Vivir en paz

El incremento de la violencia registrado en los últimos meses en Santa Fe hace que cada día se torne más complicado vivir en esta ciudad. Desde el gobierno provincial se intenta restar dramatismo a la situación y se insiste en que la raíz del problema radica en una creciente "sensación" de inseguridad por parte de los vecinos.

A nivel oficial se fundamenta esta postura comparando el número global de delitos cometidos entre enero y octubre de este año, con los hechos denunciados durante el mismo período del año pasado. Dichas estadísticas indican que en 2005 se registraron 11.125 hechos delictivos, mientras que en 2004 la cifra alcanzó los 12.085.

Incluso, si se suman las denuncias realizadas entre enero y octubre, este año se registraron menos hurtos, robos e, incluso, homicidios.

Sin embargo, un análisis más detallado de dichos guarismos permite detectar que en el período junio-octubre de este año creció el número de robos calificados -muchos de ellos por el uso de armas de fuego- con respecto al mismo período del año pasado.

Durante esos cinco meses de 2004, se registraron 836 delitos de esta naturaleza, mientras que en el mismo lapso de 2005 la cifra llega a 989, lo que representa un crecimiento de casi el 16 por ciento.

Tal vez allí radique una de las explicaciones para lo que a nivel oficial se califica como "sensación" de inseguridad, pues la presencia de un número mayor de delincuentes armados provoca un fuerte impacto en la opinión pública y acrecienta el riesgo al que se ve sometida la víctima de un delito.

Desde la Defensoría del Pueblo de la provincia se entregó al gobernador Jorge Obeid un petitorio titulado "Para poder vivir en paz", firmado por más de cinco mil ciudadanos que adhirieron espontáneamente a esta iniciativa surgida de los vecinos del barrio Guadalupe. Lo que se reclama en la nota es que se tomen las medidas necesarias para alcanzar una "convivencia pacífica y segura".

A principios de septiembre, los comerciantes de Av. Facundo Zuviría organizaron una marcha que terminó frente a la Casa Gris y en la que también se reclamó la adopción de medidas adecuadas para recuperar la paz perdida. Desde otras zonas de la ciudad la gente viene realizando planteos similares.

Frente a este tipo de reclamos ciudadanos, el gobierno de la provincia convocó a un Consejo Consultivo de Seguridad, en el que se evalúan distintas alternativas para reducir los niveles de violencia en la ciudad de Santa Fe. Pocos días después, la Municipalidad reunió a su Consejo de Seguridad Comunitaria.

Es de esperar que estos dos organismos trabajen en forma mancomunada, aunando esfuerzos e ideas para enfrentar a la violencia. Incluso, tal vez resulte conveniente que la problemática sea abordada sólo por una comisión, de manera tal que se eviten la pérdida de tiempo y la dispersión de iniciativas.

Los ciudadanos de Santa Fe esperan medidas efectivas y concretas en el corto plazo.