Fototeca del Colegio San José de Esperanza
Un tesoro de historias ocultas
El acervo fotográfico de una escuela centenaria de Esperanza había sido acumulado de manera desordenada e inapropiada, por lo que quedó expuesto a deterioro, pérdida y envejecimiento. Un grupo de alumnos y docentes encaró un intenso trabajo para rescatar este patrimonio institucional. Mariana Rivera

Una rica historia plasmada en papel fotográfico estaba acumulada en bolsas plásticas, abandonada a un destino incierto. El paso del tiempo y sus consecuencias estaban haciéndose notar en aquellas fotografías que permiten reconstruir los orígenes y el desarrollo de una centenaria institución: el Colegio San José de Esperanza.

El material estaba olvidado y precariamente conservado -a pesar de lo cual no evidencia un marcado deterioro- y no cumplía su objetivo de testimoniar tiempos pasados a las generaciones del presente y las venideras. Ordenar para conocer y preservar esas imágenes que constituían la identidad de la institución fue el objetivo que se propusieron los alumnos y dos profesoras del 3er. año Polimodal de Humanidades y Ciencias Sociales.

Por eso, propusieron catalogar, archivar y conservar miles de fotografías que habían sido dejadas a su suerte durante años, con el fin de que ese material fotográfico estuviera -de ahora en adelante- al alcance de todos para ser consultado.

Las profesoras Silvia Aquere y Graciela Formica estuvieron a cargo del proyecto de conservación de las fotografías, que fue dado a conocer durante el Congreso Argentino de Inmigración y el IV Congreso de Historia de los Pueblos de la provincia de Santa Fe, que se realizaron en Esperanza, del 10 al 12 de noviembre de 2005.

A la presentación concurrieron también los alumnos involucrados en la preservación de este patrimonio tangible. El trabajo fue encarado en relación con la conmemoración de los 150 años de la fundación de la Colonia Esperanza, primera colonia agrícola organizada del país y por los 115 años del Colegio San José, que recuerda la llegada de la Comunidad Verbita al país.

"Somos docentes de áreas totalmente disímiles del Colegio San José, de Esperanza, que tiene una trayectoria de 115 años en la ciudad. Estamos en un área que se denomina Proyecto de Investigación e Intervención Sociocomunitaria y teníamos que aunar la Historia y la Matemática e Informática para desarrollar un proyecto a llevar a cabo con los alumnos del 3er. año del Polimodal", recordaron.

Salvaguardar su patrimonio

El proyecto fue propuesto con la idea de armar una fototeca que conserve y ordene el material fotográfico que se guardaba en el Colegio. La directora del Museo de la Colonización de esa ciudad, Prof. Graciela Russi, los asesoró sobre las fotos que había en la institución, de manera de salvaguardar dicho material, parte de su patrimonio.

Las docentes aseguraron que "empezamos el proyecto en marzo de 2005 pero tenemos trabajo para varios años más porque es enorme la cantidad de fotos que hay en el Colegio. Tenemos desde fotos en vidrio, que ni siquiera hemos visto, hasta fotos en papel de los acontecimientos más diversos que se puedan imaginar, todos referidos a la escuela, de la actividad de los misioneros fundadores, el alumnado, conmemoraciones religiosas y deportivas, entre otros temas".

En este sentido, mencionaron que las fotografías también reflejan los inicios del Colegio San José, cuando tenía un internado de alumnos, a principios y mediados del siglo XX. Explicaron que a él concurrían alumnos de los más diversos lugares de la provincia y de otras vecinas, y precisaron que los sacerdotes, además de encargarse de la educación, hacían actividades de tipo recreativo y deportivas, por ejemplo, cerca del río. Por eso, muchas fotografías los muestran junto a los chicos haciendo picnics o juegos en el campo. También hay muy buenas fotos del edificio escolar, donde se puede advertir los cambios que sufrió con el tiempo.

Retratos, lo primero

La primera etapa encarada para la conservación de las fotografías institucionales consistió en organizar una serie de fotografías: retratos, que suman alrededor de 1.000.

"Teníamos poco tiempo entre la elaboración del proyecto y el comienzo de la catalogación del material. Con ellas podemos estudiar tres aspectos: el peinado, la moda y el retrato en sí. Todos esos eran retratos de honor que se habían despegado de los cuadros donde habían sido exhibidos y las fotos estaban encimadas y muchas pegadas unas con otras. La mayoría eran fotos que se sacaban para los cuadros de honor que se armaban y exhibían y eran utilizadas para armar los anuarios", contaron las docentes.

También advirtieron que "contrariamente a lo que sucede en la actualidad en los colegios, que se toman las fotos de la promoción entera, éstas eran fotos individuales con las que se armaba artísticamente un cuadro, que iba desde el alumno más destacado de su promoción a todo el resto. Es un material muy interesante y muchas de esas fotos ya estaban identificadas, lo que facilitó su catalogación".

Las docentes destacaron que en las fotos se pueden ver muchas cosas "curiosas", como por ejemplo "cómo se vestían los sacerdotes, la rigurosidad de éstos al ponerse la mano como la usaba Napoleón, entre otros detalles interesantes".

El material fue escaneado para que esté accesible a quien quiera consultarlo, en soporte digital. Posteriormente, fue catalogado y archivado, de manera que quien necesite acceder a él pueda consultarlo en pantalla y si necesita copia la pueda realizar sin manipular los originales.

Para ello, el grupo debió capacitarse sobre cómo guardar las fotografías originales ya catalogadas, con materiales especiales para su correcta conservación. Para su catalogación fueron tomadas en consideración las normas establecidas por el Sistema Nacional de Fototecas del Instituto Nacional de Arqueología e Historia de México (Inah).

Investigación y producción

Las docentes aseguraron que "fue un trabajo que nos demandó mucho tiempo de estudio y preparación, tanto para nosotras como para los alumnos. No consistió solamente en ver fotos lindas, tomadas como objeto o imagen en sí, sino como un documento que debe ser preservado. Desde cada una de las series uno puede acceder a otras subseries relacionadas".

También recordaron que iniciaron las tareas antes de marzo de 2005, buscando materiales y tratando de ver cómo iban a encarar el trabajo con los chicos. En los dos meses posteriores, las docentes trabajaron de manera separada, en la parte de investigación histórica complementaria y en lo referente al uso de los programas informáticos necesarios: Word, Base de Datos y Fotoshop, el escaneado de las fotos, etc.. Luego se involucraron con la catalogación y el ensamblado en la base de datos.

"Los chicos se entusiasmaron con el trabajo desde el primer momento, además nos vieron tan entusiasmadas que se tenían que `enganchar'. Hicieron un muy buen trabajo, muy serio y pormenorizado. Cada uno buscó colaborar en la parte del trabajo con la que se sentía más cómodo, por ejemplo, el diseño, guardar las fotografías, la confección de las fichas catalográficas manuales, la identificación de las fotos, etc.", precisaron.

Las docentes comentaron que "si bien había muchas fotos que tenían nombre y apellido, muchas otras tuvimos que ir identificando a partir de datos de personas relacionadas con el colegio, registros, anuarios, etc.. Fue un verdadero trabajo de investigación y producción.

Algunas carencias

El proyecto es muy ambicioso y demandará más tiempo y dinero. Por eso, las docentes aclararon que "tiene algunos costos, sobre todo de la parte de Informática. Como no teníamos dinero para comprar una base de datos tuvimos que salir a buscar a alguien que nos armara una. Tampoco tenemos en estos momentos una computadora para poder dejar todo ese material porque las fotos hay que escanearlas tal cual están, ya que el objetivo del trabajo es que no se manipulen más estas fotos y que, quien las vea a través del CD, pueda observarlas en el mismo estado de conservación que tenían para poder estudiarlas".

Advirtieron que toda esa información no podía ser dejada en las máquinas de la Sala de Computación del Colegio porque por allí pasan muchos chicos por semana y había riesgos de perder el material. Por eso, hasta tanto se pueda crear la fototeca en el Colegio -dentro de la biblioteca, para la guarda de las cajas con las fotos- el material digital se encuentra en una computadora de una casa de familia y también en CD para tener una copia de respaldo.