En un escrito remitido a esta Agencia, el edil Sergio Ripoll -presidente del bloque de concejales de la agrupación justicialista Proyecto 2000-, se refirió a las dos propuestas elaboradas recientemente por el sector que representa y enviadas a comisión interna de Gobierno durante la última sesión del cuerpo legislativo de Santo Tomé. En una de estas iniciativas, se dispone solicitar a los medios de prensa que alerten a los vecinos de la ciudad sobre prácticas irregulares por parte de personas inescrupulosas -que se dedican a vender productos u ofrecen sus servicios como si fueran agentes municipales o haciéndose pasar por tales-, a fin de no ser sorprendidos en su buena fe; de producirse una situación como la descripta, se recomienda comunicarse con el 101 en forma inmediata, dando cuenta de lo sucedido.

A través de diversas actividades, existen quienes engañan a los vecinos con el modus operandi anteriormente detallado, ofreciéndoles determinada mercadería (bolsas de residuos, cestos de basura y otros elementos), pidiendo determinado dinero a cambio; por eso mismo, los vecinos deben conocer acabadamente que ningún agente municipal puede requerirles aportes de dinero de ninguna índole a cambio de bienes o servicios. A dichos fines, sugiere Ripoll, es preciso que se difunda lo expuesto, a fin de resguardar el patrimonio del vecino, cometido que -incluso- Diario El Litoral ya está cumpliendo mediante estas líneas. "Es conveniente que se conozca que el municipio no se encuentra vinculado a este tipo de acciones irregulares, salvaguardando el buen nombre de la institución municipal", añade el concejal.

Por intermedio de la otra propuesta, se pretende solicitar a los medios que alerten sobre la posibilidad de recibir un llamado telefónico a través del cual le comunican que tienen secuestrado a un familiar, requiriéndole a partir de allí datos o la realización de determinadas acciones para garantizar la integridad del mismo, a fin de que no sean sorprendidos en su buena fe. De producirse una situación así, se recomienda dar aviso de inmediato a la fuerza de seguridad más próxima a su domicilio, para narrar lo acontecido, en el marco de una modalidad conocida como `virtual secuestro express': inescrupulosos toman contacto con integrantes de una familia y le comunican que tienen secuestrado a un miembro de la misma, pidiéndoles dinero a cambio de su liberación.

En muchas ocasiones, este `secuestro' se sustenta con información que poseen sobre los distintos movimientos que desarrollan los integrantes de una familia y cuando conocen que alguno de ellos -por un determinado lapso-, se encuentra avocado a alguna actividad que lo mantiene aislado en cuanto a su posibilidad de comunicación -ir al cine o desarrollar algún deporte, por ejemplo-, se aprovechan de sta circunstancia y se adjudican su rapto, obligando a los familiares a realizar diversas acciones. Otras veces, en forma totalmente arbitraria, llaman a un número telefónico desconocido y mediante distintos métodos y ardides extraen información al ocasional receptor de la llamada, el que sin darse cuenta le suministra datos, que le permiten a los delincuentes desarrollar la comunicación, armando `la historia', para terminar requiriéndole dinero a cambio de la integridad del familiar `supuestamente detenido'.