Los atentados en Bombay causaron 183 muertos y 714 heridos
India investiga pista islamista
La policía buscaba intensamente a los autores de los siete atentados que ayer dejaron al menos 183 muertos en Bombay, la capital financiera india, afirmando en privado que las sospechas se dirigían a los insurgentes islamistas.

AFP-EFE-Télam/SNI

El balance de estos siete atentados cometidos en forma casi simultánea en trenes y estaciones de Bombay y sus suburbios llegó esta mañana a 183 muertos y 714 heridos, según un alto responsable de la policía local, P.S. Pasricha.

Los investigadores buscaban hoy indicios que les permitieran seguir el rastro de los autores de estos ataques.

Estos atentados, los más sangrientos de los últimos años en India, no fueron reivindicados y públicamente las autoridades indias se limitaron a atribuirlos a "terroristas".

"En esta etapa no tenemos informaciones que vinculen las explosiones a un grupo particular", dijo un alto responsable del gobierno regional de Maharashtra, cuya capital es Bombay, D.K. Sankaran.

"Fue una operación bien coordinada y bien preparada, y parece que una potencia importante está detrás de todo esto", declaró a la televisión K.P. Raghuvanshi, el jefe de la brigada antiterrorista de la policía de Bombay encargada de la investigación.

No obstante, en privado responsables indios dijeron a la prensa local que las sospechas se dirigían a los rebeldes islamistas, tal como sucedió después de los atentados cometidos también en forma casi simultánea en Benarés (norte) en marzo (23 muertos) y Nueva Delhi en octubre (66 muertos).

Según altos funcionarios de los servicios de inteligencia que solicitaron el anonimato, citados por The Times of India, la policía investiga las relaciones entre un grupo islamista, el Movimiento Estudiantil Islámico de India (MEII), prohibido en el país desde 2001.

También se investiga una pista que conduciría al grupo radical extremista islamista Lashkar-e-Taiba, cuya sede se encuentra en Pakistán y que opera en el Cachemira indio, pero la policía espera el informe de los expertos para su confirmación, indicó esta mañana el jefe de la policía regional.

Rechazan acusaciones

En Srinagar, la capital de verano del Cachemira indio, el Lashkar rechazó estas acusaciones y condenó "esas masacres inhumanas".

Las autoridades indias se mostraron reticentes a atribuir los últimos atentados públicamente y con su nombre a grupos terroristas. India y Pakistán, que se disputan el territorio de Cachemira, iniciaron un diálogo de paz en 2004.

Las siete explosiones tuvieron lugar en un lapso de menos de 15 minutos en estaciones y trenes atestados a la hora en que los habitantes de esta ciudad de casi 18 millones de personas regresaban a sus hogares después del trabajo.

En uno de esos lugares, en la estación de Jar, "se encontró un dispositivo de tiempo", indicó un alto responsable de la policía que trataba de determinar la naturaleza de los explosivos utilizados.

Según responsables que solicitaron el anonimato citados por The Indian Express, la policía busca también a dos hombres sospechosos de haber colocado bombas en uno de los trenes, en la estación de Borivili.

Hoy, numerosos lugares sensibles seguían en estado de alerta máxima, sobre todo en Nueva Delhi y Bombay. En los aeropuertos y las estaciones de trenes se tomaron medidas especiales.

Sin embargo, la Bolsa de Bombay estaba abierta y la red ferroviaria de la ciudad funcionaba.

Sin extranjeros

En tanto, no hay noticias de ciudadanos extranjeros entre las víctimas y no se esperan sorpresas debido a que las bombas estallaron en trenes de cercanías que habitualmente no son frecuentados por turistas, según dijeron fuentes diplomáticas en Nueva Delhi.

Los atentados en los trenes de Bombay provocaron una reacción de solidaridad por parte de todos los gobiernos del mundo.

Los atentados fueron llevados a cabo con gran precisión y siguiendo una pauta que recuerda a los ataques del 11 de marzo de 2004 en Madrid y el 7 de julio de 2005 en Londres, aunque los medios indios no prestan prácticamente atención a ese detalle y se centran en la hipótesis de la conexión paquistaní.

El presidente de Pakistán, general Pervez Musharraf, fue uno de los primeros en condenar "con firmeza" este atentado, que calificó, al igual que el gobierno indio, como un "acto terrorista".

Desde Washington, donde está en visita oficial, el ministro paquistaní de Exteriores, Khurshid Kasuri, aseguró hoy que la mejor manera de hacer frente al extremismo islámico e hindú es solucionar el conflicto de Cachemira, algo que hasta ahora no se ha logrado.

Condena argentina

El gobierno argentino expresó su "profundo pesar" y condena por los atentados terroristas perpetrados en Bombay.

"Argentina ha tomado conocimiento con profundo pesar de los atentados terroristas perpetrados en las ciudades (indias) de Srinagar y Bombay, que han causado un alto número de víctimas", aseguró un comunicado difundido por la Cancillería argentina.

"El gobierno y el pueblo argentinos expresan su más firme condena a estos actos cobardes que enlutan a la humanidad toda y transmiten su solidaridad en esta hora difícil al pueblo y al gobierno de la República de la India", destacó el comunicado.

Un país violento

La India, con 1.100 millones de habitantes, es un país golpeado por la violencia desde su nacimiento en 1947, tras la dolorosa partición de Pakistán, y que ha sido testigo desde sangrientos enfrentamientos religiosos hasta la muerte de dos de sus ex primeros ministros, Indira Gandhi y su hijo Rajiv.

Los ataques ocurridos ayer son los más graves que ha sufrido el país en la última década, después de los perpetrados en 1993 también en Bombay, cuando una serie de atentados acabaron con la vida de 257 personas y causaron 1.400 heridos.