Se firmó ayer con Bolivia
Estratégico acuerdo por el gas
Kirchner y Evo Morales convinieron un aumento del 56 %, pero también un sustancial incremento en el suministro durante 20 años. Esto permitirá reactivar la construcción del gasoducto del Noreste.

Finalmente, el gobierno cerró un acuerdo con Bolivia por la provisión de gas. Así se despeja la incertidumbre en el frente energético tras la nacionalización de Evo Morales. Los puntos más relevantes del acuerdo son que el millón de BTU será de cinco dólares y que Bolivia se compromete a elevar la provisión de gas a 27 millones de BTU de los actuales 7 millones. De esta manera, se pondrá en marcha al gasoducto del Noreste.

La Argentina pagará el gas que viene de Bolivia un 56 % más caro. De los 3,4 dólares promedio que abona en la actualidad por el millón de BTU (unidad calórica que se utiliza para la comercialización internacional del gas natural), pasará a pagar, desde el 15 de julio y hasta fin de año, 5 dólares, un valor que se venían barajando desde que comenzaron las negociaciones. Luego, las autoridades de ambos países volverán a fijar un nuevo valor en función del precio del crudo.

También el gobierno se aseguró de que Bolivia aumentara el suministro de gas por 20 millones de BTU durante 20 años. El incremento está en línea con la previsión de demanda de energía de la Argentina en los próximos años y permite la puesta en marcha del suspendido gasoducto del Noreste, cuya construcción ha sido adjudicada al Grupo Techint.

Así, se despejan, en parte, las incertidumbres en el plano energético, luego de que el presidente de Bolivia, Evo Morales, a pocos meses de asumir, decidiera la nacionalización de los hidrocarburos y la renegociación de los precios que Bolivia exporta a los países de la región, salvo Chile. Situación que congeló automáticamente la construcción de nuevo gasoducto hasta tanto se negociara un nuevo precio y se garantizara un suministro.

El gas, a un valor de 5 dólares el millón de BTU, permite que continúe siendo la fuente energética más conveniente frente a combustibles alternativos como el gasoil. Hoy la Argentina importa 7 millones de BTU por día, lo que representa un 4 % del consumo total de energía del país.

Para que el aumento del gas no impacte sobre los usuarios y los precios internos, una de las alternativas que baraja el gobierno sería trasladar la diferencia de precio a las exportaciones de gas que se destinan mayoritariamente a Chile y, en menor medida, a Brasil y Uruguay.

Evaluación

Según Daniel Montamat, ex secretario de Energía, con este acuerdo "Bolivia ha logrado todos sus objetivos: negoció con Argentina antes de hacerlo con Brasil; instaló en la región un precio del gas que refleja su costo de oportunidad de vender al mercado americano, cuando todavía no hay un mercado internacional para el gas natural (su posibilidad presente de vender el gas como gas natural líquido, GNL, es, hoy por hoy, virtual) y no garantiza formalmente un suministro adicional".

A su vez, según el economista, "para construir un nuevo gasoducto troncal hace falta comprometer unos 20 millones de m3/día adicionales y no creo que la petrolera estatal de Bolivia esté hoy en condiciones de garantizar esto".

El mecanismo de negociación en función del precio del crudo, que se llevará adelante a partir de enero próximo, está en línea con el mecanismo de ajuste que Jorge Lapeña, también ex secretario de Energía, venía pregonando para despejar la incertidumbre en el frente energético y permitir un horizonte de previsibilidad.

Ambos gobiernos estudiarán y diseñarán una fórmula de ajuste que considerará una correcta valoración del producto en el mercado de destino y de la evolución del valor de los licuables (etano, propano, butano y gasolina natural), que contenga el gas natural exportado.

Ignacio Sanguinetti (CMI)