El primer objetivo será el acuerdo con el FMI
Bajo riguroso hermetismo definen las prioridades de Economía
La "nueva etapa", que se iniciará mañana, se apoyará en los logros obtenidos para encarar una mejor distribución de los ingresos. Algunas secretarías pasarían a la órbita del Ministerio de Planificación.

El total alineamiento con el presidente Néstor Kirchner de la designada ministra de Economía, Felisa Miceli, quedó de manifiesto el día después de su nombramiento en lugar del destituido Roberto Lavagna para afrontar lo que el Gobierno considera una "nueva etapa".

El Gobierno, a su vez, hizo un balance positivo del impacto que el relevo de Lavagna y la designación de Miceli tuvo en el país, aunque minimizó el impacto en el exterior con el argumento de que "aún se conoce poco" a la futura ministra que asumirá mañana.

Por primera vez desde el cambio, el Presidente salió a ratificar la orientación de la política económica. "Soñamos proseguir este camino y este rumbo con un crecimiento sostenido con orden macroeconómico y sin inequidad social", dijo durante la inauguración de una planta industrial del laboratorio francés Sanor en la ciudad bonaerense de Pilar, una inversión de más de 200 millones de pesos. "Son nuestros objetivos la lucha contra la desocupación y la pobreza, sustentados en el superávit fiscal", subrayó.

Allí Kirchner se presentó en público con Miceli por primera vez tras su nombramiento. Sin embargo, la todavía titular del Banco Nación eludió cualquier comentario periodístico, del mismo modo que lo había hecho al salir de su casa por la mañana. Un cerradísimo hermetismo ordenado por el propio Presidente rodeó la actividad de Miceli. Fuentes cercanas a la ministra sólo dijeron a este diario que "la reunión fue de trabajo" y que "se evaluaron las nuevas pautas" de la política económica, cuyas prioridades podrían hacerse públicas hoy, o más probablemente mañana, después de la asunción.

Además Kirchner y Miceli evaluaron la designación de los funcionarios que integrarán el equipo que la acompañará en el Palacio de Hacienda. Las fuentes no confirmaron a los cuatro funcionarios que integraron el gabinete de Lavagna y que continuarían en sus funciones, aunque ello se da por descartado.

Algunos gestos

Como un gesto de colaboración se observó, por otra parte, la confirmación de que Lavagna asistirá a la asunción de su ex discípula, al que también fue invitado por Kirchner. También las comunicaciones telefónicas que en su primer día de ex ministro mantuvo con el secretario del Tesoro estadounidense, John Snow; el encargado del Hemisferio Occidental en el FMI, el hindú Anoop Shing; el presidente del BID, Luis Moreno, y el ministro de Hacienda chileno, Nicolás Eysaguirre.

Uno de los primeros desafíos que tendrá Miceli es reanudar las conversaciones con el FMI para lograr un posible refinanciamiento de los pagos durante los dos próximos años, siempre que Kirchner no decida continuar sin acuerdo y con su política de desendeudamiento con el organismo.

Las fuentes recordaron el ofrecimiento que le hizo Lavagna a Miceli durante una conversación telefónica cuando ya se había producido el cambio: "contá conmigo para lo que necesites", le dijo.

Una fuente de la Casa Rosada dijo en ese sentido que las conversaciones de Lavagna "contribuyen a generar confianza en Miceli, a quien en el exterior se la desconoce, como ocurrió con Lavagna cuando asumió en abril de 2002". Sobre todo después que en el Gobierno se admitió ayer que el cambio en Economía tuvo un "impacto poco claro" en el exterior, básicamente por su inoportunidad. "Hay cierta incertidumbre porque no saben muy bien quién es Miceli, pero también porque la decisión se adoptó después de la Cumbre de Mar del Plata y de la visita del Presidente a Venezuela" en lo que marcó una profundización del vínculo político y económico con el gobierno de Hugo Chávez.

Las reservas

Mientras las reservas internacionales ya se encuentran por encima de los 26.500 millones de dólares, y en lo que va del año acumulan un crecimiento cercano a los 7.000 millones, el presidente Néstor Kirchner salió en las últimas horas a ratificar la continuidad de la política de superávit fiscal y de paulatina mejora de las reservas.

Junto a Felisa Miceli, quien a partir de mañana asumirá formalmente la conducción de la cartera económica en reemplazo de Roberto Lavagna, el presidente Kirchner dijo ayer que en la Argentina "se puede invertir, trabajar y ganar dinero decentemente" y que el camino del crecimiento se sustentará en el "orden macroeconómico", sin descuidar las cuestiones sociales.

Según los números del Banco Central, se encuentran actualmente en la marca récord de 26.548 millones de dólares. Estos números implican un incremento superior a los 18.000 millones de dólares desde el mínimo registrado en enero de 2003.

Además, es el nivel más alto desde abril de 2001, cuando aún regía la Convertibilidad y el circulante de pesos en la plaza local se determinaba por la cantidad de billetes estadounidenses anotados en la cuenta del Central.

La autoridad monetaria viene acumulando reservas en los últimos dos años mediante su política de compra de dólares para evitar la apreciación del peso, que el Gobierno busca conjurar para evitar una pérdida de competitividad de las exportaciones argentinas.

¿Sigue Campos?

En el entorno de Micheli se admitió que Miguel Campos no continuaría al frente de la estratégica Secretaría de Agricultura. Su lugar sería ocupado por un hombre de confianza de Miceli, como lo es Marcelo Quevedo Carrillo, productor tabacalero y actual integrante del directorio del BNA.

De la redacción de El Litoral/CMI