Las buenas y malas señales

El gobierno tiene buenas y malas señales ante sí. Por un lado el crecimiento de la economía avanzó en el tercer trimestre por encima del 8% y la inversión trepó al 18% del PBI. Por el otro, el precio de la carne al mostrador desafía la polémica política antinflacionaria lanzada por Lavagna en acuerdo con el presidente Kirchner.

Esta semana el Indec dará a conocer datos oficiales, pero ya se descuenta que la economía crecerá 8% o más, impulsada fundamentalmente por la construcción, pero también por la industria y el sector agropecuario, cuyas exportaciones siguen creciendo.

Otro dato es que la inversión treparía hasta entre el 18 y el 20% del PBI -siempre en el tercer trimestre- algo menor al 24% del segundo trimestre pero con una proyección anual del 18%. La cifra está al menos tres puntos por debajo del nivel que Lavagna busca para que la economía crezca lo suficiente, la oferta sea robusta y la demanda no presione el alza de los precios.

Mientras eso llega, la decisión del gobierno es poner trabas a la venta al exterior (retenciones, suspensión de reintegros fiscales a excportaciones) para volcar más producción al mercado interno y presionar precios a la baja. Pero la carne, cuyo precio costo es emblemático para el sistema de precios en la Argentina, muestra indicadores que preocupan y podría llevar la inflación del mes hasta el 1%.

En los últimos, la carne al mostrador subió en la zona entre un 5% y un 15%, expresando una singular puja de intereses. La prohibición de faenar animales chicos volcó mercado al novillito, que incrementó sus precios; y la exportación -incrementada por la aftosa en Brasil- mantiene alto el precio de animales de mayor porte.

A eso se suma que la vaca da manufactura (carne picada y milanesas son cortes populares de gran demanda por estos días) también se incrementó, y que los frigoríficos aseguran que bajó el recupero de precios por la venta de cueros a las curtiembres.

Sin embargo la Cámara Industrial de Manufacturas del Cuero calificó de "falaz" la argumentación de los frigoríficos que les adjudica responsabilidad en la suba del precio de la carne, y aclararon que ese subproducto que industrializan sólo representa el 7 por ciento de la res.