Las dos Cámaras del Congreso nacional abordaron anoche el problema de la sequía en Santa Fe y otros distritos del país. Pero lo hicieron con proyectos distintos, que demoran o ponen en duda la declaratoria de emergencia, y que en definitiva dejan librado a la discrecionalidad del jefe de Gabinete la eventual ayuda que llegue a los productores.

En el Senado nacional, Carlos Reutemann y Roxana Latorre lograron hacer aprobar un proyecto de ley que declara zona de desastre y emergencia a 10 departamentos del centro y norte de la provincia, en los términos de la ley 26.090, que establece postergaciones impositivas y previsionales y prevé refinanciación de deudas.

En Diputados, en cambio, se aprobó un proyecto de ley que declara zona de desastre y emergencia económica y social -por 180 días- a las provincias afectadas por sequías, granizos, incendios e inundaciones. En este caso es el Consejo Federal Agropecuario el que debe determinar los distritos afectados por el fenómeno climático.

Ninguna de las iniciativas responde en tiempo y forma a las necesidades santafesinas. Las autoridades del Ministerio de la Producción habían pedido a los legisladores nacionales santafesinos que apuraran una ayuda efectiva, pero la diversidad de proyectos y la falta de comunicación efectiva con las autoridades del gobierno nacional postergaron las necesidades del distrito.

El titular del bloque del Frente para la Victoria en la Cámara Baja, Agustín Rossi, faltó a la reunión convocada esta semana por el Ministerio de la Producción de Santa Fe. Allí Ana Berraute, la titular de la Comisión de Agricultura, ya había dejado entrever que el pedido santafesino no tendría una respuesta inmediata.

Según la agencia oficial de noticias Télam, el titular del bloque de diputados del Frente para la Victoria-PJ, Agustín Rossi, planteó en el recinto la necesidad de solicitar la intervención del Poder Ejecutivo "en forma inmediata" para asistir a los productores que se hallen en distintas situaciones de emergencia.

En Diputados el oficialismo se negó a tratar un proyecto que preveía declarar zona de desastre a las provincias de Buenos Aires, La Pampa, San Luis, Río Negro, Neuquén y Santa Fe.

Tampoco prosperaron otras iniciativas impulsadas por María del Carmen Alarcón (Pampa Sur), Pedro Morín (UCR) y Hermes Binner (PS) para una nueva legislación marco en casos de emergencia, que contemple la creación de un fondo de asistencia que agilice la asistencia efectiva en casos de necesidad.

Las demoras del camino parlamentario quedaron en evidencia en el proyecto de resolución que además presentó el diputado kirchnerista por Córdoba, Alberto Cantero Gutiérrez, que contempla la intervención del Poder Ejecutivo para financiar la recuperación de las áreas perjudicadas por sequías, granizos, incendios e inundaciones.

La media sanción de la Cámara Baja faculta al Poder Ejecutivo Nacional a instrumentar regímenes especiales de pago por parte de la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) y la Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses) que contemple expresamente un período de gracia de un año para el pago de obligaciones.

Se incluye además la refinanciación en 120 cuotas mensuales de las obligaciones previsionales e impositivas y la ejecución de un programa de quita de intereses resarcitorios y punitorios y de eventuales condonaciones para contribuyentes identificados en zonas de desastre.

Las precipitaciones pluviales -que en los dos últimos días cubrieron irregularmente parte del territorio santafesino- sirvieron para aliviar algo la situación que afecta especialmente al centro norte de la provincia. Pero si bien mejoraron en parte la perspectiva del agro, en cambio no produjeron mejorías significativas para la actividad pecuaria.

El director de Análisis de la Producción Agropecuaria de Santa Fe, Modesto Malvasio, comentó que los fuertes vientos y los granizos -más allá de inconvenientes menores- sólo ocasionaron algunas pérdidas en 300 hectáreas sembradas con trigo y en silos de la zona de Chabás.

Señaló que las precipitaciones variaron "de 20 hasta 60 milímetros en promedio, con zonas focalizadas que acumularon en dos días 70 y 80 milímetros, como en el caso de El Rabón, bien al norte de General Obligado".

El funcionario dijo que "en el área ganadera por ahora la situación no ha variado. No se resuelve la escasez de agua para bebida de los animales con la lluvia caída; no se ha juntado en los bajos, en los reservóreos naturales", apuntó, aunque admitió que algo mejoran las pasturas.

En cuanto al agro, dijo que "algún alivio produce" y puntualizó que "estas lluvias permitirían seguir con girasol o destinar las tierras a la soja en su defecto. En cuanto al trigo, el funcionario se limitó a apuntar que "en general habrá una caída del rendimiento" en la cosecha prevista para fines de noviembre.

En cuanto al maíz, Malvasio apuntó que la siembra alcanza un 30% de la superficie prevista, y que muchos productores `devolvieron" las bolsas de semilla para elegir la soja como alternativa. "La soja de ciclo largo tiene bastante resistencia", evaluó.

¿País federal?

Esta semana el ministerio de la producción de Santa Fe admitió que sólo podría recibir $ 1 millón de Agricultura de la Nación para atender la emergencia, debido a límites presupuestarios. El gobierno santafesino había pedido que la declaratoria de emergencia nacional se apresure porque la provincial tiene escaso efecto en los bolsillos de los productores. Santa Fe aportó desde la vigencia de las retenciones unos U$S 4.700 millones (según un estudio de la Fundación Libertad), pero debe esperar la discrecionalidad del jefe de gabinete para saber si cuenta con recursos para la emergencia agropecuaria.