Con motivo de haberse celebrado ayer el Día del Periodista el arzobispo de Santa Fe, Mons. José María Arancedo, ofició una misa por ellos, por los periodistas fallecidos y por aquéllos que se encuentran desocupados o con problemas laborales. El prelado, en su homilía, bregó por profundizar la vocación de comunicar la verdad y buscar el perfeccionamiento en la profesión. Destacó la importancia de la actividad para la construcción de una sociedad con mayor justicia y equidad.