Héctor Carnero Escultor

De la carpintería a la escultura. Oriundo de Laguna Paiva, donde pasó su infancia y adolescencia, vivió muchos años en Córdoba, hasta que en 1980 partió rumbo a España con su esposa, sus 3 hijos y su oficio de carpintero y restaurador. En Marbella se convirtió en un destacado escultor. textos de Oscar Paúl

Un viaje y un sueño. "En 1980, ante la difícil situación por la que atravesaba nuestro país, decidimos con mi esposa -que es asistente social- viajar a España y nos radicamos en Marbella. Allí instalé mi taller de restauraciones y en 1982 conocí a Ricardo Dávila, quien se convertiría en mi maestro y en el hacedor del sueño más insospechado de mi vida: ingresar al mundo de la escultura".

La primera muestra. "En 1993, después de muchos años de aprendizaje, expuse por primera vez en el Centro Integral de Cultura Salomón, de Málaga. Luego, respondiendo a una invitación, presenté mis trabajos en el recinto de Ibernatura España, Feria Internacional de Naturaleza, Medio Ambiente y Terapias Alternativas, en donde nace mi vocación conservacionista y ecologista. Paralelamente a ello, continué con mi formación laboral, ya que aún no me era posible autofinanciarme, motivo por el cual en el Ministerio de Trabajo empecé a cursar la especialidad de Experto Docente e intervengo como maestro de Taller en distintas Escuelas-Taller de la provincia y la región. Posteriormente, me relacioné con grandes maestros de la escultura en piedra, cerámica, óleo, hierro, etc., de los que aprendí técnicas interesantísimas, como la soldadura, forja en frío, esmaltado al horno y modelado, entre otras".

El maestro y premiado. "En 1995 me contrató en Marbella una empresaria muy conocida, para que ejerza como profesor de Escultura para su recién creado Taller de Artes. Dos años después, un amigo pintor de Gibraltar, Mario Finlaison, me anima a intervenir, con una de mis obras, en la 25 tn Gibraltar Open Art Exhibition, un certamen anual en el que participan más de 160 artistas de distintos países con alrededor de 300 obras. Sin grandes expectativas, y muy tímidamente, presenté una escultura en madera de olivo y sin título. Para mi sorpresa, esa obra me hace acreedor al primer premio de Escultura: el `Leni Mifsud' ".

Explorar la materia. "Eso me animó a trabajar otros materiales, ya que hasta ese momento sólo empleaba la madera. Por lo tanto, con otros escultores amigos nos dirigimos a Lucena, ciudad industrial en la que me ponen en contacto con maestros fundidores especializados en bronce a la cera perdida. Aprendí esta técnica y la incorporé a la madera, aunque también sigo usando como complemento -y a veces como material único- desechos urbanos, antigüedades, restos de herrerías, carpinterías y marmolerías. Nada escapa a mi voracidad creativa, y aun cuando a veces no den los resultados esperados, me inclino por el expresionismo y el figurativismo".

La fotografía. "En 1998 logré mi primer premio de fotografía, en un concurso local sobre Historia y Cultura de Marbella, y dos años más tarde gano otra vez el primer premio `Todas las Artes', que otorga el jurado por el Ministerio de Cultura gracias a mi obra `Mediterránea', un homenaje a la mujer universal y que define mis dos corrientes. Tras cuatro años de sequía de premios, pero de buenos tiempos de ventas, vuelvo a obtener el `Ministerio de Cultura' junto con una placa de plata que el gobierno del lugar le entrega a sus visitas ilustres. En esa ocasión, el jurado estaba compuesto por un profesor de Arte de Gibraltar, un catedrático español y el director de la Real Escuela de Bellas Artes de Londres, quien manifestó que la escultura se destacaba por su gracia y originalidad. Los periodistas ingleses, por su parte, la rebautizaron `La silla que mueve al mundo', porque yo la presenté sin título".

Visita inolvidable. "En mayo de este año visité mi pueblo natal y volví a nacer. Fue como regresar al pasado, en el que encontré, otra vez, el punto de partida que me enfrentó a la conciencia de mi anterior vida. Ello representó un retorno ancestral al vientre del universo que, nuevamente, me vuelve a parir, pero con otros aires, con otros sueños. Fue el mejor de los premios, mis más felices lágrimas".

PERSONAL

Héctor Carnero es el tercero de los 5 hijos que tuvieron Justo José Carnero y Rosa Florinda Napolitano, ambos aborígenes. Desde casi niño, y siguiendo el oficio paterno, se dedicó a la carpintería. Al regresar del Servicio Militar, se traslada junto con su familia a Córdoba, donde conoce a María Ángeles Menéndez, con quien se casa y tiene 3 hijos: Matías, Santiago e Ignacio.

Fecha y lugar de nacimiento: 21 de febrero de 1943, en el pueblo Reynaldo Cullen, hoy ciudad de Laguna Paiva.

Formación: estudió teatro y es actor. Con el maestro D. Tello aprendió a tallar en madera y la restauración de muebles antiguos. Con él descubre su inclinación por el arte escultórico.

Un anhelo: "Mis mayores deseos son crear mi mejor escultura, devolverle a las generaciones futuras un planeta en mejores condiciones, ayudar a acabar con las trágicas migraciones, terminar definitivamente con las macroinjusticias y un negro etcétera. Pero el más pequeño, personal y mezquino es tener mi propia sala de arte, en la que pueda exponer las obras de mis maestros y amigos".