La provincia de Santa Fe tiene amplias zonas con aguas subterráneas con alto nivel de arsénico, cuyo consumo ocasiona problemas crónicos de diversa pero segura gravedad. Con el Paraná cerca, la falta de acueductos en la provincia es una incomprensible asignatura pendiente.
Néstor Fenoglio[email protected]
En el flujo general de noticias que nos bombardean, la sanción por parte de la Cámara de Diputados de una ley que impulsa acueductos para el interior pudo pasar, quizás, inadvertida, cuando se trata, a priori, de uno los proyectos estratégicos más anhelado (e inexplicablemente demorado por una provincia rica y con el Paraná "a mano") para el oeste y el norte santafesinos, fundamentalmente, pero también para el sur.
El último jueves de octubre la Cámara de Diputados, con modificaciones, dio su conformidad al llamado a licitación nacional e internacional para los acueductos en la provincia y la conformación de la Empresa Santafesina de Grandes Acueductos Sapem. Ahora le toca una vez más al Senado -¿este jueves?- expedirse para destrabar el azaroso camino del proyecto del Ejecutivo por la Legislatura.>
Para que se entienda: los acueductos son estratégicos. Hay pocas obras que puedan exhibir el grado de importancia que tiene la concreción de tres acueductos en la provincia (Norte, Sur y Centro) no sólo para la salud de los habitantes (objetivo primario) sino para la producción en general. Que Santa Fe no tenga acueductos para solucionar la falta de agua en el norte, o terminar con los problemas de aguas con alto porcentaje de arsénico en un amplio arco del oeste santafesino, es directamente una vergüenza. ¿Qué otras obras se le asemejan en importancia para la provincia? Quizás la regulación de los Bajos Submeridionales; quizás, la construcción de nuevos puentes hacia la Mesopotamia, quizás la reubicación del puerto capitalino o la construcción de autovías.>
Pero estas obras que enuncio, importantes desde luego y con seguro impacto en la producción y en el desarrollo, no tienen el alcance general y de mejora de la calidad de vida directa de todos los habitantes de la provincia.>
El santafesino, todos los santafesinos, tienen derecho a acceder a agua segura, de buena calidad. No hablamos del Sahara. Hablamos de una provincia que tiene el Paraná a no mucho más de 100 ó 200 kilómetros de distancia en sus puntos más alejados. Hablamos de una provincia con capacidad financiera propia -o de gestión y "espalda" si debe solicitar fondos afuera- para ejecutar esas obras.>
Aguas con arsénico
Un estudio reciente encargado por el Ente Regulador del Servicio Sanitario de la provincia de Santa Fe (Enress), ratifica trabajos anteriores respecto de la calidad del agua en la provincia.
Las aguas subterráneas de la Provincia de Santa Fe -dice el informe-, de modo natural, contienen arsénico en diferentes concentraciones. La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda un nivel máximo de concentración de arsénico en el agua para consumo humano de 10 æg/litro y el Código Alimentario Argentino establece este límite en 50 æg/litro.>
En nuestro país los primeros casos identificados de problemas de salud causados por altas concentraciones de arsénico en el agua para beber, ocurrieron en la localidad de Belle Ville, provincia de Córdoba, problema denominado Hidroarsenicismo Crónico Regional Endémico (Hacre).>
La intoxicación de este tipo se produce de manera paulatina y gradual, ya que el arsénico se va acumulando en el cuerpo y ya no se puede eliminar; comienzan entonces a mostrarse los efectos dañinos, que pueden manifestarse en un principio como problemas de motricidad y luego en otras enfermedades de mayor gravedad.>
Existen estudios que están evaluando la frecuente aparición de tumores que podrían estar asociados a la incorporación de arsénico a través del agua (piel, pulmón, hígado, riñón y vejiga).>
En la provincia de Santa Fe, en general las aguas subterráneas de la franja Este contienen una concentración de arsénico por debajo de 50 æg/litro, mientras que las de la franja Oeste muestran concentraciones que superan los 50 æg/litro, inclusive en algunos puntos superiores a los 100 y hasta los 200 æg/litro.>
El Acueducto Centro, actualmente en construcción, y los postergados Acueductos Norte y Sur, vendrían a resolver este antiguo problema, conduciendo aguas superficiales tratadas de buena calidad y aptas para el consumo desde las obras de tomas ubicadas en el Este hacia las localidades ubicadas en la franja Oeste de la provincia.>
Desde Rafaela
En más de una oportunidad, el intendente de Rafaela, Omar Perotti, reclamó por los acueductos. "Hay 900 mil santafesinos que necesitan tener agua en cantidad y calidad suficiente. Cada día que pasa sufrimos no contar con el servicio que nos merecemos. En el verano, el reclamo de la gente se incrementará. Sabemos que la obra de acueductos es la solución de fondo y que su construcción va a llevar algunos años, pero su inicio cambia nuestras expectativas de cara al futuro".
Perotti sostuvo que "no hay mejor política sanitaria que un servicio de agua de calidad y en cantidad suficiente. Esta no es una simple obra pública", sino que es un trabajo primordial "que aportará a la salud, al cuidado del medioambiente, al cuidado a toda la población y dará proyección a toda la industria alimentaria radicada en la región".>
