Brasil y Argentina con posiciones diferentes

Empeñado en acotar el conflicto a una cuestión ambiental y bilateral, el presidente Néstor Kirchner habló nuevamente ayer sobre el conflicto. Esta vez fue para negar con vehemencia una mediación de Lula, un día después de que la versión periodística en ese sentido fue desmentida por los cancilleres argentino y brasileño. "No hubo ninguna mediación secreta ni nada por el estilo", dijo en un acto en la Rosada.

Sin embargo aceptó implícitamente que Lula conversó el tema con su par finlandesa en el avión que los llevó hasta San Pablo el 6 de este mes. En ese sentido Kirchner dijo que el presidente brasileño "lógicamente charla con presidentes de otros países de todos los temas que quiera charlar".

La intervención de Lula obedece a la preocupación de Brasilia por el derrotero que parece haber tomado el conflicto, con eventuales perjuicios para el Mercosur todo. Es que Uruguay sostiene que se trata de un conflicto regional porque los cortes de los puentes binacionales violan los acuerdos fundacionales del Mercosur. En esa posición Tabaré contó con el respaldo del paraguayo Nicanor Duarte Frutos cuando el miércoles dijo que el Mercosur, tal como está, "no sirve".

Uruguay ha insistido en que sea convocado el Consejo del Mercosur que integran cancilleres y ministros de Economía para tratar lo que considera violación del Tratado de Asunción que en 1991 dio origen al bloque. Pero Argentina, a cargo de la presidencia temporal del Mercosur, ha hecho oídos sordos al pedido.

Todo parece encaminarse ahora hacia la Corte Internacional de La Haya, con Uruguay notificando de los cortes de los puentes binacionales y Argentina, con la acusación de que las papeleras violan el estatuto bilateral sobre el compartido río Uruguay. Salvo que de la reunión de Kirchner con Lula, el martes, ampliada al venezolano Hugo Chávez, el miércoles, se alumbre una solución puertas adentro del Mercosur.