Casos
Asfalto con buena química
Con 17 empleados, Asfaltos Trinidad, radicada en el Parque Industrial de Sauce Viejo, es una empresa pequeña, según la nomenclatura actualmente en uso. Además, no ha comenzado a producir en pleno. Sin embargo, tiene características que la convierten en un caso de iniciativa innovadora que, por tendencias del mercado, debió expandirse hacia otros sectores.

Félix Canale

La compañía de capital local inició sus actividades en 2002, al detectar una oportunidad en el inevitable cambio que presiona a la industria vial, para pasar del asfaltado en caliente a la obra en frío.

"Apuntamos a las emulsiones asfálticas porque la industria vial está obligada a reconvertirse, por una imposición de los organismos internacionales en cuanto a los financiamientos. Se propician los asfaltos en frío porque los calientes presentan problemas de contaminación y, a la vez, tienen más costo, ya que para calentarlos se requiere consumir energía, es decir, más petróleo", explica Jorge Yanantuoni, apoderado de la firma.>

Obviando la complejidad de una explicación técnica, puede decirse que las emulsiones asfálticas -una combinación de asfalto y componente acuoso-, al mezclarse con piedra, logran las mismas propiedades de cohesión y resistencia que las capas asfálticas obtenidas por calor.>

Yanantuoni no duda en proclamar que la planta de la empresa es "la más importante del país por la capacidad de producción que tiene". Lo sostiene argumentando que el molino coloidal que posee -y que elabora la emulsión- puede producir 45 toneladas por hora, cifra que lo expone como el mayor existente en la Argentina. También aporta otro dato que tiene que ver con el futuro: en la actualidad, esa máquina trabaja al 45 por ciento de su capacidad.>

>

Segundo frente

Pero el tema de la emulsión condujo a la empresa a explorar sus posibilidades como constructora de carpetas asfálticas, reutilizando materiales que antes se desechaban. "Lo más importante de Asfalto Trinidad es su capacidad de laboratorio. Elaboramos un producto denominado CIR; se trata de una emulsión que tiene como característica el recuperado de material fresado. Toda obra vial saca primero la capa anterior (rap), antes de poner una nueva. Históricamente, ese material no se reutilizaba y nunca tuvo valor comercial. Eso es piedra más asfalto. Hace tres años desarrollamos una emulsión que ablanda esa masa y el material recuperado puede utilizarse en asfaltado urbano", explica el ejecutivo.

La idea fue tan buena que, hoy por hoy, el giro económico de la compañía depende en 60 por ciento de esa línea de negocio. "Cerramos un convenio marco con el primer distrito de Vialidad Nacional (provincia de Buenos Aires), que es el primero en su tipo que se firma en el país. Por ese medio, adquirimos el material fresado (rap) de todas las rutas nacionales del primer distrito. Luego, hicimos un convenio similar para las rutas nacionales de Santa Fe", explica.>

La mecánica del negocio consiste en seguir con camiones de la empresa a las máquinas que remueven la anterior capa asfáltica e ir creando centros de acopio de rap a lo largo de las rutas. Primer punto: son verdaderas canteras en cercanía de municipios que eventualmente quieren asfaltar o renovar el pavimento en sus poblaciones. De otro modo, deberían traer la piedra de Córdoba, Tandil o Mar del Plata, con el costo de flete que implica. Segundo punto: con la cantera asegurada y la emulsión propia, la empresa envía una de sus 5 mezcladoras móviles (cada una procesa entre 300 y 400 toneladas por día) a los sitios de acopio. Nuevo ahorro de flete.>

"En grandes números, el abaratamiento de costos es del 40 por ciento. El municipio que quería pavimentar 100 cuadras puede hacer 140. Además, como se compacta en frío, se puede trabajar con lluvia, lo que reduce costos de mano de obra", agrega Yanantuoni.>

El hecho es que los intendentes, en principio atraídos por los costos, piden además que la compañía realice la obra. Un frente que Asfaltos Trinidad encaró desde hace 2 años, equipándose y agregando la pavimentación urbana al negocio. La empresa calcula que está procesando unas 50 mil toneladas de fresado anuales -ya hizo obras en Zárate, Rojas, Olavarría y General Villegas, entre otras localidades-, en tanto aguarda que maduren proyectos presupuestados en 48 localidades de Buenos Aires, 24 de Santa Fe y 10 de Córdoba. Como dato aleatorio se puede señalar que, según un informe de la Secretaría de Obras Públicas de la Nación, en la actualidad las obras de mantenimiento en ejecución alcanzan los 25 mil kilómetros.>

>

Volver a las fuentes

El apoderado de la compañía se excusa de hablar sobre facturación, aduciendo que hace apenas un año que se trabaja fuerte y que recién ahora está culminando el proceso de inversión. Sí admite que, a valores de mercado, la planta representa unos 15 millones de pesos y que el dinero que ingresa proviene en 60 por ciento de obras, 30 por ciento de emulsiones y 10 por ciento de otros productos químicos.

Pero resulta que ésa no era la meta estratégica que la empresa se planteó cuando inició actividades. "Las cosas nos fueron llevando y, para ser sinceros, las obras en la provincia de Buenos Aires nos desbordaron. Yo viajo 10 mil kilómetros por mes para atender solamente esa unidad de negocio ", confiesa el ejecutivo.>

Es por eso que la acción actual apunta a modificar la importancia relativa de cada uno de los nichos en los que opera, en un marco donde emulsiones y obras representen 50 por ciento del giro total, reservando para aditivos químicos la otra mitad.>

Es en esa segunda mitad donde esta puesto el foco con la producción de glifosato, cipermetrina y coadyuvantes, todos ellos orientados al sector agropecuario. Cabe señalar que, de acuerdo con datos de mercado, el primero de los productos nombrados (un herbicida de amplio espectro de uso muy extendido) incrementó su venta de 14 millones de litros en 1997 a 150 millones de litros en 2003. Su actual precio promedio es de 2,7 dólares por litro. Por su parte, la cipermetrina es un insecticida también de uso agropecuario intensivo, cuyo precio está en alrededor de 6 dólares por litro. Si cualquiera de estos precios por unidad se multiplica por un millón o dos millones de litros, el negocio muestra su real dimensión.>

"Todos estos productos ya están aprobados y pasamos de la fase de planta piloto a la de planta de producción. A más tardar en febrero de 2007 entramos con todos ellos al mercado", cuenta Yanantuoni.>

Todo este movimiento también tiene su razón financiera. Mientras la unidad de obras (60 por ciento de la facturación) debe esperar tiempos más que prudenciales para cobrar un trabajo por la taquilla oficial, los químicos son prácticamentecash. Y también existe una razón estratégica: "Todo lo que se refiere a obras depende de una decisión política que toma un intendente o un concejo. Como contrapartida, los productos químicos están ligados al desarrollo del sector agropecuario. No dependen de decisiones personales, sino de la expansión de un mercado", concluye el ejecutivo.>

Biodiésel

"Asfaltos Trinidad ya tiene aprobada una formulación de biodiésel con calidad de 48%, que es óptima. Pero los costos no dan como para fabricarlo masivamente. Este negocio pasará a tener importancia cuando el costo del gasoil se sincere. Nosotros estamos trabajando a partir del aceite de soja y la soja está cara. La ecuación comercial no da como para hacer una apuesta importante al biodiésel. Para adaptar la planta que tenemos a la producción intensiva necesitamos una inversión de 1.5 millones de pesos. Tenemos el 90 por ciento de lo necesario y sería muy fácil adaptarla", consideró Yanantuoni.