Al margen de la crónica
Tenemos que ser parientes

Un grupo de periodistas de la Región Centro y Buenos Aires estuvo por dos días en un complejo turístico de Cayastá conociendo el corredor turístico de la costa, las ruinas y la historia tan rica de esta zona.

De ese encuentro surgieron conversaciones muy valiosas (de periodismo, de turismo, de economía, de negocios). Pero hubo anécdotas que se robaron un lugar muy especial de las jornadas.

Una de ellas es el árbol genealógico de los Kieffer. Fabián Kieffer es el presidente del Centro Comercial de San Jerónimo Norte, uno de los organizadores de la expo regional que se hace en ese pueblo y tiene una radio en Las Tunas, una localidad cercana a la colonia de origen suizo y que después recibió una oleada de inmigrantes italianos.

Georgina García Kieffer es organizadora de eventos desde hace 20 años y ahora está metida de lleno en el tema de las fiestas populares, en un programa financiado por el Consejo Federal de Inversiones y realizado por la Subsecretaría de Turismo.

Ella, Georgina, tenía un árbol genealógico, que incluso se publicó en Raíces y Abuelos de la revista Nosotros del diario El Litoral.

Fabián se interesó, investigó y alguien le aportó un dato: en ese árbol faltan dos ramas, porque una mujer volvió a Europa, tuvo un hijo en Luxemburgo y regresó a Sudamérica, teniendo otro hijo en el trayecto en barco.

Ese acontecimiento que faltaba completó el árbol y Georgina y Fabián, que creían no serlo, terminaron parientes.

Los dos, por distintas razones, se volvieron a encontrar en Cayastá en oportunidad de realizar sus trabajos.

Otro hecho singular fue que Daniel Frank, periodista del diario El Colono del Oeste de Esperanza, encontró en el museo de Cayastá a un tataranieto (de apellido Schaler) de la persona a la que su tatarabuelo, Cristian Williner (oriundo de San Jerónimo Norte), le vendió un campo importante hace muchísimos años en Cayastá, que hoy todavía pertenece a esa familia.

Es increíble cómo mientras esta gente busca construir su futuro a partir de su trabajo de todos los días, también, sin esperarlo a veces, reconstruye su tan valiosa historia a partir de un dato, una anécdota, un apellido.