El espíritu celebratorio ya se percibe en nuestra ciudad. La gran mayoría de los comercios del centro decoran sus vidrieras con motivos alusivos y es mucha la gente que curiosea en busca del mejor regalo para agasajar a familiares y amigos. El momento de bonanza económica alienta la esperanza de los comerciantes de que este final de 2005 sea, en cuanto a ventas, un año excepcional.