El ministro de Planificación Federal, Julio De Vido, aseguró que "no hay riesgo ninguno" de colapso energético, y apuntó contra el líder de Compromiso para el Cambio, Mauricio Macri; y su socio político el gobernador neuquino, Jorge Sobisch, quienes criticaron la política energética del gobierno y a quienes acusó de no entender "absolutamente nada" del tema.

De Vido también afirmó que en los próximos cinco años "toda la región estará interconectada" energéticamente, gracias a la construcción de los gasoductos que unirán a los países del Mercosur, a partir de la flamante incorporación de Venezuela al bloque.

Macri había dicho que "con el rebrote de frío, se estuvo a punto de que se caiga el sistema" energético y Sobisch criticó los acuerdos con Bolivia que llevarán a la Argentina a pagar de 3,2 a 5 dólares el millón de BTU de gas.

"Lo que planteó Macri fue con mucha mala fe y desconocimiento", sostuvo De Vido, quien aseguró que "no hay riesgo absolutamente ninguno de colapso energético".

Sobre los dichos del gobernador neuquino, indicó que "cuando Sobisch explique el motivo por el que autorizó la prórroga de Loma La Lata, donde más cayeron las reservas energéticas del país, tendrá autoridad moral para hablar de energía; mientras tanto, que se dedique a administrar Neuquén y no a hablar de energía, porque no tiene la menor idea".

El ministro explicó que "el sistema tiene 23 mil megavatios instalados", y destacó que "cuando bordea 80 por ciento de su capacidad instalada, hay que ampliarlo".

En ese sentido, puntualizó que "el 27 de julio se abre la licitación para ampliar en 1.600 megavatios el sistema".

Además, precisó que "este año se subió 2 metros la cota de Yacyretá, que significa una generación de 400 megavatios más".

De Vido destacó el flamante ingreso de Venezuela al Mercosur, y subrayó que se "incorporó a la nación que tiene las mayores reservas energética del continente, eliminando hacia 2011 todas las barreras arancelarias".

A partir de esta asociación, el ministro puntualizó que "toda la región estará interconectada", y estimó que "los gasoductos -que se planean construir desde Venezuela a la Argentina- estarán terminados entre 2010 y 2011".

Además, puso de relieve que cuando estén listos estos gasoductos, "la Argentina va a incrementar en 50 por ciento el gas que consume por día".

El gobierno chileno confía en que su "alianza estratégica" con Argentina servirá para resolver el problema de la importación de gas natural desde el vecino país, aseguró el subsecretario de Relaciones Exteriores, Alberto Van Klaveren.

Esa alianza debiera permitir al gobierno argentino "adoptar medidas particulares para mantener estable el suministro de gas y a la vez traspasar gradualmente el mayor costo del combustible", dijo.

"El gas es un tema muy importante en nuestra relación, no quisiera aventurar juicios sobre deterioros ni nada, pero obviamente es un tema de gran relevancia para nosotros", puntualizó el vicecanciller chileno.

Chile importa diariamente unos 22 millones de metros cúbicos de gas argentino y a los frecuentes recortes en el suministro, causados por necesidades internas de Argentina, se sumó recientemente la preocupación por un alza de precios, tras un nuevo contrato suscrito entre nuestro país y Bolivia.

Por ese contrato, el precio del gas boliviano exportado a Argentina aumentó un 56 por ciento, lo que repercutirá en un alza del gas que Buenos Aires vende a Chile, que actualmente paga unos 2,7 dólares por millón de BTU (unidad térmica británica).

Tras la reunión de Buenos Aires, se informó que Argentina fijará retenciones a sus exportaciones de gas.

Poniachik, que se reunió con el ministro argentino de Planificación, Julio de Vido, dijo que el gobierno de Argentina buscará una fórmula para que el alza "impacte lo menos posible" en los consumidores chilenos.