Para el hincha: 10 puntos
La gente llenó la cancha, se portó bien y hubo aliento

Impresionante fue la respuesta del público de Colón. Esta vez, no estaba River enfrente. Fueron todos a ver al puntero y aplaudieron igual al final. Foto: Amancio Alem. 

Unas 25.000 almas vistieron el Brigader López de fiesta. Todo en rojo y negro, como en las mejores tardes de gloria. A pesar de todo, el equipo de Bauza se fue ovacionado desde los cuatro costados.

Darío Pignata[email protected]

Entre la súplica pública del presidente Horacio Darrás y la nueva amenaza del Ministro del Interior, Aníbal Fernández, el tema de las tribunas aparecía bajo la lupa de cara al partido de Colón puntero frente a los jujeños. Sin embargo, a pesar de la desilusión por el resultado adverso, en las tribunas del estadio Brigadier López se vivió una verdadera fiesta. Todo en rojo y negro, como en las mejores galas.

Esta vez no estaba un grande enfrente, como pasó hace 15 días con el River de Passarella. Ayer, la gente de Colón copó la cancha con una sola excusa: ver a su equipo, orgullosamente puntero del fútbol argentino. Eran 25.000 almas sabaleras y un puñadito de 50 jujeños, los que no se hicieron escuchar nunca en la tarde, salvo en los goles de Balvorín y Oyola. Porque en el final, cuando bien pudieron copar el ámbito del estadio, fueron tapados acústicamente por la despedida sabalera que bajó de las tribunas para un Colón que dejaba el invicto, la localía inexpugnable y la punta en Santa Fe. "Aunque ganes o pierdas, no me importa una mi..., sigo siendo del Negro, porque al Negro lo quiero...", retumbó en la mole de cemento del Sur.

Antes, a pesar de fallos discutibles de los líneas y de Elizondo, no hubo botellitas plásticas con agua al campo de juego y tampoco se armó el habitual festival de colgadas de los hinchas en el alambrado. Apenas, algunos cruces con los jujeños que no pasaron a mayores.

La gente se quejó porque el estadio abrió sus puertas una hora antes y protestó cuando la voz del estadio comunicó que había que esperar que se fueron los jujeños. Pero, convengamos, con todo lo que se dijo en la semana -acá y en Buenos Aires- , lo del hincha de Colón fue espectacular: llenó la cancha, alentó como nunca y a pesar de la dolorosa derrota con los jujeños despidió al equipo con una verdadera ovación.