Segundo Argentino de Literatura
Abordaje a la literatura infantil
"¿Hacia la construcción del canon?" se tituló el panel integrado por las escritoras Lilia Lardone, María Teresa Andruetto y Beatriz Actis.

En el marco del II Argentino de Literatura organizado por la Universidad Nacional del Litoral, se desarrolló el panel sobre literatura infantil: "¿Hacia la construcción del canon?", integrado por las escritoras Lilia Lardone, María Teresa Andruetto y Beatriz Actis y coordinado por Germán Prósperi.

Lilia Lardone, autora de numerosos títulos en el campo de la literatura para niños y adultos, además de propuestas sobre talleres de escritura, entre los que se destaca, en ficción, "Caballero negro" (Premio Norma-Fundalectura), inició su exposición citando una nota de Pierre Bourdieu sobre el modo en que opera el canon, para afirmar y plantear después una serie de interrogaciones críticas.

"La reflexión de Bourdieu -sostuvo- nos abre la posibilidad de un sinfín de reflexiones, a partir de una constatación: no todo producto intelectual puede medirse con la misma vara o, en todo caso, hay que tener en cuenta quién lo mide. La clave reside en la enunciación inicial: `Preguntarse quién juzga y quién consagra'. La propuesta para esta mesa es hablar del canon en la literatura infantil, y sería útil delimitar lo que entendemos por canon (...). Noé Jitrik, uno de los testimonios que recoge el libro `Acerca del canon', publicado por Losada, introduce una fisura: `Si canon equivale a conjunto de normas vinculado con una retórica, hay que empezar por reconocer en primer lugar que no hay un solo canon'. (...) Recuerdo la cita de Bourdieu: quién juzga, quién establece: ¿la escuela?, ¿el ministerio?, ¿la crítica académica?, ¿las publicaciones especializadas?, ¿las bibliotecas?, ¿el gusto de los lectores?, ¿la familia?, ¿las leyes del mercado?, ¿el ranking?".

La construcción de cada lector

Seguidamente, María Teresa Andruetto, autora de una amplia obra que aborda campos como el de la traducción y géneros diversos como la narrativa y la poesía, entre ella, "Stefano" y "Kodak", respectivamente, afirmó durante su ponencia: "Cada lector construye su canon: Horacio González habla del pinchazo, Barthes habla de punctum. Se está refiriendo a fotografías, pero podría estar hablando de libros. Dice: `No soy yo quien va a buscarlo, es él quien sale de la escena como una flecha y viene a punzarme. En latín existe una palabra para designar esta herida, este pinchazo, esta marca...(...)...a ese elemento que viene a perturbar... lo llamaré punctum, dice, pues punctum es pinchazo, agujerito, pequeña mancha, pequeño corte y también casualidad' ".

"Cada (buen) lector construye su canon, más allá de lo que canonicen la academia, la escuela o el mercado. La gloria de un poeta depende de la excitación o de la apatía de las generaciones de hombres anónimos que la ponen a prueba, en la soledad de sus bibliotecas (...). `Clásico no es un libro que necesariamente posee tales o cuales méritos, es un libro que las generaciones de los hombres, urgidas por diversas razones, leen con previo fervor y con una misteriosa lealtad', dice Borges".

Una quimérica ilusión

Beatriz Actis, autora de libros de literatura para niños (los cuentos "Para alegrar al cartero", entre otros), para adultos (entre ellos, la novela "Cruces cierran los campos") y de problemáticas didácticas en torno de la lengua y la literatura ("Cómo elaborar Proyectos Institucionales de Lectura", entre otros), señaló en el tramo inicial de su exposición: "La literatura trabaja con materiales diversos: la experiencia es uno de ellos, pero también sedimentan en lo literario las formas de la percepción, las modalidades prácticas y expresivas, las experiencias culturales, las mediaciones ideológicas".

"Mucho se ha hablado sobre el vínculo entre ficción y realidad, o entre la ficción y un imaginario cercano a la experiencia (Borges señalaba que incluso en la literatura de ciencia ficción de Bradbury había una marca realista: aparecía allí, por ejemplo, el tedio americano), al igual que se ha debatido largamente sobre la relación entre vida y obra, entre principios sociológicos y principios estéticos.

"Señalado brevemente lo anterior, me voy a permitir iniciar esta exposición haciendo algunas referencias a mi canon personal de lecturas de infancia e intentando establecer alguna relación entre éste y mi propia producción literaria posterior, con la quimérica ilusión de ir tras la sombra de aquel relato modélico de Walter Benjamin: `Niño que lee'. (...) Preguntarse hoy por el canon significa, sin duda, repensar la especificidad de un campo que se encuentra signado por fuerzas de atracción y de rechazo: el canon no puede pensarse sino en el espacio oscilante entre lo constante y lo mutable, es decir, la idea de canon excede la cuestión del mero listado o repertorio de obras y autores, e involucra las evaluaciones sociales de dicha selección y sus condiciones de legibilidad e ilegibilidad".

Finalmente, el público presente realizó preguntas que fueron respondidas alternativamente por los diversos miembros del panel y de ese modo se generó una dinámica que permitió reflexionar colectivamente sobre la problemática convocante.

De la redacción de El Litoral