Los clanes delictivos que interactúan en la frontera
Setenta personas involucradas en el secuestro y la desaparición de Schaerer
Detallado informe sobre el secuestro, cautiverio y pago por el rescate del joven Cristian Schaerer, hasta hoy desaparecido. Los detenidos son 37 y permanecen alojados en cárceles paraguayas y argentinas.

Corrientes (Télam).- Más de 70 personas, 37 de las cuales se encuentran detenidas en Argentina y Paraguay, están involucradas en el secuestro del joven correntino Cristian Schaerer, según surge de la investigación que se lleva a cabo en ambos países.

Este medio centenar de personas no pertenece a una misma banda, sino que se encuentra interconectado entre sí, ya sea en forma directa o indirecta, por actividades como el narcotráfico, el contrabando u otros delitos que implican el uso de contactos e infraestructura para cruzar las fronteras.

Según los investigadores paraguayos y argentinos, ya existe una concreta descripción del periplo que siguió Cristian Schaerer desde que fue secuestrado el 21 de setiembre de 2003, frente a su domicilio del barrio Las Tejas, de la ciudad de Corrientes, así como de la participación que le cupo a cada uno de los grupos.

Clanes delictivos

En ese esquema se cruzan los sindicados cabecillas del operativo, José Lorhman, Horacio Maidana y Cristian Carro Córdoba, los dos primeros, aún prófugos, y el último, detenido por este y otros secuestros cometidos en Argentina y Paraguay, con "familias" que operan en las fronteras.

De acuerdo con la información que manejan los pesquisas, estos grupos familiares son los Salgán, en Paso de los Libres; los Rojas, en Misiones, y los Del Valle y Vergara, en Paraguay.

Pero para entender el caso de Cristian hay que remontarse al intento de secuestro contra su padre, Juan Pedro Schaerer, a mediados de 2003, a cargo de Carro Córdoba, Lorhman y Néstor Barzuck, entre otros, con la complicidad operativa de Maidana.

Tras el fallido intento, los secuestradores apuntaron a uno de los hijos de Schaerer, Cristian, quien vivía solo y realizaba distintas actividades que lo hacían vulnerable en determinados momentos del día.

El secuestro

Según se sospecha, para poder concretar el secuestro, el grupo habría recurrido a los servicios del abogado Angel Barbieri y su pareja, Judith Alvarenga, quienes no sólo aportaron datos, sino que se ocuparon de la logística en Corrientes e, incluso, de uno de los automóviles en los que fue trasladado el joven.

Luego de un par de días de cautiverio en una zona del centro de la provincia de Corrientes, el joven fue llevado a Paso de los Libres, en la frontera con Brasil, donde actuaba la familia Salgán (todos los integrantes están detenidos), viejos conocidos de Maidana, ya que éste es oriundo de esa ciudad fronteriza.

Los Salgán están acusados de haber tenido cautivo a Cristian en una quinta que poseen en las afueras de Paso de los Libres, la cual cuenta con un puerto propio que permite cruzar a la ciudad brasileña de Uruguayana.

El rescate

Allí, Cristian permaneció hasta los primeros meses de 2004. Al parecer, fueron precisamente Oscar y Sergio Salgán, los hijos de Raúl, más conocido como "Caniche", los que cobraron el rescate en el mes de noviembre del 2003 en Ciudad del Este, Paraguay.

Tras la detención de Néstor Barzuck y su mujer, Pamela Ramos, y las declaraciones de la pareja, los investigadores estuvieron cerca de rescatar al joven secuestrado, pero un ex policía federal les avisó a los Salgán sobre la inminencia del allanamiento.

Todas estas bandas, interrelacionadas, son consideradas partícipes, en grado primario o secundario, de otros secuestros resonantes en Paraguay como, por ejemplo, el rapto y asesinato de Cecilia Cubas, hija del ex presidente Raúl Cubas.

Algunos de los sospechosos que en algún momento estuvieron detenidos ya fueron liberados por falta de pruebas, aunque siguen vinculados a la causa, mientras que otros ya están identificados y son buscados por los pesquisas.

"Desaparecido"

Los investigadores del caso siguen trabajando hoy sobre la base de la hipótesis de que Cristian "es un desaparecido", según aseguró el fiscal federal de Corrientes, Oscar Resoagli.

Cristian Schaerer fue secuestrado el 21 de setiembre de 2003 cuando llegaba a su domicilio del barrio Las Tejas de la ciudad de Corrientes y, pese a que en noviembre del mismo año se abonaron más de 273 mil dólares por el rescate, su paradero sigue siendo desconocido.

Suman 37

Corrientes (Télam).- Un total de 37 personas está detenido por el secuestro del joven correntino Cristian Schaerer; 20 de ellas, alojadas en distintas dependencias de Asunción, Paraguay; 16, en Corrientes, y una, en la provincia de Buenos Aires.

Los detenidos en Asunción son: Cresencio Martínez Jiménez, Cristian Romero Britez, Víctor Hugo Vergara Gómez, Wenceslao Del Valle, Alberto Cayetano Bogado, Pedro Roberto Vargas, Lázaro Espinola Jaquet, Rafael Vera Paredes, Yolanda Oliver Del Valle, Pastora Arriola Del Valle, María Mercedes Rodríguez, Ramona Bienvenida Del Valle, Genoveva Oviedo Britez de Paiva, Calixto Rojas Espínola, Damián Del Valle Sanabria, Antonio Del Valle Arriola, Cinthya Pérez Toranzo, Lourdes Lorena Aquino, Anselmo Acuña y Walter Domingo Torres Franco.

En Corrientes están a disposición de la Justicia: Justo Pastor Martínez, Arnaldo Efren Arriola, Néstor Barzuck, Pamela Ramos, Angel Barbieri, Judith Alvarenga, Juan Oliva, Oscar Salgán, Sergio Salgán, Raúl Salgán, Gabriel Salgán, Miguel Angel Ramírez, Carlino Rojas Morel, Rosa Castillo, Gonzalo Adrián Acosta y Esther Sudo.

En tanto, en la Unidad Penitenciaria de la localidad bonaerense de José C. Paz, está alojado uno de los sindicados cabecillas de la banda, Cristian Carro Córdoba.

A pagar en cuotas

Corrientes (Télam).- El fiscal federal de Corrientes, Oscar Resoagli, considera a Cristian Schaerer, secuestrado hace casi tres años, como un joven "desaparecido", ya que no existen "indicios concretos" de que esté muerto.

"Cristian es un desaparecido y lo seguiremos buscando hasta que lo encontremos. No tenemos indicios concretos de que esté muerto", declaró el fiscal a Télam, aunque reconoce que tampoco se cuenta con pruebas fehacientes de que permanezca con vida.

La última prueba de vida en el caso Schaerer se remonta a noviembre de 2003, cuando, antes de ser pagados los más de 273 mil dólares del rescate, los familiares recibieron un escrito de Cristian en el que contestó a una serie de preguntas que, según los parientes, "sólo él podía responder".

A esto se suma el testimonio de Néstor Barzuck, presunto encargado de cuidarlo, quien dijo que él lo había abandonado con vida el 9 de noviembre, en manos de los Salgán.

Las pericias comprobaron que éstos lo tuvieron recluido en una quinta de Paso de los Libres hasta los primeros meses de 2004.

Luego, se estableció que Cristian estuvo cautivo entre marzo y mayo del 2004 en un aserradero de Garupá, Misiones, propiedad de Carlino Rojas Morel.

Un testigo que dijo haber conversado con el joven secuestrado en ese lugar y los posteriores peritajes técnicos realizados en el aserradero arrojaron resultados positivos.

Otro testimonio que lo muestra con vida es el de Pastor Rojas Martínez, quien aseguró haberlo trasladado desde Misiones a Paraguay a bordo de una Traffic de color blanco.

Por último, los pesquisas cuentan con la declaración de la última testigo, Mariela Rojas, esposa de Ariel Del Valle, quien ubicó a Schaerer en diversas viviendas de la zona rural de Edelira, en el departamento paraguayo de Itapuá.

Rojas reveló que en una mesa familiar escuchó a su marido y a su cuñado, Arnaldo Del Valle Arriola, decir que a Cristian le habían pegado un tiro en la frente y lo habían tirado al río, cerca de la toma de agua, con una piedra atada a las piernas, a mediados de 2004.

No obstante, la mujer indicó que en otras ocasiones escuchó a miembros de su familia comentar que el joven estaba vivo y que observó que seguían concurriendo a las sucesivas casas donde presuntamente lo tenían cautivo, llevando comida y estableciendo una vigilancia permanente.

De acuerdo con los investigadores, la razón por la cual Cristian aún podría estar vivo es que, desde un primer momento, Maidana les habría dicho a sus secuaces que "este secuestro lo cobramos en cuotas" y, luego del primer pago, lo habrían dejado en manos del otro grupo para que cobrasen la segunda parte del rescate.

"Si matan a Cristian, se quedan sin la posibilidad de cobrar y pierden todo lo realizado", explicó una fuente de la pesquisa, aunque admitió que "hace más de dos años que no tenemos indicios de dónde lo pueden tener".