Carsfe continúa reclamando soluciones

El ruralismo confederado reunido en Carsfe, tiene la convicción de que el Gobierno Nacional condena al sector agropecuario a un contexto caracterizado por la apropiación de su renta y limitaciones a su libertad de comercio.

Solo en concepto de retenciones a las exportaciones y subsidios de las materias primas al mercado interno aporta mas de doce mil millones de pesos al Estado y a la sociedad en su conjunto; además paga el resto de los impuestos que gravan a los otros sectores empresarios.

El mérito del éxito económico que el gobierno exhibe como propio, es en realidad el de una coyuntura internacional muy favorable a nuestras producciones exportables, hoy cercenadas, donde el campo, una vez más, cumplió y cumple un rol fundamental, generando mas del cincuenta porciento de las divisas que ingresan al país.

Estamos convencidos de que el camino elegido llevará a una depresión de la inversión en el sector en los próximos años, como consecuencia de la falta de políticas claras y estables y una desproporcionada presión impositiva. Ello conducirá al desaprovechamiento de la oportunidad magnífica que tiene la Argentina de integrarse al buen momento internacional, para crecer vigorosamente y en forma madura en sus cadenas agroindustriales, generando más riqueza y empleo.

A cambio de esto, estamos repitiendo la frustración histórica de invertir parte de aquel potencial crecimiento en actividades que no van a ser competitivas jamás, a menos que medien subsidios o transferencia de recursos como forma de sobrevivir.

Nadie puede explicar adonde han ido a parar esos 25 o 30 puntos porcentuales perdidos por los productores ganaderos en sus precios por kilogramo vivo en contraposición a la escasa baja en el precio de la carne al consumidor.

Carsfe ratifica que la mayor fortaleza del campo es la producción de alimentos para el abastecimiento de los mercados, tanto internos como externos.

Queremos que el gobierno revierta la ausencia de atención y comprensión oficial a los problemas que atraviesa el sector, y propugnamos la construcción de un diálogo adulto, signado por el sentido común y el respeto, para terminar con esta serie de medidas injustas e inconducentes, que sólo generarán nuevos e indeseados desencuentros. El campo pondrá como siempre su parte.