MENSAJE DE BENEDICTO XVI

El Papa pidió un nuevo orden basado en relaciones más justas


En el primer Mensaje de Navidad de su Pontificado, exhortó a los pueblos de Latinoamérica a vivir en paz y concordia.

EFE/AFP

El Papa Benedicto XVI pronunció ayer el primer Mensaje de Navidad de su Pontificado, en el que pidió la construcción de un nuevo orden mundial basado en relaciones éticas y económicas justas, y exhortó a los pueblos de Latinoamérica a vivir en paz y concordia.

"Hombre moderno, adulto y, sin embargo, a veces débil en el pensamiento y en la voluntad, ídéjate llevar de la mano por el Niño de Belén, no temas, fíate de Él! La fuerza vivificante de su luz te alienta a comprometerte en la construcción de un nuevo orden mundial fundado sobre relaciones éticas y económicas justas", afirmó Joseph Ratzinger en el tradicional Mensaje de Navidad.

Ante varias decenas de miles de personas reunidas en la plaza de San Pedro en una mañana fría, lluviosa y desapacible, el Pontífice exhortó a los pueblos a ser una "familia" llamada a construir vínculos de confianza y ayuda mutua.

"Una humanidad unida podrá afrontar los numerosos y preocupantes problemas del momento actual: desde la acechanza terrorista a las condiciones de pobreza humillante en la que viven millones de seres humanos, desde la proliferación de las armas a las pandemias y al deterioro ambiental que amenazan el futuro del planeta", precisó el Papa.

En un mensaje en el que la palabra más pronunciada fue "paz", el obispo de Roma alentó a los hombres a trabajar por la paz y el desarrollo integral de África, "oponiéndose a las luchas fratricidas", y lograr así -subrayó- la consolidación de los procesos políticos todavía frágiles.

Ratzinger no olvidó la tragedia de Darfur y pidió que se salvaguardasen los más elementales Derechos Humanos de las personas que se encuentran en trágicas condiciones, como los habitantes de esa región sudanesa y de otras regiones de Africa Central.

RECORRIDO

Benedicto XVI, que tiene previsto viajar a Brasil en mayo de 2007, hizo votos para que los pueblos de América latina vivan "en paz y concordia".

En su recorrido por el mundo, el Papa se detuvo en Oriente Medio y, en la misma línea que sus antecesores, abogó por la pacificación de una tierra durante demasiado tiempo martirizada.

"Que Cristo anime a los hombres de buena voluntad en Tierra Santa, en Irak, en el Líbano, donde, aunque no faltan signos esperanzadores, éstos han de ser confirmados por comportamientos inspirados en la lealtad y la sabiduría", afirmó.

El Pontífice también pidió a Dios que favorezca los procesos de diálogo en la península de Corea y en otros países asiáticos, con el objetivo de que se superen las divergencias peligrosas y se alcancen los logros de paz que tanto esperan sus pobladores.

Benedicto XVI exhortó a los hombres a no dudar y a recibir a Cristo en sus casas, ciudades, naciones y en cada rincón de la tierra, afirmando que es el único capaz de ofrecer esperanza al hombre.

"Es verdad que en los últimos siglos se han logrado muchos progresos en el campo técnico y científico. Pero, si el hombre de la era tecnológica se encamina hacia una atrofia espiritual y a un vacío del corazón, corre el riesgo de ser víctima de los mismos éxitos de su inteligencia y de los resultados de sus capacidades operativas", advirtió el Papa.

Benedicto XVI fue más allá y manifestó que, aunque a menudo se presenta a la edad moderna como "el inicio del sueño de la razón, como si la humanidad hubiera salido finalmente a la luz, superando un período oscuro", sin Cristo -dijo- la luz de la razón no basta para iluminar al hombre y al mundo.

FELIZ NAVIDAD

El mensaje siguió la misma línea de la homilía que pronunció en la madrugada, durante la Misa del Gallo, en la que pidió por la paz en el mundo, especialmente en Tierra Santa, e imploró a Dios que donde hay discordia nazca la paz.

Tras el mensaje, Benedicto XVI impartió la bendición urbi et orbi (a Roma y a todo el mundo) en 32 idiomas, en el que de nuevo la palabra que más pronunció fue paz.

En español dijo: "Feliz Navidad. Que la paz de Cristo reine en vuestros corazones, en las familias y en todos los pueblos", las mismas palabras que solía pronunciar Juan Pablo II.

Centenares de españoles y latinoamericanos presentes rompieron en aplausos y gritaron "Se ve, se siente, Benedicto está presente".

El mensaje fue transmitido en directo por 111 canales de televisión de 68 países, entre ellos España y la mayor parte de América latina.

"En esta época hay mártires"

Hoy, el Papa Benedicto XVI rindió homenaje a San Esteban, considerado el primer mártir de la Iglesia, subrayando que la época contemporánea tiene también sus mártires cristianos.

El Papa apareció para el Angelus en la ventana de su apartamento del palacio apostólico para el día de San Esteban, jornada festiva en el Vaticano e Italia justo al día siguiente de Navidad. Ahí aseguró que en algunos lugares del mundo profesar la fe cristiana requiere del "heroísmo de los mártires", al tiempo que subrayó que en todos los casos vivir el Evangelio "con coherencia" conlleva pagar "un alto precio".

El Papa hizo estas reflexiones ante los peregrinos y turistas congregados en la Plaza de San Pedro del Vaticano para el rezo del Angelus.

Joseph Ratzinger recordó que, "atraídos por su ejemplo y alentados por su amor, muchos cristianos, desde los orígenes de la Iglesia, testimoniaron su fe con el derramamiento de su sangre".

Según la tradición cristiana, San Esteban fue lapidado en Jerusalén en el año 36 cuando intentaba convertir a los judíos a la nueva fe cristiana.

Entre los testigos de esta matanza se encontraba el futuro San Pablo, que todavía no se había convertido.