El estrés de los peces y sus visibles consecuencias
Suspendieron las restricciones a la captura y el consumo del armado en el río Paraná, al no observarse anormalidad en dicha especie. Un informe analiza las posibles causas de la mortalidad masiva registrada meses atrás.

De la Redacción de El Litoral

La directora de Acuicultura de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura, de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentos de la Nación, Dra. Laura Luchini, dio a conocer un informe acerca de las mortalidades de peces detectadas en el bajo y el alto Paraná.

El informe está centrado en las poblaciones del "armado", especie que sufrió episodios de mortandad en la costa entrerriana y luego la santafesina a fines del mes de abril de 2005, y también en las costas de Corrientes, a principios de noviembre del mismo año.

Respecto del primer caso, señala que los estudios inmediatos realizados por la Universidad Nacional del Litoral determinaron la no existencia de pesticidas ni de materiales pesados (plomo, mercurio) en los peces moribundos o muertos analizados, en concentraciones superiores a los índices aceptados internacionalmente para consumo humano. Por lo cual, esa causa quedó descartada como posible desencadenante de la mortandad.

Estudios posteriores, realizados con el apoyo de las provincias y de la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura de la Nación, determinaron que la causante secundaria de la muerte de los peces fue la bacteria Edwardsiella tarda, que junto a bacterias del género Aeromonas, actuaron sobre los peces previamente estresados e inmunodeprimidos, debido a factores ambientales de origen desconocido. "Un pez sano, en óptimas condiciones, difícilmente es atacado por las bacterias del medio", subraya el informe.

En tanto que, a principios de noviembre, fueron detectados armados muertos sobre las costas del norte de Corrientes y luego también en el sur de la misma provincia. Los peces muestreados fueron analizados por la Universidad Nacional del Nordeste, donde se determinó que no presentaban externamente las mismas características de los afectados en el bajo Paraná; es decir, que no presentaban infecciones bacterianas ni parasitarias.

Vulnerables

"Indudablemente -dice el informe-, el cuadro presente en ambos tramos del río indica un estrés biológico, ambiental o intoxicación, de etiología no determinada". Y agrega que "el estrés relacionado a factores ambientales negativos habría ocasionado la inmunodepresión del sistema de defensa de los peces, cuya muerte se desencadenó rápidamente al disminuir este último".

Señala también que el armado es un pez ligado estrechamente a los fondos y es sabido que tanto los dragados como los refulados de arena que se realizan en los ríos (sin cumplimiento de protocolos y especialmente durante pronunciadas bajantes) pueden afectar seriamente, incidiendo negativamente sobre los peces, lo que junto a otros factores podría haber afectado a la especie del armado.

Al respecto, el informe explica que "la materia orgánica removida y en suspensión en gran cantidad, durante bajantes prolongadas, altera el sistema y la fisiología de los peces (ausencia de visibilidad y abundancia de sólidos suspendidos que inciden negativamente sobre la función de las branquias, impidiendo el pasaje de oxígeno a la sangre y segando sus vidas). La Edwardsiella, detectada en los peces del bajo Paraná, vive normalmente en fondos con altas cantidades de materia orgánica y al quedar en suspensión, puede incidir secundariamente sobre los peces ya vulnerados, que están disminuidos en sus defensas y han perdido su capacidad de reacción.

En tanto que la mortandad registrada más al norte podría vincularse al aislamiento de numerosos cuerpos de agua adyacentes al sistema fluvial, desconectados del mismo por el bajo nivel de las aguas de los ríos, estresando a los animales encerrados por excesiva disminución del nivel de las aguas, altas temperaturas soportadas y disminución o ausencia de oxígeno, factores que pueden producir la muerte de los peces o bien, un estrés profundo. Producido el aumento del nivel en los ríos, los peces muertos o moribundos pueden haberse volcado al cauce principal. Mientras que los peces encontrados por debajo de la represa de Yaciretá "podrían haber sufrido también la incidencia de algún proceso derivado del manejo atribuible al funcionamiento de la represa que, como es conocido, puede influir en forma global negativamente sobre el ecosistema fluvial y su ictiofauna".

Sin restricciones

Finalmente, el informe destaca que los últimos estudios realizados por las provincias de Santa Fe y Entre Ríos y la Secretaría de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación sobre sábalos y especies acompañantes, se indica respecto de los armados del bajo Paraná que no ha sido observada anormalidad alguna y que los peces analizados mostraron estar sanos. Motivo por el cual se procedió a suspender la veda de la pesca de esta especie, medida que se había adoptado temporariamente para protegerla, no existiendo asimismo actualmente restricción en cuanto a su consumo.