Es en honor al Papa que batió todos los récords
Bendijeron la gruta Juan Pablo II en Ceres
Fue bajo la lluvia y ante un medio centenar de personas. La precipitación hizo improvisar la ceremonia de bendición en una sala de velatorio cercana.

Por Aníbal Farías

La lluvia y las adversas condiciones climáticas del último sábado hicieron que el acto oficial de bendición de la gruta del Papa Magno Juan Pablo ll rompiera los protocolos organizativos y se tenga que improvisar en una sala de velatorios cercana a la gruta, refugiando a no más de 50 devotos que decidieron soportar estoicamente la lluvia y compartir la bendición.

"¿Será que Juan Pablo no quiere que lo bendigamos?", se preguntó la Madre Graciela Lagger, partícipe del acto.

La respuesta no tardó en llegar, para eso se citó al profeta Isaías que decía "así como la lluvia baja a la tierra, la empapa, la fecunda y vuelve a Dios, así es la acción de Dios sobre el hombre. Por eso decimos que en medio de esta lluvia bendeciremos a Juan Pablo ll, del cual su sola presencia será una bendición para todos los ceresinos. Tenemos que sentirnos honrados porque no hay muchos lugares en el mundo que tengan una estatua del Papa Juan Pablo II", añadió la Madre Graciela.

Sólo algunos minutos después de la hora señalada, llegó el inicio de la misa encabezada por el padre Miguel Cerminatto, distintos integrantes de la iglesia, el intendente de la ciudad, autoridades policiales, representantes de algunas instituciones ceresinas y un reducido público, fiel al Papa que batió todos los récords desde que inició su pontificado allá por el año 1981.

Con un prolijo resumen de todo el peregrinar de Karol Wojtyla (Juan Pablo ll), por el mundo y por la vida de la Iglesia Católica, comenzó la ceremonia.

Un párrafo del texto leído por el padre Cerminatto a los presentes, citando al Papa, decía "no tengan miedo de acoger a Cristo y aceptar su poder, sirvan con el poder de Cristo a la persona humana y a toda la humanidad, abran de par en par las puertas a Cristo; a su poder salvador se abren las fronteras de los Estados, de los sistemas económicos, políticos, los vastos campos de la cultura, la civilización y el desarrollo; no tengan miedo, Cristo sabe lo que hay dentro del hombre, solo Él lo sabe".

Terminado el texto de vida y obra de Juan Pablo ll, distintos integrantes de la sociedad leyeron estrofas citando las palabras alguna vez vertidas por el Papa Magno.

Juan Pablo ll fue el único Papa en batir todos los récords preestablecidos por la iglesia Católica, llamado y reconocido en el mundo como el Papa de los jóvenes, de la familia, de los ancianos, de los niños, de la mujer, de la colectividad episcopal y de la paz.

Finalizada la ceremonia, el público presente se trasladó, bajo la lluvia, hasta la gruta donde allí se bendijo definitivamente la estatua y el oratorio donde está situada la misma. En el mismo terreno donde se impone hoy la imagen del Papa Magno en un breve tiempo se erigirá el nuevo hospital de esta ciudad.