Superpoderes y decretos

El Senado prevé dar hoy media sanción al proyecto que faculta en forma permanente al jefe de Gabinete a reasignar sin límites partidas presupuestarias, iniciativa conocida como "superpoderes".

En tanto, el oficialismo de la Cámara de Diputados intentará hoy aprobar el proyecto que reglamenta los decretos de necesidad y urgencia a nivel de comisión, como paso previo a su discusión en el recinto.

Con respecto a los superpoderes en el Senado, si bien el radicalismo y partidos minoritarios anticiparon que se oponen a la propuesta, el kirchnerismo, que cuenta con mayoría suficiente, se encuentra unificado a favor de su sanción.

La principal novedad para la sesión de hoy es que, en la reunión de Labor Parlamentaria que se realizó ayer, los jefes de bloque acordaron permitir que el miembro informante del proyecto y los titulares de bancada puedan hablar en la sesión durante un período de tiempo ilimitado.

De esta manera se asentó como antecedente válido la exposición de casi dos horas y media que hizo Cristina Fernández de Kirchner la semana pasada, cuando le correspondió actuar como miembro informante del proyecto de reglamentación de los decretos de necesidad y urgencia.

El polémico proyecto faculta "al jefe de Gabinete de ministros a disponer las reestructuraciones presupuestarias que considere necesarias dentro del total aprobado por cada ley de presupuesto, quedando comprendidas las modificaciones que involucren a gastos corrientes, gastos de capital, aplicaciones financieras y distribución de las finalidades".

A través de una modificación al artículo 37 de la ley de Administración Financiera, el gobierno argumentó que se busca que "el presupuesto no adolezca de rigideces que le impidan constituirse en un instrumento eficaz para la administración, de gobierno y de programación económica y social".

El radicalismo criticó duramente la norma, anticipó que hará una presentación judicial en virtud de su presunta inconstitucionalidad y comparó al kirchnerismo con una dictadura.

Decretos

En tanto, en Diputados el kirchnerismo quiere atenuar la virulencia que tuvo el debate por los DNU en el Senado, pero ya anticipó que impulsará un texto idéntico al redactado por la senadora Cristina Fernández de Kirchner. Con decisión pero sin prisa, la votación en el recinto podría quedar para la primera quincena de agosto.

A diferencia del Senado, la oposición tienen en la Cámara Baja mayor incidencia y, por lo tanto, el oficialismo enfrenta una tarea compleja para reunir 129 votos.

El proyecto evita fijar plazos para que el Congreso ratifique o derogue los decretos -por voto de ambas cámaras-, con lo cual la falta de tratamiento permitiría mantenerlos en vigencia indefinidamente.