Francisco "Pacho" Maturana vive en Medellín, a varios miles de kilómetros de Santa Fe y si los vuelos de Avianca son puntuales -a priori es más fácil que Maradona se quede callado- son unas seis horas en el aire. El hombre que patentó para siempre un resultado en el fútbol mundial (5-0) pasó estadísticamente sin pena ni gloria por Colón como entrenador. Dejó pocos puntos en tabla, pero así como tiene reservados los derechos de aquel doloroso resultado en las Eliminatorias del "93, por estas tierras de Garay el odontólogo cafetero dejó marcada a fuego una frase: "El problema de Colón es que el club no tiene en sus estamentos ningún sentido de pertenencia". Por ese entonces, ante los agites que ofrece el fútbol profesional mientras se echa a rodar la pelota, pareció una idea desubicada y poco convincente. Pero el tiempo le terminó dando la razón.

No habrá imaginado "Pacho" que dejaría una enseñanza. Un par de años después, con recetas costosas de sistemáticos fracasos, Colón se animó a preguntarse ¿qué habrá querido decir Maturana con su frase? Y más allá de haber generado la excusa para el nombre de una simple lista o agrupación electoral en los últimos comicios, se podría decir que el club que él dirigió empezó la búsqueda de esa famosa Pertenencia. Se lo plantea Colón, con valentía justamente ahora, en el peor momento escénico de los últimos tiempos: el club concursado preventivamente en la Justicia con sus acreedores y con una realidad deportiva que no tiene comparación desde el último retorno a Primera División.

En el banco, arrancará sentado esta noche el "Huevo" Julio César Toresani, que fue un jugador con el cual la gente se identificó rápidamente en las tribunas cuando se ponía los cortos. El "Huevo" fue símbolo como futbolista de lo que el hincha siempre le exige al que se pone la sangre y luto: el sacrificio, la entrega, ese no bajar nunca los brazos y dejar siempre todo en la cancha, hasta la última gota de transpiración. Acaso resulte la designación de Toresani entrenador, por lo que transmitió como jugador, también una señal inconfundible. Quizás pensó Julio que esta oportunidad le llegaría más tarde, pero su espectacular y sorpresiva campaña en San Martín de San Juan -peleó el campeonato con un equipo de dos pesos con cincuenta-, más el conocimiento real de todos los rincones del club, eclipsaron rápidamente sus 38 años (físicamente está igual o mejor que cuando jugaba).

El tiempo de la "pizza con champán" se terminó en Colón. Aquella festejada frase que inmortalizó Vignatti -"Ahora llegó el tiempo de tirarnos una canita al aire..."- aparece ahora como irresponsable. Pero era lo que pedía la gente cuando gritaba "No somos hinchas de una financiera, queremos pelear un campeonato". Porque sino pasa como en el país: a De la Rúa no lo votó ningún argentino y resulta que ahora nadie viajó al exterior con el famoso "1 a 1" del riojano.

Inhibiciones a granel por dos millones de pesos, más de 70 juicios, un pedido de quiebra por 500.000 dólares, una deuda admitida de "15 millones de pesos sin lo de Afip" y un reclamo del Fisco que llegaría a los 10 millones de pesos son las señales claras, concretas y evidentes que no hay más manteca para tirar al techo por ahora.

Y encima, lo deportivo. Porque la debacle futbolística de las últimas siete fechas con el "Patón" Bauza en el torneo pasado profundizaron la decadencia del promedio: después de mucho tiempo, Colón arrancará un torneo sintiendo el aliento de otros en la nuca. Será por eso que los refuerzos llegaron más rápido que nunca. Fueron nueve en total, seis de los cuales debutarán esta noche contra Independiente: Cristian Grabinski (zaguero); Juan Fernández (lateral izquierdo); Diego Armando Barrado (volante derecho); Gastón Esmerado (volante tapón); Freddy Grisales (volante polifuncional, hoy en la izquierda); Claudio Enría (punta por afuera). Afuera esperarán una oportunidad el arquerito Blázquez que atajará en reserva, José "Pepe" Sand como delantero y el internacional zaguero ecuatoriano Jorge Guagua.

La idea que se instaló rápidamente en el hincha de Colón pasó por frases folclóricas como "con Toresani no van a joder" o "con el Huevo el que no corre no juega". Y más allá de la "renovación y cambio" que impuso Lerche en la plantilla, convengamos que algunos profesionales arrancarán con la pesada carga en la mochila de haber participado en la desidia colectiva de los últimos siete partidos con el "Patón" Bauza.

Futbolísticamente, lejos de lo que muchos podían imaginar, Toresani no arma un equipo que "sólo ofrezca huevo...huevo...huevo". Porque si bien está científicamente comprobado que el profe Orbea exprimió al máximo la receta de don Cooper, cuando Julio decide salir a jugar frente a Independiente con Barrado, Grisales y Giovanny más dos puntas, es porque plantea la idea de asumir riesgos ofensivos con la pelota en los pies.

Así, con cinco hombres de neto corte ofensivo, Esmerado tendrá que correr por él y por Romagnoli que ya no está. Y Grabinski tendrá que hacer olvidar al "Colorado" Lussenhoff que llegó a Santa Fe hace un año y también justificar por qué juega antes que Guagua.

Con técnico símbolo de la casa (el "Huevo" Toresani), un ex jugador respetado de la década del "70 como secretario deportivo (Ramón Mántaras) y con el retorno a la hierba de su goleador histórico e ídolo total (el "Bichi" Fuertes), el Colón de Lerche salta esta noche a la cancha. Es el inicio de la era de la Pertenencia en Colón, con el sueño instalado en el hincha sabalero para que esta vez la falta de ruido traiga las nueces.

El tiempo no para; el gol, tampoco. Claudio Marcelo Enría y Esteban Oscar Fuertes formaron una de las duplas futbolísticas más recordadas para el hincha de Colón. Fue en la temporada 2000, de la mano de Osvaldo Piazza como entrenador. El rubio, nacido en Helvecia, se fue para pasear sus desbordes con las camisetas de Gimnasia y Esgrima de La Plata y Vélez Sarsfield, entre otros. El "Bichi", campeón con River, pegó la vuelta a casa mucho antes que el "Caio". Ahora, el destino los vuelve a encontrar como dupla de ataque, con la sangre y luto, por decisión del "Huevo" Julio César Toresani. "Parecen dos pibes como entrenan. Son un ejemplo para los más chicos...", elogian desde el cuerpo técnico. Los hinchas sabaleros, de antemano, ya se ilusionan con un desborde del "Caio" Enría para que la empuje el "Bichi" Fuertes.

Independiente, uno de los equipos que más jugadores incorporó durante la pretemporada y que se perfila como uno de los candidatos a adueñarse del certamen, debutará esta noche examinando al Colón de Toresani, que inicia su camino pensando en engrosar el promedio del descenso, en uno de los partidos de la primera fecha del torneo Apertura.

Independiente, que no da una vuelta olímpica desde el Apertura 2002, cuando era dirigido por Américo Gallego, quiere reverdecer viejos laureles y, para eso, formó un plantel con muchos nombres y para comandar trajo a un vieja gloria de la institución, Jorge Burruchaga.

Entre las contrataciones del "Rojo" se destacan la llegada del mediocampista Daniel Montenegro, campeón en 2002 y uno los mejores jugadores del último Clausura, el goleador Germán Denis y el férreo defensor Leandro Gioda, mientras que el resto deberá demostrar su valía a lo largo del torneo.

Con seguridad, los de Avellaneda sentirán la venta de Sergio Agüero al Atlético de Madrid, que pagó 23 millones de euros por el talentoso jugador, pero contará con la seguridad en el arco de Oscar Ustari, arquero del seleccionado en Alemania 2006 y ahora figura más rutilante de la plantilla del rojo de Avellaneda.

De esa obscena operación con el Atlético de Madrid, quedaron 15 millones de dólares limpios, de los cuales más de la mitad se gastaron -por decisión de Comparada- en incorporar a uno de los técnicos más respetados del mercado interno como Jorge Luis Burruchaga y una carretilla imaginaria repleta de buenos jugadores. Esta noche, ante Colón, se dará el lujo de tener al "Rengo" Díaz como enganche sentado en el banco de suplentes, como consecuencia de la falta de fútbol. Otro que espera afilado su oportunidad durante la temporada es Antonio Barijho, que hoy arranca por debajo del ex Colón, Germán "Tanque" Denis, y del habilidoso "Rolfi" Montenegro.

En cuanto al equipo para visitar a Colón, Burruchaga espera la recuperación del zaguero uruguayo Guillermo Rodríguez, quien sufre una molestia muscular, y de no llegar al encuentro de esta noche, su lugar lo ocupará el juvenil David Abraham; de todos modos, el cuerpo médico "rojo" piensa que el charrúa no tendrá mayores problemas en debutar hoy en el mítico "Cementerio de los Elefantes".