Ricardo Calanchini Artista plástico
Incansable creador. Desde hace años reside en Miami, pero elabora proyectos artísticos para su Santa Fe natal. Los murales de su taller santafesino son sus obras pictóricas, dentro de una casa antigua convertida en espacio cultural. El viernes 29 de setiembre hará una nueva muestra en la sala de Osde, donde expondrá dibujos, pinturas, esculturas y objetos.

El arte. "Es la única manera en que concibo la vida. Es una forma de vida completa, que no puedo dividir en partes. Es el modo de vida que elijo desde hace 20 años, y todo se acomoda a eso. Todo lo que tiene que ver con mi vida es arte, desde cómo me visto hasta cómo cocino... tal vez si tuviese otra profesión vería el mundo de otra forma. Pero, en mí, la vida es desde el arte".

El surrealismo. "Lo conocí por primera vez en la década del '70, a partir de una pintura de Dalí llamada `Madrid'. Ahí encontré la base del surrealismo. Eso me marcó tanto que lo adopté en mi pintura y mi forma de vida. Algo similar sucedió más tarde, cuando descubrí a Freud, un surrealista de la vida con conceptos y contradicciones, que marcó mi profesión y mi obra. Hoy me aferro a ese pensamiento que me ha movilizado tanto. Mi obra es totalmente surrealista".

Límites. "En el arte no hay límites, en la vida sí, porque vivimos en sociedad. Toda mi vida traté de ser un transgresor, reaccionando a las condiciones con las que no estoy de acuerdo, respetando pautas que la sociedad nos impone. En una sociedad tan pequeña en que nos conocemos todos, esas pautas son muchas. En ciudades más grandes, al tener menos conocidos a quien rendir examen todos los días, la gente puede ser más espontánea, más creativa. Santa Fe está muy aferrada a las costumbres del qué dirán, de los porqués".

Inspiración. "Tengo que vivir enamorado. El amor es una fuente constante de inspiración, me moviliza totalmente. Cada vez que vuelvo a mirar mis obras, veo qué etapa de mi vida estaba atravesando en ese momento. Ahora, que estoy totalmente enamorado, creo que transito una de las mejores etapas creativas de mi vida. Quizás sea también la edad que tengo, que es más reflexiva que otras. En algunos momentos fue el amor por la ciudad, el recuerdo distante de sus problemas económicos, de la inundación... Ese amor me hizo tener una etapa creativa en la obra. El amor es la musa inspiradora más frecuente. Hay quienes se movilizan por la guerra, por situaciones negras. En mi caso necesito más la otra parte".

Santa Fe. "Es mi lugar de origen. Amo esta ciudad, cada vez me gusta más estar un tiempo acá y un poco afuera. Aquí estoy con mis hijos y mis amigos de toda la vida... Es un lugar para cargar las baterías permanentemente. Las situaciones que uno pasa acá en otro lado no se encuentran: la vida social con sentimiento, con tiempo para disfrutar...".

La distancia. "En la distancia se multiplican los afectos, uno vive con el recuerdo permanente de pequeños momentos que ha vivido y los potencia a cada instante. La sensibilidad aumenta por el hecho de estar allá, escuchar una sirena a diez mil kilómetros de distancia y pensar si esa sirena no está yendo a la casa de uno. La distancia juega con los sentimientos. En mi caso, lo tomo como un hecho que me hizo crecer mucho, me hizo tener una dimensión diferente de cosas pequeñas y grandes: el hecho de enfrentar la soledad, la falta de amigos de toda la vida, fueron enormes aprendizajes".

Puerto de partida y de llegada. "A la muestra que realicé en el puerto la recuerdo como el hecho más importante de mi carrera, a partir del cual empezaron a pasar tantas cosas en mi vida: hice viajes, tomé distancia. Lo más importante es lo que quedó para la gente. Mi muestra fue uno de los eventos que hizo conocer el puerto. A partir de la convocatoria, la gente descubrió un nuevo lugar que, ubicado a diez cuadras del centro, no conocía".

Personal

Se llama Ricardo Calanchini, pero muchos lo conocen como "Ricardo Ricardo". Él lo atribuye "al enorme ego que convive en mi persona".

Fecha y lugar de nacimiento: 5 de octubre de 1955, en Santa Fe.

Pasado y presente: Reside en Miami, Estados Unidos. Antes de partir, vivió en uno de los diques del puerto de Santa Fe, al que recuerda como "un lugar mágico, que significó un gran impulso para mí. A partir de ello surgió una serie muy grande de obras".

La experiencia de partir: Se fue al exterior por "una invitación casual a una colonia de artistas estadounidenses. Preparé todo, fui por tres meses y me quedé a vivir allá. Yo tenía un preconcepto de lo que era Estados Unidos, pero me encantó. Como todas las partes del mundo, hay gente muy culta, muy simple e interesante. Pero también hay cowboys y otras cosas, como en todos lados. Para mí es una experiencia muy positiva".

Los afectos: "Vivo en Miami, pero aquí tengo mi hijo, mis amigos de toda la vida. Por eso, esté donde esté, todos los atardeceres aterrizo en Santa Fe. Este es el lugar donde nací y donde me gustaría morir".