Sólo un 12% de las producciones santafesinas está asegurada
Seguros agrícolas, una asignatura pendiente
Algunos productores todavía son reacios a contratar este tipo de servicio. Aunque, las compañías reconocieron que desde la salida de la convertibilidad, aumentó la cantidad de solicitudes.

Por Ivana Zilli - [email protected]

El sueño de lograr que grandes superficies agrícolas estén aseguradas está muy lejos de la realidad. "Sólo un 12% de las producciones de nuestra provincia posee un seguro, un nivel que está muy por debajo de lo que se logra tener en países desarrollados como Europa y EE.UU, donde entre el 40 y el 55% de los cultivos tiene cobertura", advirtió el director General de Análisis de la Producción Agropecuaria del Ministerio de la Producción de Santa Fe, Modesto Malvasio.

Esta situación es menos alentadora si se tiene en cuenta lo que sucede en nuestro país, donde aproximadamente el 10% de las producciones está resguardada por un seguro.

Para Malvasio, "Santa Fe es una de las provincias con mayor información y en la que se está trabajando con fuerza para ampliar la implementación del seguro agrícola multirriesgo. Junto con la Nación, por ejemplo, se está trabajando en las regiones agroecológicas para determinar qué aptitud tiene cada zona para el desarrollo de determinadas actividades productivas. De esta forma, se contaría con la información necesaria para ver dónde se puede extender el desarrollo de los seguros agrícolas" porque "las compañías que deciden asegurar las tierras pretenden que haya una mayor dispersión del riesgo", explicó Malvasio.

Cuando hay sequía o inundación, por lo general, "no hay dispersión del riesgo". Por esta razón, "estas situaciones se transforman en casos catastróficos y las aseguradoras toman sus precauciones antes de asegurar estas tierras".

Informarse para medir el riesgo

Por medio de un convenio marco entre el INTA y el gobierno de la provincia, "disponemos del mapa de isoaptitud productiva de los suelos, el cual, nos marca la capacidad de uso de cada suelo con el adicional del riesgo de inundación", remarcó Malvasio.

Por otro lado, a partir de los datos que se logren conocer, "se podrá dar a las compañías aseguradoras más elementos de juicio, con los cuales, al acotarse el riesgo, podría existir una baja en las primas y el pago de indemnización surgiría a partir de los rindes habituales en cada zona, que se afianzaron en los últimos años", agregó el director General de Análisis de la Producción Agropecuaria del Ministerio de la Producción de Santa Fe.

Por ejemplo, en algunas zonas se toma un rendimiento histórico de soja de primera de 30 quintales. Sobre este rendimiento, la compañía paga cuando éste es inferior a 18 quintales. Sin embargo, en algunas de estas regiones el rendimiento actual está por encima de los 30 quintales y al pagarse 18 quintales, no resulta atractivo para el productor.

Por todas estas razones, se pretende conseguir la mayor cantidad de información para que, "dentro de lo posible, disminuyan las primas, y se eleve el monto a partir del cual la compañía paga la indemnización", resaltó Malvasio.

De esta forma, "se podrían actualizar los datos porque, en la actualidad, las compañías aseguradoras tienen bastante información global; pero, les faltan algunos datos locales".

Diferencias regionales

Hay regiones que por sus condiciones climáticas, las características de sus suelos y las posibilidades productivas que presentan "tienen mayores riesgos que otras". A pesar de esto, "en las zonas de mayor riesgo no hay coberturas de seguros porque aquí es donde se presentan más fácilmente los riesgos catastróficos -inundaciones, sequías, etc.- y, por lo general, las aseguradoras no tienen cobertura para estas situaciones de catástrofe", advirtió el director General de Análisis de la Producción Agropecuaria de Santa Fe.

Habitualmente, en las regiones donde hay menor riesgo agrícola, existe una tendencia a asegurar las producciones contra el granizo que también cuenta con otras coberturas adicionales.

En tanto, la adquisición de un seguro multirriesgo de parte del productor es menor, ya que "algunas aseguradoras tienen un incipiente desarrollo en este tema", advirtió Malvasio.

Las zonas que tienen una mayor aptitud, "es bastante improbable que se inunden o que padezcan sequía"; sin embargo, "algunos productores `de punta' aseguran sus producciones para estar tranquilos y tener mayores facilidades al momento de acceder al crédito porque es uno de los requisitos que ponen ciertas entidades financieras para dar un préstamo".

Por una mayor masificación

Malvasio reconoció que se está trabajando para aumentar la cobertura de seguros agrícolas en la provincia y en la Argentina. "La actividad agropecuaria tiene riesgos económicos y financieros como cualquier otra"; pero, además "posee riesgos climáticos y biológicos".

Por eso, "es necesario que el seguro agrícola se masifique en la mayor extensión posible de superficie y debe haber una legislación de emergencia nacional actualizada que contemple los riesgos catastróficos".

Hoy por hoy, "la ley nacional de emergencia está totalmente obsoleta y hay muchos beneficios previstos en esta normativa que en la práctica no pueden aplicarse porque no son los que necesita el productor como para recuperar los niveles de producción que tenía antes de que suceda el problema climático", recalcó Malvasio.

Por lo tanto, "el seguro agrícola es algo indispensable para mantener una estabilidad productiva y financiera de las explotaciones. Estamos tratando de producir toda la información necesaria para que la oferta que dan las compañías de seguro resulten atractivas para el productor y éste la tome", concluyó el director General de Análisis de Producción Agropecuaria del Ministerio de la Producción de Santa Fe.

Impacto de la sequía

La situación del norte -San Javier, 9 de Julio, General Obligado y Vera- es bastante complicada porque aquí "el problema más crucial está en la falta de agua para el consumo de los animales y de la población", señaló el director General de Análisis de la Producción Agropecuaria de Santa Fe, Modesto Malvasio.

Hasta el momento, "se estima que las pérdidas en estos departamentos de desastre superan los 300 millones de pesos en valor de la producción, a lo que todavía hay que sumarle lo que perdió San Cristóbal".

Esta crítica situación provocará "una caída en la producción láctea, pérdidas en los cultivos y en la ganadería", resaltó Malvasio.

Expectativas

La Secretaría de Agricultura de la Nación informó que, para la campaña 2005/2006, los principales operadores de seguros agrícolas "anticipan un aumento de la superficie asegurada junto a una disminución en el valor de las primas".

Según indicó este informe presentado por Agricultura, "una década atrás, el volumen del mercado apenas alcanzaba los 30 millones de pesos, mientras que durante el período 2003/2004 se colocaron seguros por más de 300 millones de pesos".

Para la campaña en curso, se espera un incremento en las hectáreas aseguradas y una consolidación en el volumen de negocios, ya que, si bien la escasez de lluvias limitó la siembra de trigo en algunas regiones y la demanda de seguros, el avance del área sembrada con granos gruesos presenta un buen escenario para la colocación de coberturas.

Asimismo, en comparación con la campaña pasada, se advierte "una reducción en el precio de las primas debido a la baja siniestralidad (durante el ciclo 2004-2005 se ubicó en torno del 54% cuando históricamente superaba el 75%) y la fuerte competencia entre las casi 30 empresas que operan en el ramo", resaltaron desde Agricultura de la Nación.

En línea ascendente

Desde la salida de la convertibilidad hasta la actualidad, se observa una interesante evolución en los seguros de riesgos agrícolas, con una tendencia en crecimiento en las últimas campañas. "Esta situación se debe, básicamente, a la valorización internacional de los commodities que implicó una suba de las cotizaciones de los granos y un aumento de la inversión en juego", remarcó Daniel Torrente, jefe del Area Técnica de San Cristóbal SMSG.

Con esta apreciación coincidió Julio Marinaro, gerente de El Comercio Compañía de Seguros -agencia Santa Fe-, quien reconoció que "la situación comenzó a mejorar a partir de 2001 y, el año pasado, esta mejora se reflejó con mayor incidencia en el norte santafesino".

Son varias las razones que condujeron por este camino. "Los agropecuarios obtuvieron una ganancia récord, empezaron a crecer, a modernizarse y a invertir en este tipo de servicio", remarcó Marinaro.

Por otra parte, "el escenario de alto riesgo climático de nuestro país y el aumento de la superficie cultivable justifican también el comportamiento de esta demanda". Más allá de esto, "los productores agropecuarios todavía no utilizan plenamente las ofertas de cobertura que les da el mercado asegurador", agregó Torrente.

Hoy por hoy, "es muy grande la superficie que aún está sin seguro, a pesar de que año tras año se van incrementando las solicitudes". Sin embargo, "muchos productores primero esperan tener problemas para después interesarse por contratar alguna cobertura", graficó Marinaro.

Por lo general, los agropecuarios aseguran la cosecha fina y gruesa; y el granizo tradicional y el granizo más adicionales son los seguros más vendidos.

Cuando en algunas zonas hay sequía o inundación, las compañías "no aceptan otorgar una cobertura a estas tierras", remarcaron los consultados.

Ante el ofrecimiento de este tipo de seguros, "muchos productores son reacios a contratarlo porque piensan que el costo es alto; pero, después de realizar varias consultas, se dan cuenta que tienen un resguardo para salvar la inversión que hicieron en su producción", concluyó Marinaro.