Breves

Ejecutado N° 1.001

[ Carolina del Sur ]

Un hombre que hace once años asesinó al empleado de un comercio en Carolina del Sur (EE.UU.) fue ejecutado ayer con una inyección letal, informaron fuentes judiciales de ese Estado. Shawn Paul Humphries se convirtió así en el convicto número 1.001 ejecutado en Estados Unidos desde que el Tribunal Supremo restableció la pena de muerte en 1976. "Lo lamento", dijo Humphries antes de que se le aplicara la inyección que le causó la muerte seis minutos después.

Antes de la ejecución, la abogada de Humphries leyó una declaración en la que el condenado ofreció sus disculpas a las hermanas de su víctima, hizo referencias bíblicas y criticó la aplicación de la pena de muerte en este país.

Gripe aviar

[ Indonesia ]

Análisis efectuados en Hong Kong por la Organización Mundial de la Salud (OMS) confirmaron que la gripe aviar causó un muerto más en Indonesia, elevando a ocho los fallecidos por esta epizootia en el país. "Recibimos resultados y son positivos", declaró un responsable del Ministerio de Salud de ese país. Análisis preliminares, efectuados en Indonesia, indicaban que la gripe aviar era la causa de la muerte de esta mujer indonesia de 25 años, Sri Wahyuni, que murió el 29 de noviembre en el hospital Sulianti Saroso de Jakarta especializado en enfermedades infecciosas. Por lo menos otros cinco indonesios fueron contaminados por la gripe aviar, pero sobrevivieron.

Temor en Japón

[ Asesinatos ]

El asesinato de dos niñas de siete años por aparentes maníacos sexuales en apenas un intervalo de diez días ha trastrocado la imagen que los japoneses tenían de este país como un paraíso para la seguridad personal. "Hay una auténtica sensación de pánico entre las madres. Quienes trabajan piden a las vecinas que recojan a los niños aunque la escuela esté a 200 metros de la casa", señala a EFE Rumi Kawazoe, que vive con sus cuatro hijos pequeños en Saitama, provincia vecina de Tokio. Rumi, cuyo marido es ruso y vivió hace años la "ley de la jungla" de las calles de Moscú, subraya que sólo ahora, tras los salvajes crímenes ocurridos en Hiroshima e Ibaraki, cuyas víctimas fueron dos niñas de 7 años, comienza a ver cuán ilusa era la sensación de paz que marcaba la vida en Japón con respecto a otros países.