Fotos de un taller de Libre Expresión
La ciudad con ojos de niño
Durante el año, chicos del barrio Santa Rosa de Lima participaron de los talleres Libre Expresión de fotografía, organizados por la ONG Canoa. Su mirada sobre el propio entorno, así como sobre distintos lugares de la ciudad, aparece en la Muestra Itinerante de Fotos, donde más de una veintena de imágenes redescubren el "mundo de lo cotidiano", pero con ojos de niño.

Distanciarse del paisaje cotidiano; intentar burlar las razones que pueden convertir la propia calle en un escenario vacío. Aprender a "zafar" de las mismas razones que pueden transformar el camino diario de la casa a la escuela, al trabajo, a la plaza o a la casa de amigos, en tránsitos simples y rutinarios.

"Relatar con palabras" o "relatar con imágenes" no sólo es adiestrarse en el manejo de unas técnicas del discurso: el lenguaje es la condición misma de instituir sentidos, de resignificar prácticas; de poner -arbitrariamente- puntos y comas para alejarse, aprehender y modificar lo inmediato.

Durante varios meses, el barrio Santa Rosa de Lima y algunos otros tantos lugares y eventos de la ciudad fueron fotografiados por chicos de 11 a 15 años. Aprendieron a usar la cámara y ejercitaron la mirada: recorrieron, observaron, compararon, distinguieron. Seleccionaron imágenes, objetos y personas. Construyeron historias, para volver -finalmente- sobre sí mismos.

Los Talleres de Fotografía Libre Expresión, se desarrollaron en el marco del Proyecto Gestión Comunitaria para el Mejoramiento del Hábitat, de la ONG Canoa, entre mayo y octubre de 2005, con la colaboración de las instituciones agrupadas en el Espacio Interinstitucional del barrio.

Una quincena de chicos participó de la propuesta, que se desarrolló semanalmente en las sedes del Ciame (ex Hogar Belgrano) y de Canoa.

"Ellos nos enseñaron a manejar la cámara, a sacar fotos... Pero no a sacar por sacar, sino para que tengan un motivo. La diferencia está en que saques la foto de un árbol, o que le saques una foto a una persona haciendo una acción; o a un ocaso, para ponerlo en un cuadro. Esto no es lo mismo que sacarle a un perro que está tirado en la calle", explicó Leandro, integrante del taller.

"Prácticamente, nosotros no sabíamos nada de contar historias, de sacar fotografías. Empezamos charlando, conversando de todo lo que iba a pasar en el año. Uno de esos planes era salir al cine para ver cómo se hace un guión, observar, anotar. Y eso hicimos: fuimos a ver `La Guerra de los Mundos"', contó.

La experiencia se cerró con una muestra fotográfica itinerante y con la producción e impresión de dos fotonovelas, con ideas, textos e imágenes resultantes del trabajo en taller: "Asesinato confuso" y "El engaño se paga".

Las fotonovelas

"Hicimos dos fotonovelas, es decir, contamos dos historias. `Asesino confuso' trata de una chica que se drogaba siempre, y por eso mató a toda su familia. La otra historia es `El engaño se paga'; se trata de un marido que engañaba a su mujer; la mujer termina cortándole el dedo y luego se separan", comentaron Leandro y Darío.

"Una fotonovela es una novela relacionada con fotos: vas escribiendo partes, y las vas ilustrando. También se podría hacer dibujando. Nosotros, en el taller de Libre Expresión, utilizamos fotos", explicaron.

Las fotonovelas se basaron en la adaptación de relatos colectivos. Tanto las ideas, la producción, actuación, el guionado, las fotos, dirección como el diseño estuvieron a cargo de los chicos.

"Una noche de invierno, Florencia iba hacia la casa de su madre Sandra. Ella era católica, iba a la iglesia de Santa Rosa de Lima... Tang, tang... Cuando volvía se hacía una ensalada de huevo y chaucha...crachacrach. Luego, dormía la siesta... Ronquidos... Iba al baño a verificar si faltaba en el botiquín algún medicamento", dice un fragmento de "El engaño se paga".

En tanto, un fragmento de "Asesinato confuso" cuenta: "Siente las sirenas de la policía. Sale a ver qué pasa. Ve que hay docenas de policías y una ambulancia. Se cruza para ver qué ha pasado y encuentra al marido y al peluquero muertos. Aparece el detective llamado Marcos, su amante. Y dice que la muerte se debe a una pelea que tuvieron. Este caso ha concluido".

Aprender a mirar

"En un primer momento, apuntamos a trabajar en la construcción de historias potenciando el uso de la imagen como soporte de la capacidad imaginativa y narrativa, utilizando recursos sonoros y visuales, propiciando el trabajo colectivo. Más tarde, nos introdujimos en la técnica fotográfica: el uso de la cámara, los elementos de la composición, el cuadro, el ángulo, el punto de vista, la luz", indicaron Pablo Cruz y Marcos Barberis, del equipo de Canoa que, además, contó con la colaboración de Vilma Honoratt.

"Me gustó porque salimos por el barrio, y así conocimos a gente que nunca habíamos visto", comentó Yamila.

"No sólo sacamos fotos en el barrio -interrumpió Romina-, sino en otros puntos de la ciudad, porque siempre hay algo para fotografiar. Hay que buscar siempre, por más que sea un banco. Nosotros buscamos y encontramos el lado positivo para que ese banco no se vea sólo como un banco, sino como otra cosa".

Coincidiendo con sus compañeros, explicó: "Al final, terminamos aprendiendo a usar la cámara. Al principio, empezamos con unos cartoncitos, porque no teníamos ni idea de cómo manejarla. Después nos enseñaron los distintos puntos y planos: picado, contrapicado, para arriba, para abajo y en diagonal. Después, cada uno eligió una foto: las ampliamos y las pusimos en los paneles. Estuvimos varios días en eso, para hacer la primera exposición".

Los chicos hicieron salidas fotográficas durante las cuales recorrieron el Hospital de Niños, el Palomar, la peatonal, la plaza San Martín y las calles del barrio. También fueron al cine y a ver la muestra itinerante de Antonio Berni para niños, que visitó Santa Fe a mediados de año.

Las fotografías de la muestra se tomaron con cámaras automáticas, "las llamadas cámaras de juguete, las más baratas. Promediando el año, con algunos conceptos básicos aprendidos, los chicos, por grupo, se llevaron las cámaras a su casa y realizaron sus trabajos. De regreso, con el material revelado y copiado, hacíamos el análisis de las fotografías", explicaron Cruz y Barberis.

"Había tres cámaras. Primero, nos enseñaron a manejarlas, y después nos las empezaron a dar para que las tuviéramos, sacáramos fotos y para que hiciéramos distintos ejercicios. Por ejemplo: una semana tuvimos que fotografiar un oficio; podía ser el del padre, el del panadero del barrio o de cualquier otra persona. Después las traíamos y armamos un fotorreportaje", comentó Leandro.

Darío explicó que, cuando empezaron "sabíamos sacar una foto, pero no de la manera en que lo hacemos ahora. Entonces, ahora nos vamos sabiendo sacar una foto mejor, esperando el momento para que ella aparezca".

Quiénes son

Participaron del taller de Libre Expresión, los niños: Leandro, Miguel, Hernán, Juan Ramón, Darío, Rosa, Carolina, Elisa, Hugo, Soto, Iván, Romina, Yamila, Marcelo, David y Cristian.

Qué es Canoa

Canoa es una ONG que aborda, desde 1988, diferentes problemáticas del hábitat popular en el ámbito local. Definen su objeto de trabajo como "el espacio físico y social que toda persona, familia o grupo humano tiene el derecho de poseer y construir, para el desarrollo de su vida. El hábitat como derecho, implica considerar la creación de empleo, la cohesión y la integración social, la construcción de identidad, la salud, la vivienda, el trabajo, la tierra, los servicios, la violencia, la seguridad ciudadana, el mejoramiento barrial y el medio ambiente".

Sus objetivos son "trabajar en la construcción del hábitat popular, con la participación de diferentes sujetos sociales y políticos; lograr la articulación de sujetos sociales y políticos para avanzar en una construcción colectiva y diferente de lo público, generando vínculos participativos con el Estado en todas sus dimensiones: comunal, provincial, nacional; y generar diferentes espacios de trabajo, análisis y discusión, que permitan el ejercicio pleno de la ciudadanía, la profundización de la democracia y la construcción de una sociedad más justa y solidaria".

Tres son los programas que desarrollan: Hábitat y Desarrollo Local, Hábitat y Vivienda y Hábitat y Género.

Entrenar el ojo

"Desde el inicio, fuimos viendo que las cosas se pueden mirar muchas veces, que el mundo cotidiano alberga detalles que inmediatamente no se advierten, que esos detalles se nos revelan desde el momento que entrenamos el ojo para descubrirlos", sostienen Pablo Cruz y Marcos Barberis, integrantes del equipo de Canoa.

Lorena Menaker