El productor opta por "desensillar hasta que aclare"
Frigoríficos replantean el negocio
Con la aparición de las retenciones, que supone una extracción al sector ganadero no inferior a los $ 500 millones anuales, la oferta ganadera termina de descomponerse.

Por Ignacio Iriarte

Hubiera sido inferior a la de los meses anteriores por la resolución 645, pero se introdujo tanto ruido (reintegros, retenciones, modificaciones a la 645) que el productor finalmente, ante la fuerte baja en lo que ofrece la exportación por sus novillos y ante el panorama de incertidumbre general, opta por "desensillar hasta que aclare".

Hay además, razones impositivas -un ejercicio que venía mejor que el del año pasado- y la falta casi absoluta de reposición: cada año que pasa es más difícil conseguir invernada (en volumen, calidad y precio, entre julio y enero).

Cada vez un mayor número de invernadores concentra el ciento % de su reposición en el momento de la zafra, en febrero a mayo.

Demanda

En cuanto a la demanda, debe decirse que la exportación, que era hasta hace un par de semanas la que se llevaba el 35 % de la oferta total de hacienda en pie, ahora sufre una fuerte reducción en el poder de compra. Bajó de 4,80 pesos a 4,20 pesos por kilo en gancho como consecuencia de las retenciones.

Como al pasar un precio de 4,40 pesos a los productores, la faena que logra armarse se reduce un 50 % o más con respecto a la semana anterior, porque los ganaderos se niegan a convalidar el efecto de las retenciones sobre los precios del ganado.

Buena parte de la industria exportadora ya paró la faena, o piensa adelantar las vacaciones. La mayoría de las empresas está replanteando sus negocios sobre la base de vender al mercado interno el mayor volumen posible y sólo seguir exportando en los contratos más rentables o aquellos contratos que deben cumplirse sí o sí.

Al recortar los ingresos de la exportación en un 15 %, en un momento en que el consumo interno se presenta muy firme (en volumen y precios), el Gobierno logra lo que quería: que se exporte menos (unas 20 a 25 mil toneladas mensuales por lo menos) y que se destine más carne al consumo interno, para que bajen los precios.

Los precios de la hacienda, los FOB y los valores al mostrador ya habrían tocado un techo de todos modos a mediados de noviembre. Ahora, con una oferta desconcertada que se retrae, y un fin de año que en lo doméstico viene más carnicero que nunca, es probable que los precios no caigan ni lo que quiere el Gobierno ni lo que necesita la industria para volver a operar con márgenes positivos.

En diciembre, la demanda por carne vacuna sube, y en los últimos años esta tendencia se ha acelerado.

Con el 15 % de retenciones, el Gobierno logra que la oferta de carne al mercado local, por redestino de la faena, aumente unos 7/8 kilos per cápita equivalente anual. Mataron un mosquito a cañonazos.

Salarios en suba

En los próximos 2 a 3 meses, 600 mil trabajadores sindicalizados estarán negociando aumentos de sueldos que van del 20 a 50 %. Los ingresos de los trabajadores informales, que suponen el 45 % de la mano de obra ocupada, han comenzado a crecer, después de casi una década de estancamiento.

Los salarios de amplios sectores han crecido en el 2004 bien por arriba de la inflación, y el año próximo promete ser el "año de los salarios".

La presión del mercado interno sobre la carne seguirá en ascenso.

A la exportación, que goza de valores FOB circunstancialmente altos, se le han quitado el 15 % de sus ingresos, cuando la utilidad de una empresa frigorífica en las buenas épocas oscila entre el 2 y el 5 % de la facturación.

Cuando bajen los FOB, con la vuelta de Brasil en el otoño próximo, ¿van a bajar las retenciones?