El gobierno decidió anoche incrementar del 15 al 25 por ciento las retenciones a las exportaciones de carne vacuna, tres semanas después de haberlas subido del 5 al 15, y luego de no haber podido acordar una reducción en el precio del producto con empresarios del sector.

La medida, que sería instrumentada mañana, fue decidida en una reunión que el presidente Néstor Kirchner mantuvo con la ministra de Economía, Felisa Miceli, en la Casa de Gobierno y tiene el propósito de aumentar la oferta interna de carne para, de esa manera, impulsar la rebaja de precios que no pudo acordarse con los empresarios.

No obstante, se constituirá una comisión de seguimiento de precios y se implementarán una serie de medidas que beneficiarán a la actividad ganadera, como la postergación de las exigencias de faena y la prórroga del requisito past-performance para la distribución del cupo Hilton (cumplimiento del sector exportador para los embarques de esa cuota de alta calidad y valor).

Así lo señaló el vicepresidente de la Sociedad Rural Argentina, Hugo Biolcatti, quien precisó que la exigencia de faenar animales de menos de 280 kilos pasó del 31 de enero al 28 de febrero de 2006, en tanto la faena de vacunos de 300 kilos comenzará a regir el 30 de abril y no desde el 28 de febrero como disponía la normativa oficial.

"Hemos analizado una serie de medidas, pero no llegamos a un acuerdo porque hay algunas cosas que tiene que analizar el sector oficial", señaló el presidente de la Sociedad Rural, Luciano Miguens, al término de una reunión de más de tres horas que se realizó en el Palacio de Hacienda, previo a la decisión presidencial.

Del encuentro participaron los secretarios de Agricultura, Miguel Campos, de Coordinación, Carlos Salas, y de Política Económica, Oscar Tangelson, y representantes de las entidades rurales, de los consignatarios de hacienda y de frigoríficos.

Los sectores que acudieron a la convocatoria de Economía insistieron en la necesidad de que el gobierno involucre en la discusión a los supermercados, a quienes acusan de ser los responsables de la suba de precios.

Esta fue la tercera reunión entre empresarios del sector y el gobierno en busca de un pacto que frene la escalada del precio de la carne, que durante noviembre subió 4,5 por ciento.

A partir de esta situación la carne quedará al margen del pacto que el gobierno firmó con los supermercados, ya que las cadenas de venta minorista se habían comprometido a incluir el producto sobre la base de las condiciones de lo firmado en Economía.

En la reunión -que a su vez fue continuación de otra realizada el martes- funcionarios del ministerio de Economía y representantes de toda la cadena de valor de los productos cárnicos no arribaron a un acuerdo, principalmente por la negativa del Palacio de Hacienda para reducir las retenciones a las exportaciones reclamada por los empresarios.

Estos últimos presentaron una serie de medidas que, si bien no fueron aprobadas ayer por Economía, se seguirán analizando a partir del miércoles próximo para evaluar "los problemas coyunturales del sector ganadero que pueden incrementar la oferta de vacunos en el corto plazo", dijo a DyN un representante del sector frigorífico exportador.

Luego de más de dos horas de deliberaciones previas en la Cámara de Consignatarios de Ganado, los empresarios llegaron a Economía con una serie de reclamos, que podrían sintetizarse en: la liquidación anual del IVA; que se tomen las operaciones cerradas al 30 de noviembre para liquidar ganancias, de modo que no entren las ventas de las próximas semanas, y que se libere el peso de faena para aumentar la oferta vacuna.

Por su parte, las grandes plantas de faena propusieron reducir el 20 por ciento en los precios de siete cortes (asado, vacío, matambre, colita de cuadril, carne picada, cuadrada milanesa y espinazo) a cambio de que el gobierno dé marcha atrás en el aumento de retenciones y restituya los reintegros por exportaciones.

El presidente de la Sociedad Rural Argentina, Luciano Miguens, advirtió que el aumento de las retenciones provocará "la pérdida de mercados internacionales, que serán difíciles de recuperar".

"No se pudo llegar a un acuerdo, porque se pensó que se tenía que seguir analizando el tema. Nosotros creíamos que habíamos llevado buenas propuestas: rebajas de precios con la posibilidad de bajar las retenciones. Estuvimos cerca, pero el gobierno no quería tocar las retenciones", explicó Miguens, sobre el fracaso de las negociaciones.

En consecuencia, consideró que "la situación no es fácil", y afirmó que la determinación del gobierno de subir 10 puntos las retenciones "no es bueno, se pueden perder mercados que después son difíciles de recuperar".

Miguens puntualizó que "a los productores les sube el precio, en la medida en que aumenta la demanda", y afirmó que "el que tiene la fuerza para que esto se frene es el consumidor, que puede elegir y sustituir".

"El productor va al mercado, pero no pone la base de precios", aseguró el titular de la Sociedad Rural Argentina.

Por su parte, el vicepresidente de la entidad, Hugo Biolcati, consideró que la del gobierno "parece una decisión de impaciencia", y estimó que "esto es contra el campo".

Afirmó que "se perderá rentabilidad", y remarcó que "los productores se correrán a productos más rentables, como la soja".

Biolcati aseguró que "la exportación no restringe el consumo".

En tanto, el dirigente de la Federación Agraria Argentina, Ulises Forti, calificó el aumento de las retenciones como de "nuevo exabrupto del gobierno".

Forte dijo ver "una clara intención del gobierno de llegar a un acuerdo con el sector privado, que no se pudo lograr por un sector minoritario, siempre ganador, que no quiso resignar un poco de su ganancia: el de los frigoríficos exportadores fue el que rompió el acuerdo".

El vicepresidente de la Asociación de Propietarios de Carnicerías, Alberto Williams, opinó que los "frigoríficos exportadores no pueden arreglar solos este problema".

"Los que tienen que estar en la mesa de negociaciones son todos los frigoríficos", agregó Williams, para quien "con las retenciones no va a bajar el precio del corte".

En cambio el representante de la industria, Miguel Schiariti, consideró que con la suba de las retenciones "el precio va a caer", y afirmó que el principal problema para llegar a un acuerdo con el gobierno es "que hay 120 mil decisiones independientes", en referencia a los productores.

¿En estudio?

El subsecretario de Ganadería, Javier de Urquiza señaló que el aumento de las retenciones a las exportaciones cárnicas "se está analizando", en el marco de la negociación con la cadena productiva de ese sector con miras a lograr un freno a la suba de precios de los cortes al consumidor final.

"Se está tratando de ver si en el marco de la reunión de negociación se puede llegar al acuerdo que está pidiendo el Gobierno no sólo a la carne sino a los 250 productos de la canasta familiar", dijo Urquiza.

"El gobierno ha pedido un sacrificio", sostuvo De Urquiza, para agregar que la reducción a noviembre de los precios finales de cortes de carne vacuna en el mercado interno "debe resolverse para el bien de todos los argentinos".

Agregó que la intención es "resolverlo a la brevedad mañana o el lunes, o lo antes posible, en eso estamos trabajando".

El presidente de la Cámara de la Industria y el Comercio de la Carne, Miguel Schiaritti, alertó hoy sobre la pérdida de empleos y de mercados externos en ese sector por el aumento en diez puntos en las retenciones como respuesta del gobierno a la falta de acuerdo para bajar precios.

"Después del caso de aftosa en la Argentina se recrearon entre 15 mil y 20 mil puestos de trabajo pero, esto prácticamente saca a la Argentina del mercado de la exportación y si (la medida gubernamental) es permanente sin duda va a generar pérdida de puestos de trabajo", advirtió Schiaritti.

No obstante, el empresario estimó que el último incremento en los aranceles de exportación es "algo transitorio" y por las dudas subrayó que las retenciones deberían bajar al 5 por ciento.

Schiaritti reconoció que fue "sorpresiva" la medida del gobierno nacional de elevar del 15 al 25 por ciento las retenciones luego de la falta de acuerdo entre el Ejecutivo y la dirigencia que integra la cadena de productos cárnicos.

El dirigente dio a entender que no era necesaria una tácita sanción a los empresarios al sostener que "los precios no tenían más techo", pero admitió que ahora "es posible que los precios bajen" aunque, aclaró que "es muy mala señal para un sector que tiene 40 años de atraso y que había empezado a retomar el crecimiento".

Ante una consulta, el empresario estimó que el aumento en las retenciones "es algo transitorio" y dijo entender la preocupación del Poder Ejecutivo por el tema de la inflación.

El dirigente aseguró que del brete en que quedó el sector "se sale con diálogo, con acuerdo y propuestas", como la que, anunció, está realizando toda la cadena de ganados y carnes para el "mediano y largo plazo".