Municipalidad por un lado. Provincia por el otro. Con ese panorama se encontró el juez Diego De la Torre a principios del año pasado, cuando ex funcionarios de uno y otro sector declararon en calidad de testigos en la causa que investiga si existieron responsables por las inundaciones de 2003.

Las contradicciones fueron tantas que, incluso, en aquel momento el magistrado ordenó careos entre el ex intendente Marcelo Alvarez y distintos ex funcionarios provinciales.

El primero con el que Alvarez se sentó frente a frente fue el ex ministro de Obras Públicas, Edgardo Berli. Cada uno mantuvo su postura y no se pusieron de acuerdo, por ejemplo, con respecto a qué ocurrió durante una reunión improvisada que se realizó en la noche del 28 de abril de 2003 sobre el puente que cruza la autopista Santa Fe-Rosario, en el oeste de la ciudad.

Según Alvarez, en aquella reunión Berli y sus colaboradores le dijeron que levantarían un bolseado sobre la autopista, para frenar el agua y evitar que se inundasen los barrios ubicados al sur de este lugar. Por ese motivo -dijo Alvarez- afirmó al día siguiente por LT10 que no se inundarían barrios como Santa Rosa de Lima, Centenario o Chalet.

La versión de Berli fue diferente. El ex ministro volvió a decir ante el juez que el propio Alvarez rechazó esta idea durante aquella noche, y por lo tanto la obra nunca llegó a realizarse, más allá de que algunos vecinos colocaran bolsas en el lugar en un intento desesperado por frenar al Salado.

Alvarez fue careado también con el ex titular de Vialidad de la Provincia, José D'Ambrosio; y con el ex subsecretario de Obras Públicas, Carlos Miguel Gómez Galissier.

El tiempo pasó y once protagonistas de aquellas horas trágicas figuran en la lista de imputados. La semana pasada, De la Torre indagó a cinco ex funcionarios provinciales: Berli, D'Ambrosio, Gómez Galissier, Ricardo Fratti -ex Hidráulica- y Carlos Filomena -ex Defensa Civil-.

Ahora comenzarán a desfilar por el juzgado los ex funcionarios municipales. El jueves será el turno de Juan Carlos Cafaratti. Luego le seguirán Juan José Maspons, Hugo Alvarez Oporto, Alfredo Pérez, Jorge Bounous y, finalmente, Marcelo Alvarez.

¿Se plantearán nuevamente las versiones contrapuestas entre Provincia y Municipalidad? Adelantar una respuesta a esta pregunta podría resultar aventurado, aunque hay antecedentes en este sentido.

Lo que sí se sabe es que algunos de los ex funcionarios provinciales indagados dejaron en claro que el Comité de Emergencia Hídrica no tomaba decisiones -sólo "gestionaba"-; que Defensa Civil no planteó la posible evacuación; que Municipalidad y Provincia no trabajaron coordinadamente -hasta el 28 de abril no había contacto fluido- y que el Ejecutivo en pleno seguía de cerca lo que estaba ocurriendo con el Salado.

Una posibilidad -siempre latente- es que los ex funcionarios provinciales hayan acordado un discurso como estrategia defensiva. Si así fuera, queda claro que resulta al menos improbable que Ricardo Fratti participe de dicho acuerdo. De hecho, la semana pasada se presentó en Tribunales sin abogado defensor y, después de la tragedia de 2003, se transformó en el único funcionario provincial en ser desplazado de su cargo por el entonces gobernador Carlos Reutemann.

Durante las horas trágicas, era director de Defensa Civil y fue duramente criticado porque viajó a Paraná para participar de una fiesta. Carlos Filomena declaró el viernes por la tarde y le dijo al juez Diego De la Torre que "los jefes naturales de la Defensa Civil en cuestiones críticas o de emergencia, son los gobiernos locales, municipales o comunales donde ocurre el evento".

De esta manera, intentó negar responsabilidades de su parte ante lo sucedido en 2003 y puso el acento en otros entes locales y nacionales. Incluso, dijo que ningún organismo técnico y específico relacionado con el monitoreo del río "advirtió el alcance que iban a lograr las aguas". Y en este sentido, se refirió a la Municipalidad, al Instituto Nacional del Agua e, incluso, a la Facultad de Ciencias Hídricas.

Cuando se le preguntó por qué no dispuso un plan de evacuación, Filomena volvió a apuntar a la Municipalidad: "Creo que era competencia municipal. Recién una vez que excede el marco de la capacidad operativa del municipio es que atiende la Defensa Civil en su conjunto".

Pero Filomena fue aún más allá. Aseguró haber recibido la orden de contactar al coronel Trelia, del Ejército, con el intendente, por el alojamiento de posibles evacuados. "Me dirigí a la intendencia, hablé con Marcelo Alvarez y le dije que mi función era contactarlo. Agarré el celular de Trelia y le dije que lo iba a hablar el intendente, que se pongan de acuerdo. Adelante mío, se pusieron de acuerdo por teléfono, y terminó mi función".