Empresarios de la Copal, cámara que agrupa a entidades alimenticias de todo el país, se reunirán hoy para analizar el impacto que tendrá la eliminación de reintegros a las exportaciones de productos tales como carnes, lácteos, harinas, pollos y aceites, entre otros.

Para el sector, el monto comprometido alcanzaría los 140 millones de dólares por una medida que fue tratado por el Comité Ejecutivo de la Unión Industrial Argentina (UIA), en un encuentro realizado el viernes último y encabezado por el titular de la entidad, el plástico Héctor Méndez.

Los industriales, junto a la gente de campo, también se manifestaron afectados por la suspensión de los reintegros a la exportación para productos alimenticios como medio para combatir la suba de precios. Por ello, directivos de la UIA volverán a estudiar, mañana, el efecto que esto tendrá sobre los diferentes sectores.

Más allá de los rechazos presentados por los diferentes sectores de la industria de la alimentación y el sector fabril, desde el campo también se formuló una seria crítica para el alcance de esta iniciativa.

Ricardo Grether, de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), expresó que "se trabaja en la coyuntura y no hay programa a largo plazo. Así, no se sabe cual es el objetivo del gobierno. Las medidas anteriormente adoptadas mostraron su fracaso, tal como sucedió en carne y lácteos".

"Las entidades del campo dan su rechazo a la eliminación propuesta. Son medidas coyunturales y desde el agro esperamos políticas que permitan aumentar la producción en un mercado que presenta suba de precios, aumento en el consumo interno y en exportaciones", dijo Grether.

Así, se extienden desde todos los ámbitos el rechazo a las medida anunciada por el propio ministro de Economía, Roberto Lavagna, que apunta a la eliminación -por un tiempo que se desconoce- de reintegros que van del 2,5 al 5 por ciento.

Asimismo, la tasa de inflación acumula en lo que va del año un 9,8 por ciento y, tras la presentación de las medidas, el propio ministro de Economía advirtió que "si no es suficiente se tomarán medidas adicionales".

Entre las medidas anunciadas, figura la suspensión de los reintegros de impuestos a la exportación de alimentos que forman parte de la canasta de consumo interno habitual de los argentinos.

La decisión alcanzará unos 200 productos que incluye carnes vacunas, pescados, quesos y lácteos, arroz, harina, aceites, pastas, té y yerba mate y algunas hortalizas y no habrá plazo de aplicación, porque dependerá de la "evolución de los precios" en el mercado interno.

La Federación de Cámaras y Centros Comerciales (Fedecámaras) reclamó al gobierno que "aplique rápidamente la Ley de Defensa de la Competencia", para que "ceda" la tendencia alcista de los precios de la canasta básica de alimentos, informó en un comunicado.

"Si el gobierno no actúa rápidamente aplicando la Ley de Defensa de la Competencia contra los monopolios, esta tendencia alcista no cederá, y los precios seguirán aumentando", advirtió el titular de Fedecámaras, Rubén Manusovich.

Según la entidad, "en lo que va de noviembre, en promedio, las subas de precios de la canasta básica llegan al 4 por ciento", y según proyecciones propias, "la inflación de ese mes superará el 1 por ciento".

En igual sentido, Fedecámaras denunció que en la segunda semana de noviembre "hubo fuertes aumentos en el precio de la carne, que subió entre un 5 y un 10 por ciento, también en las gaseosas, el agua mineral y la cerveza".

"El sector minorista continúa en estado de alerta y movilización, a la espera de que las organizaciones que representan consumidores dispongan un plan de acción que frene la remarcación abusiva de precios", concluyó el comunicado.