Un aporte a las instituciones

La decisión del gobierno nacional de reducir a cinco el número de miembros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en lugar de cubrir las dos vacantes pendientes, viene a resolver un serio problema operativo del organismo y traer certeza sobre el mismo. Pero además, significa un paso genuino hacia la consolidación institucional, en el mismo orden que los criterios puestos en juego a la hora de efectuar los reemplazos producidos durante la actual gestión.

El proyecto, que llega con la aprobación del Congreso asegurada de antemano, fue presentado por su autora, la senadora Cristina Fernández de Kirchner, como una muestra más del respeto del presidente por las estructuras democráticas y republicanas y su esfuerzo por fortalecerlas. Si bien la generalización efectuada por la primera dama fue más bien exagerada -máxime cuando pretendió que esas mismas pautas son las que guiaron la remodelación del Consejo de la Magistratura, adaptándolo a la conveniencia del oficialismo-, la medida anunciada como respuesta a los reiterados reclamos de los ministros de la Corte obtuvo una cálida recepción en el ámbito judicial, profesional y de la oposición.>

Acaso puedan señalarse algunos matices en la explicación dada por Cristina de Kirchner, y aquí no haya tallado necesariamente una auténtica vocación republicana, sino la necesidad de resolver un problema -las dificultades para obtener las mayorías necesarias para dirimir cuestiones controvertidas- que está bloqueando sentencias importantes y, a la vez, generando desgaste a través de su instalación en los medios de comunicación. Y, de hecho, este desgaste, sumado a los recientes traspiés políticos sufridos por Néstor Kirchner -Misiones, San Vicente- no lo dejaban en la mejor posición para enfrentar el debate que sobrevendría al momento de buscar dos nuevos candidatos para la Corte, sobre todo cuando cuatro de los siete actuales fueron promovidos por él.>

En cualquier caso, las bondades de la solución adoptada son ostensibles. Si bien en otros países del continente son moneda corriente las Cortes numerosas -generalmente, para dividirse en salas-, un tribunal de control constitucional como es el organismo en Argentina tendrá un funcionamiento más ágil y menos burocrático con una dotación reducida. Aunque esto debería llevar, también, a producir los cambios necesarios para que la naturaleza de las causas que pasen por sus manos se ciñan más estrictamente a su cometido específico y se reduzca el volumen de resoluciones que anualmente tiene que producir.>

El regreso a la Corte de cinco miembros tiene también un fuerte valor simbólico en lo que hace al discurso presidencial de corregir los errores del pasado. Justamente, la ampliación a nueve vino de la mano del afán menemista de generar una mayoría automática y nunca tuvo un justificativo de otra naturaleza. El gesto de Kirchner va claramente en el sentido opuesto y, por eso, debería ser tomado como ejemplo no sólo por sus antecesores y detractores, sino también por sus partidarios y hasta por él mismo.>