La disposición de los muebles, el tono general de la decoración del hogar, las texturas a las que estamos habituados suelen producir cierto cansancio a los habitantes de una casa, después de un tiempo de permanecer sin modificaciones. Por eso, un inexorable cambio de estación puede ser una excusa interesante para provocar una transformación en nuestro ámbito cotidiano.

Estas modificaciones no deben -necesariamente- ser estructurales, sino que, a veces, con sólo cambiar el color y el motivo de las sillas y los sillones que ambientan los diferentes espacios de la casa, se produce un aire renovador que cambia el aspecto del hogar.

Esta renovación puede partir, entonces, de la decisión de retapizar las sillas, los sillones, sofás o las banquetas con telas de otras texturas y colores. Para esto, las casas de decoración disponen de una amplia variedad de propuestas y, también, con especialistas que darán un asesoramiento técnico profesional adecuado a las demandas de cada cliente.

Las casas modernas ya no ambientan hoy sus salas de estar o los otros espacios del hogar sólo con aquellos distinguidos muebles de estilo que las caracterizaban en otras épocas. Si bien estas líneas de amoblamiento siguen siendo las preferidas de muchas familias, hoy existe un amplio abanico de elementos que, además de ser muy funcionales y prácticos, cumplen un rol decorativo. Así, además de los livings tradicionales con sofás o sillones de dos o tres cuerpos e individuales, ahora se agregan los puffs -tan de moda-, con colores chillones que aportan un toque de contraste a la decoración general; los "fiacas"; los butacones con patas de madera; los sillones redondos u ovalados; mil y un modelos de banquetas, butacas, y hasta mesas que permiten ser retapizadas.

Lo cierto es que, al momento de retapizar cualquier mueble, es necesario ponerlo en manos de expertos, puesto que el retapizado demanda un cuidado extremo, ya que la materia con la que está fabricado (madera, por ejemplo) seguramente ha sufrido el lógico deterioro por su uso cotidiano.

Con respecto a las sillas, son un caso aparte. Además de ser un elemento de excesivo uso hogareño, constituyen un verdadero dilema al momento de resolver con qué texturas, motivos y colores se retapizarán. En este aspecto, los conocedores del tema sugieren seguir un criterio que responda no sólo a la estética, sino -sobre todo- a las exigencias de su funcionalidad cotidiana. Si las sillas son las del comedor diario, elegir un tapizado que soporte las consecuencias de ese uso. Y, claro, que sea acorde con el tono general que se eligió para retapizar el resto de los muebles.