Mientras que el 10 % más rico del país gana 36 veces más de lo que percibe, en promedio, el 10 % más pobre, el Indec aportó cifras de una mejora de tres puntos respecto de junio de 2005 en la distribución del ingreso. En tanto, la Canasta Básica -compuesta de alimentos y servicios- tuvo un alza del 0,5 % respecto de mayo y la Alimentaria se ubicó en los $ 391,26. Las familias que no alcancen a reunir en el mes esa cifra, se las considera indigentes.
El 10 por ciento de la población más rica percibe 36 veces más recursos que el 10 por ciento más pobre, al cierre del primer trimestre del año, según informó ayer el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec).
Esta relación sufrió un descenso de 3 puntos con respecto al mismo período de 2005 cuando había trepado a 39 veces y de 4 puntos si se compara con 2004 momento en que llegó a 40. El gobierno nacional destacó a partir de estos datos que en los últimos tres años mejoró la distribución del ingreso en el país.
La mayor brecha entre ricos y pobres se produjo en mayo de 2002 cuando los efectos de la devaluación desataron la inflación provocando que la relación llegara a ser de 1 a 80.
"Los avances en la distribución del ingreso tienen que ver con la caída del desempleo, una mejora en los ingresos, y efectos adicionales como las subas en jubilaciones y en los salarios mínimos", destacó un funcionario del Ministerio de Economía.
Las cifras surgen del primer informe sobre "Evolución de la distribución del ingreso" cuya publicación periódica inició ayer el Indec. El colaborador de Miceli subrayó que la distribución del ingreso "es un tema estructural" y consideró que "las políticas para mejorar esta situación tienen impacto en el mediano y largo plazo".
Añadió que "los buenos resultados que la Argentina obtuvo en los últimos 2 ó 3 años en otros países se producen en una década. Aunque también hay que aclarar que por la crisis el deterioro también se produjo más rápido".
El funcionario defendió la decisión del Indec de presentar este informe dado que "hasta el momento había datos por separado y ahora se está indicando a analistas y comentaristas cuáles son los indicadores y cuadros que deben estudiarse para lograr una comparación homogénea".
.
Los que menos ganan
De acuerdo con el trabajo del organismo, el 10 por ciento de la población de menores ingresos logra hasta 86 pesos per cápita, lo cual implica una mensualidad de 344 pesos para una familia tipo. La Canasta Básica de Alimentos (CBA) tiene un costo de 391 pesos para una familia tipo y quienes no alcanzan ese valor son considerados indigentes.
Si le sumamos una serie de servicios esenciales se llega a la Canasta Básica Total (CBT) cuyo valor a fin de junio se ubicó en 857 pesos. De acuerdo con los datos, el cuarto decil (o sea ingresos mensuales entre 800 y 1000 pesos) está en condiciones de superar la pobreza.
Otra de las formas en que se puede mostrar esta información da cuenta de que el 10 por ciento con mayores ingresos monetarios concentran el 37,1 por ciento de los ingresos totales, mientras que los que ganan entre 0 y 86 pesos, es decir el primer decil (10 por ciento) de la población, sólo toma el 1,0 por ciento del total.
A mediados de la década del '90, la desigualdad en la distribución del ingreso fue en aumento inducida, entre otras cosas, por la mayor precariedad laboral, y el mayor desempleo.
El punto máximo de esta desigualdad se alcanzó en mayo del 2002, durante la crisis tras el derrumbe de la Convertibilidad, cuando el 10 por ciento más rico ganó 80 veces más que el 10 por ciento con menores ingresos.
Pero fue a partir del 2002 que comenzó una sostenida reducción de la diferencia entre los que más y los que menos ganan, debido al mayor nivel de empleo, y el impulso estatal de brindar aumentos salariales, en especial a las categorías más bajas.
Crecimiento o desarrollo
El país crece a tasas del 9 %, pero la pobreza no evoluciona en igual medida. Eso se debe a que la economía puede crecer, pero no necesariamente la riqueza se distribuye, porque los beneficiarios son unos pocos. El Coeficiente de Gini, que mide la distribución de la riqueza, debe su nombre al matemático italiano Corrado Gini. Mide entre 0 y 1; 0 es la igualdad perfecta, como si todos ganaran lo mismo, y 1 es la concentración absoluta de toda la riqueza en uno solo. En la Argentina, el coeficiente era 0,55 puntos en mayo de 2002 y mejoró hasta 0,485 puntos en el cuarto trimestre de 2005. Pero en el primer trimestre de este año hubo un leve repunte hacia la concentración de la riqueza, ya que el indicador trepó nuevamente a 0,494 puntos.
Más empleo formal en el país
El empleo formal creció en mayo último un 8,2 por ciento frente a igual mes de 2005, y 0,4 por ciento con respecto a abril, con lo que ya suman 45 meses de mejoras sostenidas en el nivel de ocupación en los principales conglomerados urbanos del país.
El ministro de Trabajo, Carlos Tomada, informó los últimos datos de la Encuesta de Indicadores Laborales que mes a mes realiza su cartera. "Estos resultados confirman la sistemática progresión en materia de crecimiento del empleo registrado. Los nuevos puestos de trabajo abarcan a todo el nivel de calificación y competencias, lo que representa que el proceso de inserción laboral es más homogéneo", indicó el ministro.
Para Tomada, hay dos fenómenos que no se deben pasar por alto: por un lado, "se mantiene fuerte la creación de empleo" y, por el otro, se percibe "una baja en la existencia de planes sociales, producto de una muy acentuada inserción laboral de estos beneficiarios".
El jefe de la cartera laboral indicó que los números de mayo "revelan un mayor comportamiento hacia una cultura del cumplimiento en términos de obligaciones laborales y previsionales".
Según la encuesta, el número de puestos formales en la industria manufacturera creció un 0,2 por ciento con respecto al mes anterior y un 7,5 por ciento en la comparación interanual mayo-mayo.
Por su parte, la construcción creció 1,9 por ciento con respecto al mes anterior y 21,9 por ciento frente a mayo de 2005, mientras que, en el sector comercio y servicios, el crecimiento interanual fue del 7,2 por ciento y del 0,3 por ciento con respecto a abril.
Tomada, además, puso de relieve la mejora registrada en los últimos tres años en la relación existente entre los datos de la encuesta y los beneficiarios de planes sociales.
"En el año 2003, la relación entre datos de la encuesta con o sin planes sociales marcaba una diferencia del 3,9 por ciento, una brecha que ahora se ha reducido al 1,2 por ciento", indicó el jefe de la cartera laboral.
Durante el mes de mayo se realizaron 30 incorporaciones por cada mil puestos de trabajo existentes y el 87 por ciento de estas altas se realizan bajo la modalidad de contratación a tiempo indeterminado; el 10 por ciento, a tiempo determinado, y el 3 por ciento restante, bajo otras modalidades de contratación.
De un mes al otro la situación mejoró 0,4 % en Buenos Aires y 0,2 % en el Gran Córdoba. En cambio, disminuyó en el Gran Rosario 0,1 %, aunque subió 4,1 puntos en la comparación interanual.
Aumentó 0,5% la canasta básica
Una familia tipo necesitó reunir 856,86 pesos para superar la línea de pobreza en junio, lo que significa un alza de 0,5 por ciento con relación a mayo, según informó el Indec.
Éste es el valor que alcanzó la Canasta Básica Total (CBT), la cual está compuesta por un conjunto de alimentos y servicios básicos para la supervivienda de un grupo familiar compuesto por un matrimonio y dos hijos.
A su vez, el organismo confirmó que el costo de la Canasta Básica de Alimentos (CBA) se mantuvo estable con respecto a mayo en 391,26 pesos y las familias que no alcanzan reunir ese monto caen en la indigencia.
Con estos resultados en el primer semestre el valor de la CBT subió 3,04 por ciento, mientras que el de la CBA creció 1,61 por ciento. La inflación en junio fue de 0,5 y, en los primeros seis meses, sumó 4,9 por ciento.
Los distintos comportamientos obedecen a que la CBT incluye servicios básicos (por ejemplo, el alquiler de una vivienda), mientras que la CBA sólo está compuesta por alimentos. El ritmo de crecimiento de los servicios en el primer semestre fue superior al de los alimentos.
Según el Indec, en los primeros seis meses los servicios acumulan un alza de 6 por ciento, mientras que los bienes lo hicieron en 4,2 por ciento. Por otra parte, los alimentos aumentaron en promedio 0,5 por ciento en junio por alzas estacionales de frutas y verduras y el pan.
Estos incrementos se vieron compensados por la continua baja en el precio de la carne. Dentro de las frutas, las mayores alzas se vieron la banana (5,8 por ciento) y en la manzana deliciosa (3,7 por ciento).
En verduras, hubo alzas en lechuga (9,9 por ciento), zapallito (9 por ciento) batata (3,8 por ciento) y papa (2,4 por ciento), mientras que se produjo una disminución de 14,3 por ciento en el tomate.
En los productos panificados se produjeron incrementos generales. El pan francés subió 2,8 por ciento; el lacteado, 0,3 por ciento, y las facturas, 3,3 por ciento.
La carne cayó en todos los cortes medidos por el Indec: asado, -1,4 por ciento; carne picada, -2,6 por ciento; paleta, -1,9 por ciento; bife angosto, -2,2 por ciento; nalga, -1,4 por ciento. El pollo disminuyó 3,4 por ciento y el pescado subió 1 por ciento.
Cabe recordar que los datos corresponden al aglomerado Gran Buenos Aires, aunque tradicionalmente se toman como datos nacionales y son los que se utilizan para el cálculo de los indicadores económicos del país. El Indec empezó a medir una inflación "nacional", pero el gobierno aún les da preponderancia a los datos de la ciudad de Buenos Aires y su conurbano.
La pobreza en el campo
La ministra de Economía, Felisa Miceli, exhortó a funcionarios y representantes del sector agropecuario a trabajar en un plan integral para que "en tres o cuatro años" se termine con la pobreza entre campesinos y pequeños productores. La funcionaria formuló este llamado durante la presentación del Programa Social Agropecuario. Ante el "buen funcionamiento de la macroeconomía", la ministra instó a encontrar "políticas más profundas" para los sectores agropecuarios que necesiten el respaldo estatal.
