Santa Fe está al tope de las estadísticas

Nuestra ciudad registra casi 800 accidentes de tránsito por mes

Cualquier esquina puede ser protagonista de un accidente más o menos espectacular. Foto: Archivo El Litoral. 

Se pasan semáforos en rojo; se maneja alcoholizado, con el celular en mano o sin el cinturón de seguridad. Quienes trabajan en las calles controlando el tránsito aseguran que falta conciencia. Mientras tanto, 265 personas perdieron la vida por esta causa en 53 meses.

De la Redacción de El Litoral

Parece hasta redundante señalar lo mal que se maneja en la ciudad. Pero, cada tanto, las estadísticas de accidentes de tránsito vuelven a dar una estampida del salvajismo de las calles, lo que genera una nueva reflexión sobre el tema.

Esta vez, es la Jefatura de la Unidad Regional I la que aporta los truculentos datos: en Santa Fe hay más de 770 accidentes por mes. Durante el mismo período, 211 resultan con lesiones leves, graves y gravísimas.

Sólo en la ciudad, en 53 meses, se produjeron 41.007 accidentes de tránsito, 265 personas perdieron la vida y otras 11.227 resultaron lesionadas e imposibilitadas con distinta gravedad, de acuerdo con el informe difundido por la división Relaciones Policiales. La mayoría de los accidentes (41 %) se produjo, durante los últimos 36 meses, en la franja horaria que va de 6 a 14. Cerca del 23 % del total en horas de la noche, y 36 % durante la tarde.

Una vez más, desde algún organismo del Estado intentan llamar la atención sobre las consecuencias de la imprevisión al volante. Y en esto, todos los que tienen algún punto de conexión con el tema están de acuerdo. El subsecretario de Control municipal, inspectores de tránsito, frutillitas y vecinos coinciden en la sentencia.

Por las calles I

El hombre, anotador en mano, dejó su moto a unos pocos metros. La visión no le devuelve nada distinto de lo que ve todos los días en su trabajo de inspector: "el tránsito es malo". Y las faltas siempre son las mismas.

"Todo el mundo viaja por la izquierda, cruzan los semáforos en rojo, andan sin documentación del vehículo y, el que tiene algo, lo tiene a medias". En síntesis, "nadie cumple con todo".

El hombre siente la decepción de que, a pesar de las multas y llamados de atención, "la gente no tome conciencia de nada. Se sigue manejando igual... No hay conciencia de los peligros que hay en la calle".

La postal, agrega, se repite en "todos lados". En las principales avenidas, el centro o las afueras, las calles -y él- son testigos de "criaturas en motovehículos, a pesar de que hubo accidentes graves que se han caído los chicos y le han pasado camiones por encima", por ejemplo.

Ayer nomás, se topó con una mujer joven manejando en una avenida al mismo tiempo que hablaba por celular, falta usual si las habrá. El aditamento extra es que llevaba "una criatura en los brazos". Unas pocas cuadras antes, "venía una ambulancia con la sirena a mil y un taxista más otro conductor no le daba lugar".

¿Cómo hacer que la cosa cambie si desde hace 11 años -justo cuando él empezó a trabajar- es "peor"? Y con su experiencia, el hombre atina a pedir que sean "más exigentes cuando van a rendir el carné. Si fuera yo quien tomase el examen, haría que fuera en la calle".

Por la calle II

Esta vez es una mujer la que asegura desde Mendoza y 9 de Julio que "la gente maneja mal". Unos segundos antes de hablar con El Litoral intentaba ordenar el tránsito que siempre está desordenado.

Un poco sorprendida agrega que desde hace 20 años trabaja como "frutillita" -aunque antes tenía otro nombre-, y cada vez lo ve "peor" al tema. Las causas posibles que identifica son que "Santa Fe es muy chico para tantos vehículos, antes no había tantos" y, además, "es por inconciencia. Siempre estamos apurados, el nerviosismo... No se toma conciencia porque a mí no me pasó, yo no tuve un accidente o mi familiar no tuvo un accidente".

El "no te metas" o "no me interesa" de estas épocas globalizadas también colabora: "no respetan al peatón, no ponen el guiño a 30 metros para avisar que giran, nadie usa el cinturón, se mandan adelante los colectivos... Si se los corregimos se enojan y si le hacemos la boleta también se enojan".

Por la calle III

Esta vez es una esquina la protagonista del desajuste vehicular. La de Santiago del Estero y 4 de Enero. Justo en el negocio de pastas que está allí trabaja José Luis, que es testigo de que ahí "hace 11 años que los accidentes son constantes. Cada 3 ó 4 días seguro hay un accidente".

Luego de que un auto entrara de lleno a su propio local, decidió colocar unos canteros que frenen la embestida. Claro que la frenan pero no la evitan: "Es la vez número 19 que me lo rompen", dice mientras señala los escombros que quedaron esparcidos después del último choque.

El deterioro social llega justo cuando la tragedia es "normal". La convivencia casi cotidiana con estos accidentes hicieron que José Luis lo vea así, "como un choque más".

Más rápido y peor

En la ciudad se conduce más rápido, sin casco y sin cinturón de seguridad. A estas tres conclusiones llegó el subsecretario de Control de la Municipalidad Norberto Berlanga luego de analizar las cifras sobre estadísticas de accidentes de tránsito y de cotejarlas con otras ciudades, por ejemplo, con Rosario. El cálculo es el siguiente: en 2005 se produjeron algo más de 8.200 choques en esta capital mientras que en la ciudad del sur llegaron a 63 mil. Sin embargo "estamos en peor situación respecto de la cantidad de accidentados y muertos".

Para explicarlo de manera gráfica, "cuando se choca en Rosario queda pintura en la calle y cuando ocurre en Santa Fe queda sangre".

El funcionario señaló que este año todos los operativos y medidas apuntan a revertir esta tendencia, en tanto se evalúan alternativas que van a requerir del apoyo del Concejo Municipal, como colocar cámaras en semáforos o radares en lugares donde los siniestros se vuelven más frecuentes. Un dato curioso: dos de los semáforos que menos se respetan son los ubicados en bulevar Pellegrini y San Jerónimo y bulevar y 9 de Julio, es decir en plena zona céntrica.

"El tema nos sigue preocupando y estamos trabajando fuertemente en materia de tránsito", aseguró Berlanga y aclaró que "los operativos no sólo están destinados a retener o multar, sino a modificar conductas". "Estamos dispuestos a asumir el costo político por las quejas y críticas porque hacemos multas y no que por dejar de hacerlas y que se muera más gente en la ciudad", concluyó.