Actividad en el Colegio de Médicos
Taller sobre cómo los padres no pueden poner límites hoy
Un taller propone pensar sobre la época actual caracterizada por la caída de la figura del padre como ideal. Se relajan los lazos amorosos y hay un consumo excesivo de objetos, entre ellos, medicamentos.

"Los padres tienen dificultades para poner límites a los chicos y el límite -muchas veces- aparece desplazado en el miedo. Les dicen a sus hijos que se porten bien porque si no la doctora o el doctor les van a poner inyecciones o no los van a atender más", advirtió la psicoanalista Norah Pérez.

La profesional santafesina disertará hoy sobre la crisis de la responsabilidad de los padres y cómo repercute en el desarrollo de los niños. La actividad es organizada por la Sociedad Argentina de Pediatría filial Santa Fe, en el marco de su Curso de Educación Continua.

Pérez dirigirá un taller titulado "El niño en nosotros" y específicamente analizará la psicopatología de la infancia. La profesional es miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP), miembro de la Escuela de Orientación Lacaniana, coordinadora del Espacio de Las Noches Clínicas de EOL Santa Fe y supervisora clínica de Salud Mental del Hospital de Niños de Santa Fe Dr. Orlando Alassia.

La profesional adelantó algunos conceptos de este fenómeno al asegurar que "los pediatras están preocupados por la problemática que ven en su consultorio: atienden niños con diagnósticos de desórdenes en la atención, a los que a veces se suma la hiperquinesis. Ante estas problemáticas se interrogan cómo intervenir porque con el niño reciben a la familia y advierten la crisis de la autoridad".

También consideró que se trata de un fenómeno hipermoderno de la autoridad, en el que existe una dificultad para hacerse cargo de ese lugar, es decir, la responsabilidad se diluye o se delega en las instituciones como escuelas, maestros, médicos, cuando no es asumida por los padres o se desvirtúan en falsas salidas, como puede ser imponer el miedo.

Aseguró que "el niño inhibe la acción por el miedo porque no capta el sentido del límite. No hay un respeto por la autoridad sino miedo, que es distinto y después tiene consecuencias en el adulto (temeroso, acobardado) porque vivió a eso como una prohibición y no como una comprensión del sentido y del respeto del límite".

Asimismo, planteó que "lo más riesgoso actualmente es que también se opta por el pedido de medicación. Estamos asistiendo a un fenómeno donde los niños están muy medicados para estas patologías, en forma indiscriminada, muchas veces. A veces es solicitada por los maestros porque se propone como la salida al problema".

Hipermodernidad

La psicoanalista consideró que "estos fenómenos de la hipermodernidad, que antes no se veían, tocan la subjetividad en un mismo punto: el adulto no se hace la pregunta de cómo es responsable en relación a lo que se queja. Por eso, el adulto (papá o mamá) tiene dificultades para hacerse cargo de esa responsabilidad y la delegan, la niegan o la desplazan a una queja".

Por eso, sugirió que ese cuestionamiento deberían hacérselo los padres porque "deben asumir que hay un problema que está en la familia y luego ubicar la autoridad y las responsabilidades de cada uno. Se debe trabajar con este síntoma porque es la manifestación que este síndrome pone en evidencia".

También opinó que "cuando no se pueden poner límites se deben preguntar dónde está el niño y es por eso que hablamos del niño en nosotros. Si un adulto no ha salido de su posición niño tiene dificultades para asumir su posición hombre o padre. Cabe aclarar que cuando hablamos de un niño no es solamente en relación a lo evolutivo sino a su posición subjetiva, y hoy vemos este fenómeno".

Por eso, insistió que esa posición infantil significa que se adopte una postura irresponsable frente al propio deseo (siempre se depende de lo que otro me diga); tiene que ver con la dependencia (todavía no se espera de un niño que decida por sí); y no hay que pagar el precio de decir si elijo algo me comprometo con eso.

Concluyó insistiendo en que "hoy se advierte una falta de compromiso en general con las elecciones que hacen los adultos: no las pueden sostener, hay un empuje a lo efímero, a pasar por situaciones donde no se extrae un saldo de saber o una capitalización de la experiencia".

Mariana Rivera