La web de la Torre Agbar: www.torreagbar.com

Una visita interactiva a la torre que simboliza la nueva Barcelona

El francés Jean Nouvel se reconoce un ferviente admirador del genial Antoni Gaudí. Una obra que mira y permite mirar a Barcelona. Foto: archivo . 

El grupo Aguas de Barcelona inauguró el pasado mes de setiembre una torre que es considerada "el símbolo de la nueva Barcelona" obra ideada por el arquitecto francés Jean Nouvel y construida en forma conjunta con el estudio catalán B720.

Guillermo Dozo

Los pasajes aéreos al exterior están caros. Más aún, después del anuncio del presidente Kirchner de pagar la deuda al Fondo Monetario Internacional, la divisa norteamericana se "recalentó" y se colocó cerca de los 3 pesos con diez centavos.

Pero para quienes gustan de viajes y conocimiento de culturas y expresiones de sus pueblos, nos queda Internet. Aunque todavía no le podemos sumar algunas sensaciones -olfativas, gustativas- queda la alternativa de viajar con la visión y el conocimiento para saber qué es lo que ocurre en algunos puntos del orbe.

Tal el caso de una excelente página web donde puede disfrutarse durante un buen rato de la recientemente inaugurada Torre Agbar, símbolo del grupo Aguas de Barcelona y de la ciudad emblema de Cataluña. Se trata del sitio www.torreagbar.com que se recomienda visualizar en 1024 x 768 para disfrutar de un paseo donde se encontrarán conceptos, planos, información de la obra y, lógicamente, fotos e imágenes tanto de la torre como las vistas desde el edificio hacia la ciudad que lo abraza.

Ciudad singular

Para el viajero, Barcelona no es cualquier ciudad. Al mirar los edificios se reconoce una arquitectura propia y, en los habituales recorridos, uno de los puntos centrales en la Casa Batlló del genial Antoni Gaudí pero, si no se está bien informado, seguramente no tendrá mayores datos de la Casa Amatller del arquitecto Josep Puig y Cadafalch en cuya vereda una baldosa avisa que se está en el kilómetro 0 del modernismo. Pero recorriendo unos pocos metros -de regreso hacia Plaza Cataluña- se encuentra la Casa Lleó-Morena de Lluis Domenech i Montaner que no lleva los nombres de los propietarios sino de leones y moreras, los elementos decorativos con los que jugó este otro genial arquitecto catalán.

Pero Barcelona no es todo modernismo. También convive con el Barrio Gótico los emblemas de una gran ciudad, una de las más pujantes de Europa.

En ese marco, de metrópolis que respeta el pasado pero que crece según las demandas de los tiempos, el grupo Agbar le solicitó al arquitecto Jean Nouvel la realización de la torre que debería definir al grupo en la ciudad que vio nacer a la empresa.

La idea del géiser

Cuando las primeras explicaciones de Jean Nouvel se conocieron entre quienes veían cómo crecía una torre de 142 metros de altura y con 4.400 ventanas que le dan un aspecto singular. Hay una reminiscencia para quien mira el edificio que su autor aclara: la idea del géiser a lo que suma la cumbre del Montserrat.

Nouvel explica "la torre no es un rascacielos en el sentido norteamericano del cielo. Es una experiencia única, singular, en medio de una ciudad más bien tranquila. Pero no se trata de una vertical espigada y vigorosa, como las agujas o los campanarios que suelen acentuar las ciudades horizontales". En efecto emerge del suelo de una forma especial. Y pensó una metáfora arquitectónica: combinó el agua con el verbo "emerger". Por eso, diseñó la torre con forma de géiser.

"Es un géiser a presión, permanente y dosificado. La superficie del edificio evoca el agua: una textura lisa y continua, pero también vibrante y permanente, luminosa y matizada. Esta arquitectura procede de la tierra pero no tiene el peso de la piedra", explica Nouvel, un auténtico artista del vidrio.

Pero la complejidad del edificio recién comienza.

Arquitectura bioclimática

Según sus autores aclaran -Nouvel y el estudio B720- la bioclimática es "una arquitectura adaptada al medio ambiente, sensible al impacto que provoca la naturaleza y que minimiza la contaminación ambiental". Por ello "aprovecha el clima y las condiciones del entorno con el fin de conseguir una importante reducción del consumo energético y mejorar la calidad de vida de los usuarios del edificio".

Por ello se propone la "regulación de la circulación del aire; aprovechamiento de la insolación y de la orientación del edificio; utilizar materiales aislantes, reciclables y no contaminantes; optar por los equipamientos energéticos más eficientes e incorporar el uso de las energías renovables en el diseño".

Estos conceptos fueron trasladados en el diseño, por lo que la fachada de la torre fue proyectada con una doble piel de aluminio y vidrio en forma de escamas. El objetivo, se asegura, es aprovechar mejor la luz solar y, al mismo tiempo, favorecer la climatización natural del edificio. Esto es posible gracias a un "pasillo" interno entre ambas pieles, que conducirá los rayos de luz hacia el interior y permitirá graduar la temperatura según el ángulo y la posición de las placas. Esta doble piel formará un colchón térmico para aislar el frío en invierno y el calor en verano.

Todo estos detalles pueden apreciarse en el sitio web de la torre Agbar pero hay más: están disponibles los planos de las torres -sí en realidad es una estructura que envuelve a la otra-; paseos por ascensor; las vistas desde los diferentes niveles; puede conocer más de la ciudad y también las opiniones que, a favor y en contra, se levantan sobre la torre de cristal, vidrio y cemento ubicada en el punto de Barcelona donde convergen la Gran Vía, La Diagonal y La Meridiana.

Una página para disfrutar al igual que una Barcelona que merece ser recorrida. Y en la época del euro casi inalcanzable, Internet permite suplir los amaneceres en el port olimpic, en Maremagnun o en los balcones del Parc Güell, con visiones digitales de una gran ciudad -pero a la vez- muy humana y cosmopolita.

Críticas

Tampoco hay que molestarse mucho dentro de Internet para obtener un enorme rosario de críticas al nuevo edificio. Como casi todo lo que en materia arquitectónica ocurre en Barcelona, hay quienes condenan tanto el diseño, la ubicación, la iluminación o el supuestamente pobre mensaje de la Torre Agbar. Además, obvio, hay quienes cambian la figura del géiser propuesta por Nouvel por el de un feo cohete, una bala o, peor aún, de un enorme falo.

Para la polémica

El cineasta británico Ken Loach afirma un reportaje de The Guardian que, si estuviera en su poder, "destruiría los centros comerciales de los extrarradios y haría resurgir los centros urbanos con comercios a la medida del hombre". El realizador afirma "la arquitectura es la más pública de todas las artes, y es la que necesita una revisión más urgente".

Loach es partidario de demoler todos los edificios "ofensivos" por su fealdad, con sus "falsas plazas" que caracterizan a los shopping malls (centros comerciales) de inspiración norteamericana.

"Habría que empezar de nuevo, con lo mejor de la arquitectura contemporánea. El cristal y el acero están bien como materiales, siempre que se empleen a escala humana, con un sentido de la luz, el espacio y la proporción".

Fuente: De uno de los blogs de discusión sobre la Torre Agbar.

Perfil

Jean Nouvel nació en 1945 en Fumel, Lot et Garonne (Francia). Hacia 1966 encabezó la lista de estudiantes admitidos en el examen de ingreso para la Ecole Nationale Supérieure des Beaux Arts, para finalmente obtener su graduación de arquitecto hacia 1972.

En 1976 fue uno de los fundadores del movimiento de arquitectos franceses denominados Mars 1976. También ha sido cofundador del Syndicat de lïArchitecture y uno de los principales organizadores del concurso internacional para el distrito Halles en París.

En 1980 se desempeña como creador y asesor artístico de la Biennale dïArchitecture y tres años después obtiene el nombramiento de Chevalier de Ordre des Lettres et des Arts. En ese mismo año se le concede el título Honoris Causa por la Universidad de Buenos Aires.

Hacia 1987 se lo nombra Chevalier of the Ordre du Mérite. En esa época es ganador del Grand Prix dïArchitecture, obtiene una mención especial del Premio Aga Khan, el Equerre dïArgent por el proyecto del edificio correspondiente al Instituto del Mundo Árabe, el premio al mejor edificio francés y Creador del Año de la Feria del Mueble en París.

Finalmente, fue nombrado vicepresidente del Institut Francais dïArchitecture.