El mercado interno continúa muy firme, con una oferta escasa y una demanda potenciada al máximo anual por las fiestas de fin de año. Hace unas semanas que frigoríficos, supermercados y carniceros guardan matambre, lengua, asado, vacío, peceto y colita, que venden estos días con sobreprecio, como un favor especial al cliente.
La oferta es más baja que en octubre y noviembre, con ventas adelantadas por la seca, por el vaciamiento de los feedlots y por la expansión de la agricultura. Este año la faena quedará cerca de un millón de cabezas inferior al año pasado, pero esta caída se ha visto muy moderada a la hora de contabilizar el volumen de carne producido, por el aumento en el peso medio de faena como consecuencia de la aplicación de la Resolución 645.>
Desde el punto de vista de los objetivos perseguidos por la Secretaría de Agricultura, esta medida ha sido exitosa al incrementarse en 8 a 10 kilos el peso promedio por res faenada, un éxito que ha sido soportado por los criadores -en especial los de zonas marginales- con un menor valor relativo de sus terneras.>
Este año, al combinarse un costo mayor del maíz con un bajo valor para el destete liviano o precoz, la consecuencia ha sido una menor cantidad de terneros destetados precozmente, lo que acarrea seguramente menores preñeces y un número más bajo de terneros que nacerán el año próximo. Es el costo oculto de un mayor volumen de carne.>
Si bien hay una lista de "precios máximos a pagar" distribuida por la Secretaría de Comercio entre los compradores de los frigoríficos en Liniers, tiene poco efecto práctico porque lo que es bueno -y se paga 20 a 25 centavos por kilo más que en el mercado concentrador- se deriva a la venta directa, donde el Gobierno todavía no se ha decidido a limitar los valores pagados.
Algunos representantes de frigoríficos han aparecido en remates feria con dicha lista -sin membrete- en la mano, pretendiendo pagar esos precios máximos también en el interior del país, pero en general no se les hace caso. Por otra parte, la demanda está muy firme y el que pretende imponer la lista de valores máximos se queda sin faena, porque en el mercado hay muchos compradores que necesitan la hacienda y saben perfectamente cuánto vale.>
Con la ausencia del efecto orientador de Liniers, hacia donde están se envían sólo lotes de rechazo o haciendas regulares que no llegan por sus propios méritos a los precios máximos, los operadores (ganaderos, frigoríficos, consignatarios y matarifes) han desarrollado en pocas semanas un activo mercado "telefónico", en el que cualquier interesado en vender o comprar con un par de llamadas sabe rápidamente cuál es el valor del ganado.>
Esta manipulación de Liniers tiene ahora un efecto negativo incluso para los frigoríficos y matarifes que en un primer momento se "ampararon" en la lista de precios máximos, pero acostumbrados a comprar en Liniers, ahora deben desarrollar una estructura de compras en directo, con costos agregados y generalmente sin la posibilidad de ver lo que compran. La exportación, en tanto, está retraída por la paralización de ventas a Rusia -que recomienzan en enero- y por la escasez de novillos pesados y vacas.>
Ignacio Iriarte