Es la ciudad donde más se consume
La cerveza, otra pasión santafesina
La cerveza está siempre presente en las reuniones de amigos. Foto:Archivo El Litoral.. 

Con las altas temperaturas que se registran en el verano, no hay quien se prive de tomar una cerveza bien helada y con espuma y menos aún los santafesinos que ya ocupan el primer lugar en el ranking nacional. En la ciudad, el consumo per cápita anual alcanza los 70 litros mientras que el el resto del país el promedio es de 33 litros por persona. Se cree que la preferencia por esta bebida espumante realizada a base de agua, malta, levadura y lúpulo proviene de la tradición heredada de la inmigración suiza, alemana y polaca hace más de un siglo.

Preferentemente rubia, con espuma y bien helada es como gustan consumir los santafesinos la bebida que lleva casi un siglo de tradición en la ciudad. No hay fiesta ni reunión de amigos en donde falte la cerveza, el liso y las botellas vacías que se acumulan tras horas de charla. Para quienes desconfíen de que este gusto popular se encuentre tan arraigado en la zona, basta remitirse a las estadísticas. Los reportes elaborados por la consultora Nielsen arrojan cifras contundentes: en Santa Fe el consumo per cápita de cerveza duplica al del resto del país.

Mientras que en las distintas ciudades de la Argentina se beben aproximadamente 33 litros de cerveza por persona por año, en Santa Fe el número oscila entre los 60 y 70 litros.

Esta tendencia de la población a orientarse hacia el consumo de este líquido espumante logrado a partir de agua, malta, levadura y lúpulo se mantiene en las localidades del interior de la provincia -exceptuando Rosario- en donde el promedio oscila entre los 52 y los 58 litros. San Carlos, Esperanza y San Gerónimo Norte son plazas fuertes que se encuentran prácticamente en los mismos niveles de consumo que Santa Fe.

Las razones que sustentan este fenómeno son dos. "Por un lado, se da por la existencia de una tradición cervecera que comienza a cobrar fuerza en las primeras décadas del siglo XX sustentada por la presencia de las dos plantas de producción que tenía la ciudad -Santa Fe y Schneider-, que con el tiempo se fusionaron. El segundo factor tiene que ver con el clima; las altas temperaturas que se registran en Santa Fe en pleno verano demandan un alto consumo de bebida para el cuerpo y como la cerveza tiene una graduación alcohólica baja (4,5°) y se digiere más rápido, hace que el consumo se pondere. En cambio, en épocas de frío se presta más para tomar una bebida con una graduación alcohólica más alta, como el vino (13°), opinó Walter Giulioni, gerente comercial de Cervecería Santa Fe.

La cerveza es, sin lugar a dudas, la bebida alcohólica por excelencia en los meses de verano. "Se la considera refrescante y su carbonatación (presencia de burbujas) y sabor amargo calman la sed", comentó Carlos Palacios, maestro cervecero y gerente técnico de la empresa.

Las prefieren rubias y locales

En la planta de la cervecería se producen Santa Fe, Schneider, Córdoba, Budweiser y Heineken. Las tres primeras están destinadas fundamentalmente al consumo interno, mientras que las segundas se exportan regularmente a Chile, Uruguay y Paraguay.

"Cuando nosotros salimos a ver cuál era la geografía de consumo de la ciudad, observamos que Santa Fe es muy consumidora de sus marcas regionales por una cuestión de tradición", comentó Giulioni. Esta costumbre local fue acompañada por una "estrategia comercial en la que se trabajó mucho para renovar la marca, desde los comerciales hasta el merchandising, la imagen, la remodelación de la planta y, por supuesto, el sostenimiento de la calidad', agregó el Giulioni.

Esta política empresarial sostenida en el tiempo llevó a que en el último año y medio se incrementara el consumo de las etiquetas locales, que acaparan el 46 % del mercado (Santa Fe, el 34 % y Schneider, el 12 %).

El gerente comercial de la cervecería se mostró conforme con el posicionamiento de las marcas que se producen en la planta ya que poseen el 60 % de la plaza santafesina. En tanto a nivel nacional se imponen con Schneider -que es la que más crecimiento evidenció en el último tiempo-, Budweiser y Heineken.

En cuanto al tipo de cerveza, Giulioni comentó que "el 98 % de los santafesinos consume la rubia" y para Palacios la razón radica en las características de la bebida: "se toma mucho porque es liviana, refrescante y no llena".

El liso también se anota en la lista de los más pedidos y la clave de su sabor se encuentra en el proceso de producción. Al no estar pasteurizado como las botellas de cerveza se siente suave al gusto.

Poco variedad

La inmigración alemana, suiza y polaca hizo que la cerveza forme parte del folclore de la ciudad. Pero a pesar de que llevamos años disfrutando de la bebida, lo cierto es que tanto en Santa Fe como en el resto del país "no hay mucha amplitud a la hora de catar los tipos de cerveza que existen en el mundo. En países con tradición cervecera como Alemania, República Checa, Inglaterra y Bélgica hay variedades de cerveza como nosotros tenemos diversidad de vinos. Acá hay muchas marcas y cervezas con sabores distintos pero dentro de una misma clase", opinó Carlos Palacios.

Aunque en la Argentina, las rubias y negras monopolizan el mercado, "en los últimos 7 u 8 años están apareciendo distintas opciones impulsadas por la aparición de microcervecerías", comentó Palacios. Sin embargo, para las grandes empresas es muy complicado trabajar con una amplia gama de tipos de cerveza porque exige adecuar constantemente las plantas de producción.

Con espuma y bien helada

La discusión acerca de cómo se debe tomar la cerveza, si con o sin espuma, helada o con más temperatura y en jarrito o en vasos convencionales depende del país y, sobre todo, de los gustos. "Lo fundamental es sentarse tranquilo y sin apuros a disfrutar de la cerveza", opinó el maestro cervecero Carlos Palacios.

No obstante, brindó algunas apreciaciones para que el santafesino sepa apreciar los aromas y el sabor original de la bebida. "La cerveza en Santa Fe se toma casi helada, pero lo mejor es que se encuentre entre 0° y hasta 4° (en invierno) ya que a esta temperatura se sienten los sabores y se desprenden los ésteres de la cerveza", aconsejó Palacios.

Además de fría, a los santafesinos les gusta con espuma y aunque se trata de "un tema visual que no hace al sabor", en la ciudad "hay una cultura de la espuma que no se da en ningún otro lugar del país". "Acá se pide que te sirvan el liso con dos dedos de espuma mientras que en otros lados se lo devuelven al mozo", comentó Palacios.

Por eso, para quienes gusten de la espuma blanca tendrán que tener en cuenta que la limpieza del vaso es fundamental. "Si tiene grasa o restos de detergente o si se usó antes para tomar vino, la espuma no se agarrará". En cuanto al tamaño y forma del recipiente, Palacios aconsejó elegir un vaso liso porque "permite que se mantenga la carbonatación y no libera las burbujas de gas que están en la cerveza".

Y aunque el fanático de la bebida lo sabe, vale aclarar que -al contrario de lo que sucede con el vino- "la mejor cerveza, la que tiene el sabor más original, es la envasada hoy. No te va a hacer mal una cerveza más vieja pero cambia las características del sabor".

María Sol Pogliani