile, "Colón nos ganó bien. Boca estaba en el segundo tiempo muy cansado, no tenía respuestas físicas. Fuimos, pero sin la claridad de cuando vos tenés piernas, sin la reacción que tenés cuando un equipo está bien".

"El jueves se hizo un gran desgaste físico y psíquico para revertir un resultado -agregó-, para seguir en la Copa. Y hoy se sintió. Ahora hay que seguir luchando, puede haber un par de recambios".

Consultado sobre si en algún momento había pensado en rotar más jugadores para este partido, manifestó el entrenador que "no, rotación fue la de Battaglia, Bilos y Abbondanzieri. Los demás estaban bien".

"Seguro que estaban recontracansados -añadió- y, aparte, hubo tres cambios obligados por lesión. Pero nadie es adivino, ya está el hecho consumado. Es normal, generalmente pasa cuando uno juega dos campeonatos que algún día se siente y hoy se sintió".

Señaló Basile que "salimos a rematar el partido en el primer tiempo, previendo eso. No se pudo embocar el gol y después ellos tuvieron tres o cuatro situaciones de contragolpe, donde hubo respuestas físicas de cansancio, fatiga muscular".

"Vamos a ver mañana qué me dirá el médico. Cagna

ya está lesionado. Los demás son todas fatigas musculares, cansancio".

En cuanto a los jugadores ausentes, apuntó el director

técnico de Boca que "por supuesto que se sintió, pero no puedo hablar de esas cosas. Ya sabíamos que era así".

"Tampoco le puedo echar toda la culpa al cansancio físico de que erráramos los goles -continuó. Hay días en que el equipo no está preciso para definir. Tuvimos las situaciones, no se hizo y después, nos costó el partido".

Admitió Basile que "Colón, en los últimos quince minutos, nos creó situaciones clarísimas. Se veía venir. Por eso puse a Morel, que no estaba entre los cambios previstos. Puse a Guillermo para ganar el partido y después, cuando vi que estaba para perder, metí a Morel, para no perder".

"Igual, no pudimos y nos hicieron el gol en el momento en que ellos jugaban mejor", concluyó.

Sin dudas que la victoria de Colón terminó tapando lo que fue un pésimo arbitraje de Gustavo Bassi, quien, a nuestro entender, ignoró dos claros penales que hubo en el área de Boca.

En el primer tiempo, Fuertes encaró por el callejón del "10" a Daniel Díaz, se metió en el área, amagó patear de zurda y enganchó hacia adentro para que la pelota le quede a su pierna más hábil. Allí, el "Cata" (a quien Fuertes le deseó después del partido que salga campeón) lo derribó, cometiéndole una clara falta que Bassi, muy lejos de la jugada, ignoró.

La otra fue una maniobra que se produjo en el segundo tiempo, ante un remate de Zurita que fue desviado con la mano por Schiavi, cuando el partido todavía estaba 0 a 0.

En el primer tiempo también hubo una jugada dudosa, que protagonizó el mismo Fuertes, esta vez con Schiavi, y en la que hubo dudas respecto de la limpieza con la que el defensor de Boca terminó conjurando la acción.

Además, el árbitro dejó seguir en una acción en la que el línea le había cobrado saque de arco a favor de Boca, generándose un contragolpe que siguió durante varios segundos hasta que, por fin, Bassi decidió mirar hacia el línea y cobrar lo que debió hacer un rato antes.

Hasta que Bassi amonestó a Vargas -el de Boca-, fueron cuatro los hombres de Colón que recibieron la amarilla, en otra demostración de la falta de personalidad de algunos árbitros cuando les toca dirigir en la Bombonera.

Afortunadamente, la superioridad y la justicia -que muchas veces no se da en el fútbol- permitieron que Colón se vaya de la Boca con los tres puntos. Si no, estaríamos hablando de los errores de Bassi perjudiciales para Colón.