Al ritmo de las lluvias
Aún no termina de definirse la campaña apícola
Luego de la sequía, que atrasó el inicio de la cosecha, los rindes varían según las precipitaciones caídas en cada zona. Hay señales de firmeza para los precios, que sabrán aprovechar quienes puedan demorar la venta.

La apicultura, como el resto de las producciones agropecuarias, no fue inmune a la sequía que se instaló durante el invierno y parte de la primavera. A medida que avanza la campaña, las salas de extracción reflejan el impacto en los rindes: magros en las zonas donde las lluvias fueron esquivas y buenos donde la humedad alcanzó para una adecuada entrada de néctar. En tanto, el precio se encuentra más estable que en la crisis de los nitrofuranos y hay señales del exterior que podrían impulsar la cotización internacional.

Mientras, en un país de bajo consumo de miel como la Argentina, la performance exportadora ocupa el centro de la escena. Por eso los números que difundió la Secretaría de Agricultura de la Nación en su informe apícola de noviembre pueden servir de aliciente: entre enero y octubre se exportaron 84.000 toneladas a un valor promedio por kilo de u$s1.45 FOB. Si bien el volumen es 1.05% inferior al mismo período del 2005, la facturación creció 21.27%.>

Con demora al norte

La incidencia más notoria que la falta de lluvias tuvo en la producción regional fue el retraso de la campaña. En el norte santafesino, donde el inicio se anticipa a la región pampeana, esta temporada las colmenas recién estuvieron en condiciones de cosecharse a fines de septiembre y principios de octubre.

Juan Carlos Zorzón, secretario de la Asociación de Apicultores de Malabrigo (que agrupa a unos 30 productores), explicó que también el retraso del girasol planteó algunos inconvenientes. Uno de ellos fue la necesidad de los agricultores de realizar tratamientos sanitarios contra orugas. "Se trató de coordinar para que pulvericen bien de tarde, una vez que la actividad de las abejas disminuye, o bien que lo hagan con el cultivo en botón floral", explicó el productor.>

En esa zona, donde todavía se está cosechando, los rindes parciales se aproximan a los 30 kilos por colmena. "El monte ayudó mucho por las lluvias de principio de octubre", explicó Zorzón, y manifestó que los apicultores de la región son optimistas, sobre todo si llegan nuevas precipitaciones. "Unos 20 o 30 milímetros que caigan despacio para que no lave la flor sería ideal", señaló.>

Donde cayó, rindió

Más hacia el centro de la provincia, en cambio, el panorama varía según el régimen de precipitaciones en cada lugar. En los rindes se nota la disparidad que caracterizó el retorno de las lluvias, con grandes diferencias de un lote a otro.

Desde la Cooperativa Apícola de Laguna Paiva aseguran que "por ahora los rindes son flojos", pero también estiman que con lluvias oportunas la situación podría revertirse.>

Eduardo Salvador, presidente de la entidad que agrupa a productores distribuidos entre Calchaquí y Cululú, comentó que la campaña arrancó a medidados de noviembre. Los primeros tambores se llenaron con miel de monte gracias a la floración del algarrobo y de la "sombra de liebre" (una especie de margarita pequeña de color amarillo, que -aseguran- florece con mayor intensidad cada dos años). >

Sin embargo, el apicultor señaló que, hasta el momento, cosechó poco menos de 500 kilos (un tambor y medio) con 300 colmenas. "Ahora -la cosecha- está medio lenta; faltó agua", se lamentó, aunque también subordinó el resultado final a las lluvias que puedan llegar en el próximo mes y medio, plazo que todavía resta para aprovechar las praderas. >

En contraposición, Mariano Cucuccio, exportador con base en la ciudad de Santa Fe, planteo un panorama diferente. Según la información que le brindan los apicultores con los que trabaja, en el oeste provincial se están consiguiendo unos 40 kilos de miel por colmena con picos de 60, como los registrados en San Vicente. La diferencia refleja el efecto de las lluvias desparejas.>

Precio firme

En cuanto al precio a los productores, la tendencia es bajista a medida que se acerca el grueso de la cosecha. Sin embargo se mencionan factores alcistas en el mercado internacional, vinculados a cierto desabastecimiento en Europa, la retracción de la oferta China por mayor consumo interno y menores producciones en EE.UU. y Europa del Este.

Para Cucuccio "el precio es una incógnita" a raíz de algunas maniobras que los compradores externos (Alemania, por ejemplo) realizan en esta época del año para deprimir los valores. "Hay mucha presión del exterior, atrasan la compra hasta que llegue el grueso de la campaña en el mes de enero", explicó.>

Lo positivo, dijo, es que en el corto plazo no hay novedades de tipo paraarancelarias, a lo que sumó el hecho de que Brasil no puede ingresar a Europa por la desconfianza que genera su sistema de control sanitario. >

El último precio que maneja el exportador para los apicultores es de $3.60+IVA, el cual -consideró- está dentro del precio histórico del mercado internacional, que oscila entre u$s0.80 y 1.>

Operativo aguantar

Zorzón, por su parte, observó que los valores se retraen a medida que progresa la cosecha y lo fundamentó con números de la Asociación de Cooperativa Argentinas (ACA), el mayor exportador del país. Así, en septiembre el kilo se pagó $4.10, en octubre $4, en noviembre $3.70 y el 7 de diciembre $3.50.

Por este motivo, el productor de Malabrigo consideró que la mejor estrategia es demorar la venta. "Si el productor la aguanta -a la miel- hasta febrero el precio se va a ir para arriba", opinó, aunque aclaró que no todos están en condiciones financieras de soportar los costos, sobre todo de gasoil, y de los estacionales como tambores, cera, recambio de reinas o cura de varroa.>

En ese sentido, Cucuccio consideró válida la estrategia pero brindó algunos detalles a tener en cuenta. Los europeos compran durante su pico de consumo interno, desde enero a mayo. En cambio los norteamericanos, cuya máxima demanda interna se da entre julio y noviembre, tienen la estrategia inversa y compran con menor presión del mercado interno.>

éltimos alertas en UE

Durante octubre Latvia notificó tres casos de contaminación: uno con Sulfathiazole en miel de Ucrania, otro con Cloranphenicol en miel de Rusia y un tercero por Trimethoprim y Sulfathiazole en polen de miel de trigo también proveniente de la Federación Rusa. En tanto, Italia denunció el 22 de noviembre presencia de Tetracyclina en miel china.

Juan Manuel Fernández[email protected]